Desmitificar el "Excremento del Diablo"

El Petróleo como maldición o como "Bendición de Dios"

Introducción

Durante décadas, la inmensa riqueza petrolera de Venezuela ha sido paradójicamente asociada con una "maldición", inmortalizada en la célebre frase de Juan Pablo Pérez Alfonso que la calificaba como el "excremento del diablo". Esta visión, aunque cruda, era una profunda advertencia sobre las consecuencias nefastas de una renta mal gestionada: la corrupción, la improductividad, la desigualdad y la autodestrucción económica.

Pérez Alfonso no estaba vilipendiando el recurso en sí mismo, sino el uso perverso que se le daba, especialmente a través del Principio de Transferencia Irreversible de Divisas sin Contraprestación Productiva (PTID-SCP), en pocas palabras, por medio de la venta de las divisas petroleras como si fuera una mercancía más.

Sin embargo, ha llegado el momento de desmitificar esta narrativa pesimista y transformar radicalmente nuestra creencia colectiva. Es hora de dejar de ver el petróleo como una maldición y, a la luz de nuestra propuesta de nación, reconocerlo y gestionarlo como lo que verdaderamente es: una bendición de Dios puesta para el progreso y el bienestar de todos los venezolanos.

En ese sentido, la militancia de Vanguardia Ciudadana por la Democracia (VCD) ha iniciado un debate nacional, en todos los espacios físicos, comunidades, universidades y redes sociales donde hacen vida activa, sobre realmente qué representa y ha significado el petróleo para todos los venezolanos.

De la Maldición del Despilfarro a la Bendición de la Renta Productiva

La tragedia venezolana no reside en el petróleo, sino en el modelo de gestión rentista que se instauró y perfeccionó bajo las élites socialdemócratas y, de forma exacerbada, bajo el llamado "Socialismo del Siglo XXI". Estos modelos construyeron una estructura legislativa y un esquema de gestión diseñado para el aprovechamiento clientelar y de pocos, desvirtuando el propósito divino de una riqueza que debería ser común.

La "Maldición" no es el Petróleo, sino la forma como se gestionan la renta que entra al fisco nacional

Pérez Alfonso, al igual que otros visionarios, comprendió que el problema no era la abundancia del recurso, sino su conversión en un "dólar no retornable". Cuando las divisas petroleras son simplemente vendidas o disipadas sin exigir una contraprestación productiva real que las reinvierta en el ciclo económico nacional, la riqueza se evapora, dejando a su paso ineficiencia, dependencia de importaciones, fuga de capitales y, en última instancia, el colapso. Esta fue la verdadera maldición: un sistema diseñado por "políticos tracaleros" y "vivos" que despojaron al pueblo de la bendición de su propia tierra para su provecho particular y de sus redes de influencia. Se generó una estructura clientelar que prometía bienestar a través de la dádiva, perpetuando la desigualdad y la exclusión.

El Petróleo como Bendición de Dios

La propuesta nacional de Vanguardia Ciudadana para la Democracia, articulada en el debate para la construcción del "Plan Venezuela Próspera: La Renta Productiva", que está en su fase final para presentarlo al país, se fundamenta en la convicción de que el petróleo es una bendición divina, una provisión generosa que debe ser administrada con sabiduría, ética y una profunda visión de futuro.

Creemos que Dios, en su infinita providencia, ha dotado a Venezuela con esta riqueza mineral. No es un castigo, sino una oportunidad para el desarrollo integral, la construcción de una sociedad más justa y la elevación de la dignidad humana a través del trabajo productivo. Negar esta potencialidad es ir en contra del propósito de la creación.

Ver el petróleo como una bendición implica una responsabilidad moral y espiritual ineludible. Somos mayordomos de esta riqueza, no sus dueños absolutos para el despilfarro. Nuestra obligación es transformarla en capital productivo (educación, tecnología, infraestructura, industria) que beneficie a las generaciones presentes y futuras.

El Nuevo Paradigma: Desmontando el Modelo Depredador para la Prosperidad de Todos

El cambio de creencias es fundamental. La sociedad debe dejar de asumir el rentismo como un destino ineludible y, en cambio, identificar y desmantelar las estructuras y creencias que lo perpetúan. Nuestra propuesta conceptual del Principio de Transferencia Retornable de Divisas con Contraprestación Productiva (PTRD-CP), encarnado en el Fondo Nacional de Asignación de Divisas Retornables (FONADIR), es la herramienta para hacer que la bendición se manifieste en la realidad:

  • Identificar y Neutralizar a los "Políticos Tracaleros":

El viejo modelo prosperó porque una élite política y económica se beneficiaba de la opacidad, la discrecionalidad y la ausencia de rendición de cuentas. Nuestro plan, con la autonomía constitucional de FONADIR, la selección de su directiva por méritos técnicos y la implementación de un portal de transparencia pública accesible a todos los ciudadanos, busca arrancar de raíz las redes de influencia y el clientelismo. Las penas máximas para la corrupción serán un disuasivo claro contra aquellos que pretendan seguir robando la bendición divina del pueblo.

  • De la Disipación a la Inversión Productiva:

El petróleo y su renta, ahora vistos como capital bendecido, se canalizarán a través de FONADIR exclusivamente como préstamos a proyectos productivos con retorno. Esto garantiza que cada dólar proveniente del petróleo genere más valor, más empleos, más producción, y no se evapore en importaciones superficiales o bolsillos corruptos.

  • Justicia y Equidad como Manifestación de la Bendición:

La "Renta Productiva" no es un concepto abstracto; se traduce en salarios dignos, empleos estables, acceso a bienes y servicios esenciales. La prosperidad que emerge de una gestión ética de la renta es la manifestación terrenal de una bendición que alcanza a todos, no solo a unos pocos. El propósito de Dios para nuestra nación es el florecimiento de cada venezolano, no la miseria disfrazada de dádiva.

En conclusión, la visión de Juan Pablo Pérez Alfonso fue una alerta profética, no una condena. Hoy, con la experiencia histórica y la convicción de que el petróleo es un don divino, nos alzamos para desmitificar la maldición. El Plan Venezuela Próspera: La Renta Productiva es nuestro pacto para transformar un recurso prodigioso en una auténtica bendición para todos, despojando a los "tracaleros" de su poder y construyendo una nación fundamentada en la productividad, la transparencia y la verdadera justicia divina.

Si quieres incorporarte en nuestra lucha y en los debates constructivos de VCD bajo la ideología Post-Rentista y Desarrollista, así como Nacionalismo Productivo y Humanista



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Andrés Giussepe

Doctor en Gerencia, Especialista en Política y Comercio Petrolero Internacional y Economista de la Universidad Central de Venezuela. Secretario Nacional del Movimiento Profesionales de Venezuela.

 agiussepe@gmail.com

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