Al caficultor venezolano y trujillano: Juan Gonzales, en Boconó.

Iniciaré este artículo recordando que lo que acá expreso es la sentida preocupación de un caficultor que lleva años trabajando en el campo; leyendo y viendo las lamentaciones en las entrevistas o en los reportajes periodísticos de los caficultores de Guatemala, de Costa Rica, de Colombia, de Perú, del empobrecido "sur" mexicano, de Etiopía o de otros países africanos tan similares a las pauperrimas regiones cafeteras de Venezuela y de otras partes del mundo y que no termina de comprender tanta resignación de los directivos de entidades cafeteras como la Federacion (Colombia), Anacafe (Guatemala); ICAFE (Costa Rica); IHCAFE (Honduras) y de otras, al conocer la desigualdad de la agrocadena global del café.

Desde que se inició la industria mundial de la bebida del café, por allá por los años 1700 y tanto, se les fue asignada a las colonias americanas, africanas y de Indonesia el exclusivo rol de solo ser productores de una materia prima, necesaria para un único fin: "acrecentar las riquezas de quienes controlan el mercado".

Los caficultores del mundo llevamos más de veinte años con los precios más bajos de la historia mundial; si tales valores fuesen llevados a cifras ajustadas a la inflación; y en esas décadas las grandes industrias del mundo han crecido cinco veces más en cuanto a capital; mientras otras industrias de caracter multinacional han surgido.

General Foods, Kraft, Procter & Gamble y Nestlé son ejemplos de ello.

En paralelo, a los caficultores del mundo se nos "ralentiza" la posibilidad del pensamiento crítico con "nuevos modelos de desarrollo cafetero" promovidos desde "Agencias para el Desarrollo" o entidades globales como FAO u ONU que no son sino medios o formas para mantenernos en la "pobreza global" del mundo cafetero; mientras otros "siguen engordando".

Se "inventaron" nuevos modelos (café orgánico certificado, café sostenibles certificados,café bajo sombra certificado, café de comercio justo, café diferenciado, café especiales, café regenerativo; entre muchos otros) para hacer creer a los caficultores que algo estábamos haciendo mal; que era nuestra culpa no obtener rentabilidad, y que en consecuencia debíamos asumir otras "modas" o tendencias modernas del mercadeo del café para poder tener éxito desde las unidades cafeteras.

Algo parecido es lo que la crítica consciente se atreve a mostrar en el artículo publicado el 18 de agosto de 2025; titulado "Las certificaciones añaden valor, pero ¿para quien?"; disponible en:

(https://perfectdailygrind.com/es/2025/08/18/certificaciones-anaden-valor-para-quien/?variation=B&utm_source=Klaviyo&utm_medium=email).

Los caficultores del mundo necesitan con urgencia la unidad de los presidentes de los países cafeteros o de los representantes de cada gremio y así plantear una organización fuerte que les confiera un mayor poder de negociación ante los factores de poder que manipulan el mercado y así afrontar un mercado global del café verde que está sujeto a otros intereses distintos del propio agricultor o productor de café.

Ciertamente, en el pasado existió algo parecido a una Asociación de Países Productores de Cafe pero solo fungió, a nuestro parecer, como un mero instrumento de los países consumidores para lograr sus propósitos o cuidar sus intereses y nunca para delinear planes, programas o políticas para una mayor justicia social entre los productores de café en el

mundo.

Han sido muchos años con un enfoque errado que no atiende las causas verdaderas del por qué de tanta pobreza en las regiones productoras de café.

Algo debe hacerse y el primer paso es hacerse consciente de ello.

Tienen la palabra: Tô Lâm (de Vietnam), Luis Ignacio Lula da Silva (de Brasil) y Gustavo Petro (Colombia); un trio de "izquierdistas" quienes representan a tres países con más del 50 por ciento del café que se produce en el mundo.

Ing. MSc. Freddy A. Colmenárez-Betancourt / 11.585.479 / fantonicbc@gmail.com / Caficultor desde hace más de 25 años y Ex Investigador para el cultivo del café del INIA, ente adscrito al Ministerio de Agricultura en Venezuela / Sanare, Lara, Venezuela 29 de agosto de 2025.