Auditórium

El socialismo: ¿Un platillo volador?

“Saber cuando uno dispone de lo suficiente es ser rico”

Lao Tse… 

Desde la caída del socialismo soviético la izquierda está parapléjica, muchos aquí en Venezuela  insisten en copiar ese modelo de socialismo. Se le criticó a ese sistema la falta de democracia, autoritarismo,  capitalismo de Estado,  planificación central burocrática que anulaba las necesidades de la gente, un  colectivismo homogenizado de las personas  irrespetando  las diferencias; aplicando el dogmatismo que impide el debate y la crítica; muchos consideran que ser socialista es ser ateo, dizque y que la religión es negativa en la persona, creen en el sistema  de partido único, anulando el protagonismo del ciudadano.

La idea del socialismo bolivariano. es la de un socialismo democrático, participativo. Carlos Marx sostenía: “que la sociedad alternativa al capitalismo era aquella en la que el hombre se desarrollaría plenamente a través de la práctica revolucionaria, porque al ir transformando las circunstancias se iría transformando a sí mismo”.

El camino hacia el socialismo es un proceso muy largo que requiere una transformación cultural profunda, creando un modelo humanista, solidario, que sea respetuoso de las diferencias. El socialismo democrático según afamados teóricos  no se puede construir  desde arriba, tiene que construirse con la participación del pueblo. Por eso es que hay que crear espacios adecuados para la participación. Por eso la creación de los consejos comunales, los consejos de trabajadores,  pero si el ejecutivo los pretende controlar eso no funcionará, solo así se puede ir conformando el poder popular.

Hay que conquistar la mente y el corazón del pueblo. Para que no perciban esto como una imposición. Sólo así podremos avanzar. Para que Venezuela sea socialista, hay que conquistar al resto de venezolanos que existe en este país, y muchos no son socialistas... La patria es de todos,  hay que abrir espacios. con la exclusión no llegaremos a ninguna parte. La revolución empieza a mostrar fatiga en su estructura.

El socialismo, y más aun, este del siglo XXI. Es como los platillos voladores, que todo el mundo habla de ellos pero nadie los ha visto en realidad. No hay una formulación, sino ese concepto sofistico de la adaptación a las condiciones concretas, que generalmente es lo que le sale a mucho líder. Hay muchos modelos de socialismos, y la mayoría de ellos tienen su “formula mágica” son una mercancía cuyo fin, y métodos  nadie los conoce. ¡Por eso el miedo!

¿Queremos ganarnos a la mayoría para conducirla hacia dónde? ¿Con qué derecho? ¿Con el derecho histórico? ¿Es que el creerse en posesión de alguna teoría como la marxista, concede el derecho a conducir masas?  Los sacerdotes de las iglesias actúan igual. Ellos también creen en el derecho histórico, y se sienten también en posesión de la verdad, por lo que también quieren conducir masas.

¿Y qué piensan las masas de sus salvadores? ¿No hay más que ver lo que muchos ha hecho?       Toda revolución, ideología  o acción que traiga justicia para los humildes, por los humildes y con los humildes, les de salud, educación, cultura y dignifique al ser humano por su actuar, y no por su dinero eso es socialismo. Cuando las masas se liberan de verdad, cuando adquieren cultura, y se les garantiza sus mínimas necesidades, cuando participan y se les tome en cuenta entonces esa mayoría no necesita que se le obligue a seguir los designios del socialismo. Es el derecho del bienhechor, del ejemplo, del cambio histórico, de utilizar  el poder para bien de los explotados, y vilipendiados de siempre dándoles participación a estos y creando espacios para el bien de todos.

Para dar bienestar y repartir la riqueza no hace falta condicionarse a ninguna ideología, porque enseguida aparecen las exclusiones, para cambiar las cosas lo único que hace falta es tener voluntad, y no mentirle a la gente, tener un discurso coherente, respetuoso, no incendiario para ganar adeptos, sin la doble moral y el doble discurso, como en la EX URSS que comenzó con mucho entusiasmo, hasta que los lideres se fueron separando del pueblo y convirtiéndose en una clase explotadora, burguesa y reaccionaria. Sólo la verdad nos hará libre.

Pero hay que  facilitar herramientas intelectuales, que las mayorías alcancen y se hagan protagonistas principales.

Percasita11@yahoo.es


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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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