La Franquicia

Surgía ella en medio de una multitud, su cabellera negra, sedosa y larga me hizo despertar mi complejo de Edipo; ella me vio, lo percibí en ese momento, pues venia hacía mí y, como un cazador que se convierte en cada segundo en presa, cedía ante su mirada.

Era una joven algo excéntrica, llevaba como un snorkel en la boca, parecía un buzo, algo así como Lara Croft en Tomb Rider; la lluvia había sido para ella como Chanel creándole un pantalón que fuera parte de su propia piel; de pronto a escaso metro de mi, soltó la manguera de sus labios que resulto ser un suministrador de bebida energizante.

Se abrió la chaqueta como Superman ante Luisa Lane, la joven mujer me dejo ver su húmeda franela, no tuve necesidad de tener visión de rayos x para apreciar sus pecas, podían estas contarse ya que eran como un cielo estrellado en luna nueva e insistiéndome que leyera lo escrito en su franela; sus pechos me impedían tal aventura intelectual, ya que me quede como un huérfano hambriento en busca del calor de su madre.

Su mirada se fijo en la mía como en una escena de Ifigenia ¡me cerró de pronto la chaqueta como el Seniat clausura a los infractores! tan sólo por no poder leer el contenido del mensaje. Su aliento entrecortado me recordó por un momento mi primer beso hasta que me mentó la madre, con el siempre ‘chavista de m…’ Hoy en día no se si eso es un cumplido de una juventud que reclama lo que ellos no pueden dar.

La culpa de tal acontecimiento fue de mi guayabera roja y de haber estado en Chacaito buscado un libro de cabezada, en medio de una manifestación de jóvenes que se alzaban al aire con sus consignas, recordándome a la tribu Zulú de África, no se todavía, si por sus saltos o por sus piercing que chocaban en el aire como sables, enredándose unos con otros, hasta formar una cadeneta de manifestante unidos por estas perforaciones, como si fueran hermanos de sangres, pidiendo libertad de expresión.

Sin saber que esta es una simple acción cognoscitiva, cuyo significado es: no atado para expresarme, no amarrado para opinar, no encerrado para enunciar, no impedido para decir, no estorbado para formular, entre otras; y es que ella no es una franquicia, ni esta sujeta a un monopolio que ha mantenido una dictadura de opinión por más de medio siglo, pero tampoco es… esa joven con sus hermosas pecas y su boca marchita.

doristorrealba@hotmail.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 4116 veces.



Carlos Vicente Torrealba

Escritor / Über maestro en Filosofía / Entrenador de Vida / MTC

 carlosvicentetorrealba@gmail.com      @cartorrealba

Visite el perfil de Carlos Vicente Torrealba para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Carlos Vicente Torrealba

Carlos Vicente Torrealba

Más artículos de este autor