La noticia que embarga al mundo del Deporte es el asesinato del atleta palestino, Suleiman Al-Obeid, apodado el "Pelé palestino", quien significaba mucho más que ser el mejor futbolista de su país. Para muchos, era el gran símbolo de la esperanza, inspiración y superación dentro de una sociedad marcada por la ocupación y constante asedio de Israel. Su muerte, a los 41 años, ha conmocionado a Palestina y al mundo del deporte. La Federación Palestina de Fútbol confirmó ayer la trágica noticia. Al-Obeid fue asesinado por el ejército israelí en el sur de la Franja de Gaza mientras esperaba ayuda humanitaria. En su comunicado, la Federación Palestina fue clara y directa: "fue martirizado después de que las fuerzas israelíes atacaran a quienes esperaban ayuda humanitaria". Un mensaje doloroso, que refleja la crudeza del día a día en Gaza.
Al-Obeid tenía cinco hijos y una historia de superación. Empezó su carrera en el modesto Khadamat Al-Shati, brilló en el Club del Centro Juvenil Al-Amari y dejó su huella en el Club Deportivo de Gaza. Su olfato goleador era conocido en toda la región: más de 100 goles en su carrera, cifras de leyenda para el fútbol palestino. En el campo, hizo historia. Marcó su primer gol internacional contra Yemen en 2010 y defendió la camiseta de Palestina en partidos de clasificación para la Copa Desafío de la AFC y el Mundial de 2014. Para muchos niños y jóvenes, era la prueba de que se puede soñar, incluso en las condiciones más difíciles.
Dos jóvenes futbolistas palestinos fueron asesinados por el Ejército Israelí mientras hacían fila para obtener ayuda humanitaria. Ya son más de 200 futbolistas asesinados en Gaza desde el 7 de octubre de 2023.
⚽️ Creemos que estos graves crímenes contra el deporte deben… pic.twitter.com/VJOAJCdhSU— Club Deportivo Palestino (@CDPalestinoSADP) June 18, 2025
Por desgracia, su historia se suma a una larga lista de víctimas en el fútbol palestino. Según la propia Federación Palestina, 321 personas relacionadas con este deporte han perdido la vida desde el inicio de la guerra: jugadores, entrenadores, árbitros y directivos. Un drama colectivo que no encuentra final.
Hast ahora Israel no distingue y asesina a mujeres, niños, ancianos, intelectuales, periodistas, médicos, paramédicos, activistas humanitarios, convirtiéndose en los nuevos nazis que quieren desaparecer de la faz de la tierra a todo el pueblo palestino, sin que hasta ahora las naciones más poderosas decidan de una vez por todas acabar con este holocausto.