El Decanato UNEARTE y La Dirección Misión Sucre que tienen que ver con el Programa de Formación de Artes Plástica, siguen imponiendo una serie de criterios para que los vencedores obtengan el Título de Técnico Superior en la Especialidad de Arte Visuales, a pesar de haber cumplido con todos los requisitos exigidos, en vista a que ambas instituciones sabían que era necesario apresurar tal alto administrativo, a las cuales no les pareció interesarles y más bien se pusieron de acuerdo para que el retardo administrativo se impusiera por más de dos años y medio, con el objeto de se perdiera el interés en su reclamo, mientras se dedicaban a destruir el programa de Formación Nacional de Artes Plásticas realizado por el Prof. Sacaría con sus colaboradores para que se aperturara la Municipalización de la educación en un país que viene desde hace doce años dando pasos importantes en función de la democratización de la educación, llegándose al punto de destruir lo que en un comienzo iba a permitir la inclusión de quienes se encontraban como imaginarios deambulando dentro de los predios de las Artes Plástica…, pero el egoísmo, personalismo, la exclusión se pudo de manifiesto en quienes hoy están a la cabeza del Decanato UNEARTE, los cuales actuando a inconsulto, en silencio, y discretamente, manifestaron su intranquilidad por la creación de dicho Programa de Estudio y lo avances conquistados, haciéndoles saber a las autoridades de la Misión Sucre su disconformidad y eliminación, concediéndosele de inmediato dicho petitorio, en el que no se tomó en cuenta la opinión de quienes nos encontramos incluidos dentro del programa de Arte Plástica, que ya teníamos cursado aproximadamente casi tres años y que éste se iba a convertirse en una avanzada que facilitaría el desarrollo de los artista plásticos, en vista del fracaso, producto del cambio unilateral que llevó a la eliminación del instituto de Estudios Superiores de Artes Plástica “Armando Reverón”, en el que no se tomó en cuenta su impacto, sino el capricho de imponer un proyecto que sentimos que se encuentra fuera de los lineamientos que hoy caracterizan al Estado Bolivariano en base a la refundación del estado, la educación que queremos, la participación corresponsabilidad, el protagonismo como fuente para la implantación del Socialismo, Humanitario, Cristiano y Venezolano y que consideramos que el Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior y el Ministerio del Poder Popular para la Cultura deben intervenir, puesto que el educando que se forma en los espacios de dicha Institución artística, el conocimiento y principios que adquieren lo que hacen es fortalecer su sentido de pertinencia positivista y occidentalita y en el que se demuestra que dichas autoridades no están ganadas para formar un educado en base a otro tipo de criterios, que incursiones entre los patrones de la nueva realidad caribeña, puesto que ir en contra de su propias postura, conllevaría a pone en conflicto toda la arquitectura positivista que les ha permitido pernotar en dichos espacios y es por ello que se actuó omisivamente, en el que no se tomó en cuenta a los involucrados, fundamentalmente a los sujetos de la acción (vencedores de la Misión Sucre), y en el que no se comprendió que ellos se encuentra revestidos del poder que le infiere el art. 05 Constitucional y que tiene que ver “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta constitución y en la ley, e indirectamente , mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el poder público, Los órganos del estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos”, y que hoy en país existe un marco constitucional en el que se reafirma que “toda persona tiene derecho a una educación integral de calidad, permanente en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las que derivan de sus actitudes, vocación y aspiraciones” (Art. 103. Omissis) y que “Toda persona tiene derecho a ser amparada por los tribunales en el goce y ejercicio de los derechos y garantías constitucionales, aún de aquellos inherentes a la persona que no figuren expresamente en esta constitución o en los instrumentos internacionales sobre derechos humanos” (art. 27. Omissis). Es decir que quienes se encuentran usufructuando la autoridad en UNEARTE y Misión Sucre, obviaron estas garantías constitucionales y dejaron que la prepotencia se adueñara de su sapiencia y por ello venían actuando incentivando una conducta discriminatorio, endoracista, en el que no les importó, negarle cierta logística y operatividad para que el Programa de Formación en Artes Plástica se consolidara y funcionara en dichos espacios acorde con los requerimiento jurídico que se encuentran plasmado en la Nueva Ley Orgánica de Educación Universitaria y en una actuación poco cónsona con lo que plantea la lógica que conforma el bien jurídico, arremetieron para dejar de prescindir, repudiar y eliminar, todo lo que se había logrado cuando era el Instituto de Estudios Superiores de Artes Plástica Armando Reverón, dejando a los vencedores de la Misión Sucre a la deriva, sin la posibilidad de continuar estudiando, porque sin poseer un plan de estudio acorde con el patrimonio conceptual y vivencial de los vencedores, se dieron a la tarea de destruirlo, en base a su postura endoracista que le sirvió para justificar que los vencedores de la Misión Sucre (estudiantes de Artes Plástica) eran poco propenso adquirir este conocimiento y es por ello que la conducta manifestada por las autoridades de UNEARTE, no fue para reformar lo que estaba hecho y mejorarlo…, sino para destruirlo y dejarnos como el mono con el rabo metido entre las piernas, bajo la premisa de que no tenemos capacidad y pocas potencialidades para estar a la par del dinamismo y vocabulario que se hace presente dentro del imperio de las Artes (Por ello nos prohibieron entrar a los talleres, al comedor y a ciertas áreas que integran la infraestructura académica y administrativa de la institución, porque siempre nos consideraron como no perteneciente a la Institución). Por otro lado sentimos, que a pesar de un sin fin de denuncia que hemos hecho ante la Oficinas de la Misión Sucres, éstos no le han dado la importancia que ameritan, haciéndose lo no entendido de la problemática y dando una serie de respuestas inadecuadas que en ningún momento se caracterizaban por convertirse en la vía para su solución, sino para que el denúnciate se alejara, los cuales no han tenido el tupé de revisarlas y mucho menos hacerle un seguimiento que permitiera tener un encuentro proactivo y emprendedor que nos permita apresurar su inmediatez en función de la problemática que les hemos planteado y es por ello que no le han imprimido celeridad, olvidándose que el art.28 constitucional sostiene; “Toda persona tiene el derecho de acceder a la información y a los datos que sobre sí misma o sobre sus bienes consten en registros oficiales o privados, con las excepciones que establezca la ley, así como de conocer el uso que se haga de los mismos y su finalidad, y de solicitar ante el tribunal competente la actualización, la rectificación o la destrucción de aquellos, si fuesen erróneos o afectasen ilegítimamente sus derechos. Igualmente, podrá acceder a documentos de cualquier naturaleza que contengan información cuyo conocimiento sea de interés para comunidades o grupos de personas. Queda a salvo el secreto de las fuentes de información periodística y de otras profesiones que determine la ley”. Es decir tenemos todo el derecho de exigirle a las autoridades de la Misión Sucre y UNEARTE el porqué del retardo que han mantenido para entregarnos el Título Superior de Artes Plástica y continuar estudios en la mencionada institución educativa y es uno de los motivos que me lleva a sostener que dicha autoridades se han convertido en un apéndice de esa política excluyente que contradice el legado histórico que sirvió de fuentes a lo que estamos viviendo en el país, olvidándose que quienes contribuyeron a la consolidación del Proceso Bolivariano, fueron los grupos, asociaciones e individualidades que nunca han sido favorecidos y que este es un proyecto elaborado por el Gobierno Bolivariano para incluir a quienes se encuentran dentro del área de las Artes Visuales…, puesto que los que nos encontramos dentro de su espectro, sentimos que estamos siendo vejados, menospreciados por esta actitud en el que se deja claro el apéndice de tal conducta y es por ello que desde hace mucho tiempo (Cuatro años) han venido haciéndose la vista gorda, asumiendo una posición negativa con una gran intencionalidad a pesar que nunca tuvieron la disposición de retroalimentan el pensum de estudio elaborado por el Prof. Sacaría[1], y mucho darle legitimidad a nuestra estadía, con el propósito de crear una matriz contraria en el que no se viera el fracaso de una gestión que ha demostrando su incapacidad por la poca voluntad manifestada por las autoridades del Decanato de Arte Plástica de UNEARTE y las Autoridades de la Coordinación de Artes Plástica de la Misión Sucre, por su improvisación, su falta de seriedad, compromiso y humanismo (porque lo que han fallado dentro del enlace.., ha sido MISION SUCRE-UNEARTE, principalmente los gestores que han impuesto, como es el caso de la Lic. Irene Guillen y la Coordinadora del Eje III, Lic. Jacqueline, quienes en una actitud sórdida, tacaña, prepotente, mezquina, clasista, roñosa e incapaz, ha querido trasladar las incidencia de su irresponsabilidad al Coordinador Jhonny Noguera (coordinador de la Aldea), cuando todos sabemos, el esfuerzo realizado por este funcionario público para darle legitimidad a todos los Grados de Formación dentro de los espacios del Decanato de Artes Plástica de UNEARTE, mientras a ambos funcionarios les ha costado asumir una conducta sincera, voluptuosa, de interés la solución de dicha problemática, pero notamos que su investidura no le deja salir de su caja de pandora e influir antes el Decanato de la mencionada institución, en el que la imponencia de una estructura unidireccional[2], no deja espacio para la participación y menos para que la capacidad creadora se asuma como fuentes disímiles de expresiones culturales que ha servido de base al desarrollo de otros países, a la cual se le ha dado la potestad de ser un fenómeno único de la especie humana y que en éste momento está jugando un papel importante en el proceso bolivariano que estamos viviendo (cuestión que sus autoridades no comprenden), ya que ella está puesta como enlace para seguir atrasando nuestra permanencia dentro del CONVENIO MISIÓN SUCRE-UNEARTE.
Por el contrario…, dichas autoridades y sus voceros lo que han hecho es profundizar las asimetrías…, lo cual ha conllevado a la pérdida de la solidaridad orgánica, proporcionalidad, equidad, etc., que se expresa en una marcada discriminación que ha conllevando a que no existan iniciativas de organización que fomenten la actividad artístico-cultural de parte quienes se encuentran en el medio, porque se ha afectado su dinámica interna (estima) para darle vida a una gestión, que pasa por encima del contenido expreso y mandato que se encuentra plasmado en la Constitución Bolivariana, en vista que han hecho caso omiso de sus contenidos y en una actitud negadora, se han caracterizando por imponer una política de oídos sordos, para plantearse una lineamientos clasista, reduccionistas y excluyentes (Nótese que se le niega a los vencedores de la Misión Sucre el servicio de comedor, como el uso de los talleres), en el que la imaginería para la afirmación de nuestras identidades culturales se echan a un lado, porque nos ven como actores pasivo, incapaces de producir nuevos tendencias y conocimiento artístico.
En este sentido, la conducta sordina que mantienen las mencionadas autoridades que rigen el organismo mencionado con respecto a nuestra situación dentro de dicha institución artística-cultural se ha intensificado, porque vemos que se vienen caracterizado por poner una serie de obstáculo, a sabiendo que no gozamos de tal investidura y en el que se nota que el retardo se está convirtiendo en su herramienta feroz para atrasarnos y no reconocernos como individuos capaces de entender que instituciones como las artes, proporcionan roles preexistentes en los que el individuo puede desarrollar sus especiales capacidades, ya que son tan importante dentro de una sociedad porque permiten la realización del nuevo ciudadano que necesita la Republica Socialista Bolivariana que se encuentra en transición. Enfoque que no permitido elevar nuestro autoestima como vencedores, producto de esa conducta contradictoria que ha venido alimentado supuestos que lo podemos encontrar en el ambiente y en los espacios que hacen parte de la institución y en el que pareciera que se nos estereotipa…, como sujetos poco racionales sin capacidad de obrar, gozar, pensar y discernir sobre el quehacer artístico venezolano…, lo cual ha conllevado a que se imponga la subestimación, discriminación, dogmatismo, sectarismo, el formalismo declarativo y el irrespeto a la diferencia, transformándose en barreras que nos consideran como no capaces de construir nuestro propio destino
Esto quiere decir, que no se ha fortalecido una educación centrada en la participación, en donde los participantes se convierten un sujetos activos que deben ser oídos en cuanto a lo que quieren, necesitan y aspiran, puesto que dicho sistema de estudio no solamente se debe fundamentar…, en fomentar y contribuir a su desarrollo intelectual y espiritual solamente, sino que debe de estar alineados en función del nuevo ciudadano que queremos, en el que su estadía en dichos predios, debe convertirse en una apuesta para la independencia en lo personal, político, cultural, ideológico y tecnológico, enmarcado en un proyecto de país que ha definido sus propios objetivos en base a nuestra propia historia, problemáticas, necesidades, exigencias y sueños, con la intención de cambiar la lógica de la depredación, a la cual, no se le está proporcionando, la importancia que amerita y es por ello que no les importa fortalecer nuestra dimensión vocacional y `poner un grano de arena que garantice el acceso a una educación integral, dialógica, transformadora y de calidad que permita revitalizar y estimular un aprendizaje en el que nuestras utopías se conviertan en el devenir del futuro. Por el contrario, nos hemos encontrados con un conjunto de obstáculos que dejan entrever un aprendizaje que no tiene la intención de incentivar procesos creativos e innovadores que conlleven a que su energía se expanda y provoque reacciones que permitan hacer construcciones en el marco de la interculturalidad, la convivencia pacífica, en el que el Ideario Bolivariano y los conceptos de patria se fortalezcan en los espacios de UNEARTE y que éstos a la vez, se conviertan en una experiencia enriquecedora que acabe con los pensamientos fosilizados que no han permitido el fortalecimiento de nuestro patrimonio conceptual y de esta manera avanzar en contra de la exclusión y asimetrías que lo que hacen es robustecer el derroche de indiferencia que se congrega en este tipo de conductas.
[1] El cual se adaptaba a la idiosincrasia de sus participantes, en el que más bien se buscó fortalecer nuestro hacer y que los espacios de la Universidad se adaptaran a nuestra realidad.
[2] Ha venido funcionando dependiendo de los intereses de quienes controlan el monopolio de las artes visuales en el país.
(*) Estudiante del Grado de Formación de Artes Plástica de la Misión Sucre