Los decanos de la ULA y la Ley de Educación Universitaria

Confieso que no conozco el texto completo de la Ley de Educación Universitaria. Solo he tenido acceso a las opiniones de los expertos no académicos. Este domingo por ejemplo, puede darme luces con la opinión de Julio Borges y al terminar la lectura de una pequeña nota que apareció en su artículo, me dije: el mismo discurso de siempre, los mismos “argumentos”. Hasta ese momento no había tenido la oportunidad de ver y leer un documento por lo menos con una idea sobre los aspectos negativos de la ley. Simplemente el argumento que  siempre utilizan y toma varias formas, pero tiene el mismo sentido: “no es no”.

Este lunes me propuse iniciar una búsqueda más intensa sobre el texto de la nueva ley y revisar más opiniones. La búsqueda sobre el texto definitivo de la ley fue un fracaso; no pude encontrar el texto ni en la página del Ministerio de Educación, probablemente por un mal uso del sistema de búsqueda. Este fracasado fue compensado con la captura de un documento, que sin lugar a dudas dice mucho del alcance y sentido de una figura académica que siempre la observe muy cerca del saber y de una gran capacidad para combinar la académico y político con contundentes argumentos. Un Decano o Decana era y supongo que ahora también lo es, un ser pleno de saberes, experiencias y ofrecer una opinión política sobre una ley  en el ámbito universitario, es tarea extremadamente sencilla. Eso pensaba, pero al leer el pronunciamiento que por supuesto fue recogido por la prensa nacional que dirige a la oposición, me quedaron dudas de eso y las preguntas fueron inevitables: ¿Cómo se llego a esto? ¿Cómo unos decanos han llegado tan bajo y han mandado esa institución de decano o decana al carajo?

El contenido del pronunciamiento tenía unas 780 palabras lo cual no dice mucho porque hay maravillas de texto  que tienen menos palabras, pero considerando que en este tema siempre ha sido un asunto fuerte académicamente, suponía referencias, citas, ideas y presiciones sobre otros momentos, pero nada de eso contenía el texto de los decanos.

Argumentos:

1) “Elimina la autonomía universitaria”. cómo que elimina la autonomía, si este es un aspecto consagrado en la constitución. Todo para ello es anticonstitucional y aún con mi ignorancia sobre el texto de la nueva ley, pienso que esta calificación de anticonstitucional la abordaron en función de la constitución de 1960 y es el “argumento” que utilizan para todo: no es no.

2) “Desconoce al Estado democrático y social de Derecho”. Este “argumento” con los elementos que manejan está muy  lejos de lo académico y cerquita la filosofía de Ledezma o Ramos Allup. Les preocupa el desmontaje de una organización universitaria decimonónica que sus propias opiniones dejan ver su deterioro.

1) “Desvirtúa los espacios de decisión académica.” Les angustia que el Poder Popular tenga acceso a los espacios académicos porque eso es pura chusma. Contrasta este cuestionamiento con el llamado que hacen a la “sociedad Civil” para que se active en contra la ley. La sociedad civil si es una instancia perfecta, pero el poder popular es una cosa despreciable. Se nota que estos “académicos” en funciones decanales nunca han leído las revistas que las universidades producen.

Si se tiene interés en conocer un poco sobre las “profundidades” de este pronunciamiento, búsquese las que ofrecieron con la Ley Orgánica de educación y se encontraran el mismo argumento: no es no.

evaristomarcano@cantv.net



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Evaristo Marcano Marín


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