(Recordando como fue la política universitaria de la IV república)

Ideas sobre la Educación Universitaria

El tema sobre la educación universitaria aunado a lo que debe ser su reforma a través de la nueva Ley de Educación Universitaria, viene generando toda una confrontación que no es nueva , ya que muchos de los involucrados son los actores de siempre que se oponen y se han opuesto a los cambios que deben operarse en el campo de la educación universitaria para su debida adaptación a los tiempos de comienzo del siglo XXI, y se dice que la confrontación no es nueva ya que en el pasado contemporáneo sus intereses económicos, mercantilistas así como las cuotas de poder académico de esos grupos que se ponían en riesgo, impidieron la reforma universitaria planteada por lo que se dio en llamar la comisión de los sesenta, conformada por diversas personalidades del acontecer nacional, por allá en el año 1981 y que culmino su laborioso e interesante y dilatado trabajo en el año 1986; el informe final presentado por dicha comisión fue presentado al Presidente de la República de ese momento, siendo engavetado, en lugar de haberse dado los pasos necesarios que implicaban aplicar las políticas educativas para corregir la distorsión de la educación llamada superior, es decir , en ese momento la comisión de los sesenta realizo una revisión exhaustiva y una evaluación integra sobre el modelo de educación llegando a proponer los cambios en la misma que permitiera afrontar la formación acertada y pertinente de sus ciudadanos.

A partir de 1958, en lo que se puede llamar “el alba de la democracia”, el crecimiento en educación fue agresivo, violento, creando expectativas en el venezolano común de esperanzas de bienestar social y económico, dándose al escalar la pirámide social de la educación, llevando la educación a un pragmatismo alterándole los principios doctrinarios del alba democrática, y sometiéndola a la concepción meramente reformista, desviando su atención del desarrollo interior del país.

En ese camino, la universidad y la educación universitaria fue deliberadamente aislada de los problemas macrosociales, convertida en instrumento partidista, se convirtió en ente receptor de jóvenes desorientados, consumidora de recursos financieros, desvaneciéndose su razón de ser.

Esa nefasta política, genero una gran contradicción, pues los partidos que gobernaban en el momento (AD, COPEI), prefirieron consolidar su sistema político antes de resolver el problema educativo, cuyo modelo de educación universitaria fortaleció la consolidación de dichos factores en el gobierno, y para ello allanaron las universidades, acabaron con el régimen de anualidades, acabando con la autonomía universitaria al reformar la ley de universidades (1969-1970) atropellando y aniquilando el vigoroso movimiento estudiantil de la época.

La universidad de entonces, dejando de lado a los sectores progresistas de su profesorado, fue penetrada hasta el sol de hoy, por grupos de inescrupulosos, individualidades corruptas, partidos políticos de diferentes ideologías, sectores de la antipolitica, que se han aprovechado de ella, de su fragilidad, explotándola, para reforzar su militancia y personalismos obteniendo mejores provechos en su escalada al poder político y económico, perdiéndose la perspectiva de la institucionalidad universitaria, por el contrario se convirtieron en fuentes empleadoras para pagar compromisos de votos enclaustrados, formando recursos acríticos, apagados intelectualmente, resignados y ganados para el éxito fácil, además desvinculados de su contexto histórico social.

La universidad se fue distanciando de su razón de ser, por lo cual irrumpe en el escenario académico y social el movimiento de la Reforma Universitaria el cual insurge siendo rechazada por los representantes del status de la derecha quien la tildaba y catalogaba de intervencionismo del castro comunismo y por otro lado el rechazo de los representantes de la ortodoxia ideológica de la izquierda del momento.

Es necesario apuntar que para ese momento año 1968 , la universidad tenia pendiente todavía muchas tareas en cuanto a una efectiva democratización interna más profunda y a una inserción social consciente y en sentido progresivo, es decir estaba muy lejos de los principios de la reforma de Córdova la cual planteaba un aliento transformador radical.

Ante la demanda del cupo estudiantil que coincidió con la gran bonanza económica, bonanza esta que capitalizaron los grupos privilegiados profundizándose las diferencias sociales que legitimaba el modelo educativo de entonces, es decir se ahondaba en un proceso de distorsión política de la sociedad política, siendo en este contexto donde la educación padeció ausencia de planificación, masificación de la matricula, importación y transferencias de modelos de enseñanza foráneos , corrupción y enriquecimiento de la casta universitaria, lo cual completaba un cuadro deprimente que soslayaba la academia, colocándose los intereses gremiales (sindicaleros) por encima de lo académico; en suma se genero un conflicto permanente entre los sectores de avanzada contra los sectores gobierneros y la ortodoxia de la izquierda que chocaba con la posición de la dirigencia educativa sumisa, vacía de actitud critica y receptiva a la trasferencia de modelos extranjeros.

Ante el liderazgo que mantenían las universidades llamadas autónomas, se hizo necesario por parte de los sectores oscurantistas de crear Universidades como la de Oriente y Simón Bolívar con la finalidad de ensayar y poner en practica las finalidades del modelo tecnocrático y la implantación de la ahistoricidad , a través de una visión fragmentaria del conocimiento, donde lo técnico priva sobre lo teórico y social, adoptando el credo modernizante de made in USA, creando las bases para el carácter empresarial impuesto a la educación venezolana, con proyectos educativos ligados a los intereses y ventas de materiales y equipos de las compañías transnacionales.

A pesar de la lucha mantenida por los sectores que pugnaban por La reforma universitaria, esta fue ahogada políticamente, la universidad sufrió varios allanamientos, sus autoridades desconocidas e impusieron con metralleta y bayoneta la reforma a ley de universidades, reforma que se consolido con su aprobación en septiembre de 1970 colocándose énfasis en liquidar a las universidades con referencia opositora frente a la dominación imperialista, logrando mayor control del Estado sobre la universidad y así poder pavimentar el camino jurídico para establecer la universidad tecnocrática que desde entonces tenemos hoy, cercando el funcionamiento de las universidades autónomas, se continuo con la creación violenta y apresurada de universidades experimentales e institutos universitarios donde el gobierno de turno imponía sus respectivas autoridades; de esta manera, la universidad de ese momento y hasta ahora, consolido su aparato clientelar para lo cual recarga los pensa de estudios e instaura el régimen semestral logrando desarticular la organización del movimiento estudiantil y el movimiento por la renovación académica, la universidad autónoma fue intervenida y las nuevas autoridades cooptadas, desmontaron con el apoyo de la represión que a sangre y fuego impuso el gobierno de turno, lo poco que se concretó de las propuestas de la renovación académica; después la universidad devino en un carnaval político electoral para designar sus autoridades a través de acuerdos y negociaciones personalistas y partidistas usufructuando lo poco que quedaba de la autonomía universitaria colocándola bajo sus intereses.

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Heriberto Rivera


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