¡La democracia ha muerto!

"Dios ha muerto", esta expresión filosófica se le atribuye al filósofo alemán Friedrich Nietzsche y como cualquier expresión u opinión aquella es susceptible a la interpretación. Algunos consideran que tal aseveración no se refiere a la muerte literal de una entidad divina, sino a la pérdida de influencia y credibilidad de la idea de Dios como fundamento de valores morales, el orden cósmico y la autoridad de la sociedad moderna. En el entendido, según conciben algunos, que el intelectual germano, con dicha frase pretendió describir un momento histórico cuando la fe en un dios cristiano ya no podía sostener los valores que antes guiaba a la humanidad.

La frase en cuestión refuerza la idea que ni las divinidades ni las instituciones son eternas, tienen tiempo de caducidad, esto debido a la falta de credibilidad y confianza en aquellas, además, por su incapacidad para resolver, a través del tiempo, los problemas que agobian a los humanos. Es por eso que desaparecieron miles de dioses adorados a lo largo de toda la geografía del planeta durante milenios pasados. De igual modo eclipsaron religiones que dominaron vastos territorios, así mismo, se esfumaron las monarquías y los imperios, aunque en Europa quedan algunos restos de aquellas desgastadas y vetustas realezas. Paralelo a estos modos de gobernar también se oscurecieron modelos económicos como el latifundio, que no hubiese surgido sin el apoyo de la Iglesia Católica, dado que esta institución era dueña de inmensas cantidades de comarcas tanto en América, como en Europa, Asia y África.

Como se ve ni los dioses, ni las religiones ni tampoco los modelos económicos y políticos son permanentes. Con la desaparición del latifundio emerge la revolución industrial y con esta el capitalismo, hoy en vía de desaparición, respaldado por la iglesia protestante durante de la Reforma.

Al finalizar la Primera Guerra Mundial comienza el oscurecimiento paulatino de las monarquías y por consiguiente de los imperios, los mismos que llevaron a la miseria los pueblos gobernados por la realeza. Después del eclipse político-económico aquellos promueven en el mundo capitalista algo inventado por los griegos, la llamada democracia burguesa, la cual contribuyó a que los ricos se hicieran más ricos y los pobres más pobres. Fueron los caducos imperios europeos, hoy constituidos en republicas, los antiguos "amos y señores" de las colonias africanas, americanas, asiáticas y australianas los propiciadores de los gobiernos del pueblo, para el pueblo y por el pueblo. Los mismos imperios racistas cuyos ricos se hicieron más ricos con el negocio de tráfico humano (esclavitud) hoy favorecen la creación de gobiernos democráticos en las antiguas tierras subyugadas por los arcaicos absolutismos.

Después de la Segunda Guerra Mundial, bajo una Europa arruinada, surge el nuevo adalid de la "democracia burguesa Capitalistas", se trata de EEUU que se convertirá en el país más poderoso del mundo occidental, tanto militarmente como desde el punto de vista financiero. Esta democracia bipartidista, representativa de las corporaciones financieras, la misma que impuso dictaduras militares en Centro, Sudamérica, Asia y África, así mismo, la responsables de invasiones, asesinatos de líderes, de la creación de monopolios, del robo de materia prima, de la injerencia en la política de otras naciones, además de la explotación de trabajadores, fue la encargada de velar por los intereses de las empresas estadounidenses en todos los lugares del mundo, para esto contaba con la permanencia de 800 bases militares a lo largo del planeta.

Los pueblos advirtieron que la única participación de estos en la democracia burguesa era la asistencia al lugar de votación para depositar la papeleta y así seleccionar por el voto universal, directo y secreto, bien al presidente, o senadores, diputados, concejales, gobernadores, entre tantos elegibles. Con el tiempo los electores de los países democráticos advirtieron que aparte del acto de votación, aquellos no tenían participación en las decisiones del gobierno. Los votantes se dieron cuenta del mal uso que hicieron los funcionarios de las arcas del estado; el incumplimiento sobre la solución de los problemas de salud, educación, el fin de la miseria, el acceso al agua potable, el servicio de luz, alimentación, buenos salarios, acceso a un empleo y vivienda, es decir, la llamada democracia en las que muchos hombre y mujeres tenían fe no podían sostener los valores con los que alardeaban los demócratas en sus discursos. Fue entonces cuando la democracia fue perdiendo influencia y credibilidad en los en los fundamentos que sustentaban los gobiernos elegidos por el voto popular.

La democracia ha muerto porque los demócratas la asesinaron y el actual adalid de la democracia bipartidista, representativa de las corporaciones financieras, Donald Trump, terminó por enterrarla. Ciertamente, el gordinflón Trump con su proceder en su segundo mandato está demostrando el verdadero proceder de un gobierno democrático burgués que responde a los intereses de una élite, sobre todo la que aglutina a los rubios, ricos y cristiano.

El colorado Trump viola descaradamente la constitución de los EEUU, pasando por encima del poder judicial despidiendo y encarcelando a los jueces y funcionarios que se opongan sus decisiones; apoya y respalda a gobierno genocidas como el gobierno sionista de Israel, presidido por el criminal Netanyahu en su afán de expansión y exterminar al pueblo Palestino; se opone en el Consejo de Seguridad de la ONU a toda propuesta paz con relación al pueblo palestino; desconoce en forma descarada los lineamentos procedentes de la ONU vinculados a la violación de los derechos humanos; persigue, encarcela, secuestra y tortura a los inmigrantes de toda partes del mundo que laboran en EEUU; aplica medidas coercitivas unilaterales a otros países causando graves daños a la poblaciones en diferentes partes del mundo, sobre todo a la gente más empobrecida; se asume como autoridad mundial para reconocer o no presidentes elegidos por el votos popular, para certificar a países que luchan contra las drogas y el terrorismo; amenazan los países en el área del mar Caribe con naves militares y submarinos nucleares bajo el pretexto de la lucha antidrogas, violando así tratados internacionales. Aunado a lo anterior desata una guerra de aranceles en ámbito internacional en una política proteccionista, violando los códigos internacionales de comercio; atenta contra la libertad de expresión cerrando programas de televisión, demando judicialmente a la prensa y maltrata a los periodistas que asisten a la Casa Blanca a las ruedas de prensa; propicia el racismo, apoyando instituciones y políticos que denigran de los afroamericanos, los hispanos y otras etnias; ha hecho de la mentira una forma de hacer política acusando a China de inventar y difundir el coronavirus; de incluir a Cuba en la lista de países que apoyan el terrorismo; de acusar a Venezuela, sin ningún tipo de pruebas, de ser narcoterrorista y de constituir una amenaza para el gobierno de EEUU, así mismo, acusa sin pruebas al presidente Maduro de dirigir el Tren de Aragua y el Cartel de los Soles, organizaciones criminales que solo existe en el imaginario del gordinflón; culpa a Venezuela de la droga que entra a EEUU, a pesar que la ONU, la DEA y otras agencias de EEUU declaran que nuestra país no exporta estupefacientes; acusa a México de ser los responsable de los problemas de drogadicción de EEUU, a pesar que son los fabricantes de armas de EEUU los que le venden la armas a los carteles de las drogas; no investiga ni denuncia a los bancos y entidades financiera de EEUU que lavan dinero proveniente del negocios de las drogas, los verdaderos carteles made in USA. Utilizando la mentira acusa a México, Colombia. Venezuela, China y otros países sobre el problema de la adicción de drogas en EEUU, pero se desconoce algún proyecto tendente a disminuir el consumo de drogas entre sus habitantes. Tampoco hace nada para reducir los asesinatos a mansalva que continuamente se producen los colegios, centro comerciales y sitos concurridos en diversas ciudades de la Unión como consecuencia de la venta indiscriminada de armas, uno de los negocios más rentables de EEUU. Podría seguir enumerando otras situaciones en la que se demuestra la forma de como el nuevo inquilino de la Casa Blanca enterró la democracia, "la mejor forma de gobierno" según algunos eruditos.

Con lo que respecta a los gobiernos de las democracias burguesas de la UE no se diferencia en mucho a la de EEUU: estos países se unificaron en una sola entidad, no para el beneficio de los agricultores, obreros y empleados, lo hicieron para que los empresarios europeos se hicieran más ricos. La UE es aliada de la OTAN, una organización militar criminal responsables de bombardeos indiscriminado sobre Yugoslavia en 1999, culpable de la masacre que sufrió Afganistán, la intervención soterrada de la OTAN en la guerra de Ucrania. Esta organización militar, amparada en un estatuto ofensiva extraterritorial se caracteriza por las agresiones armadas a otros territorios, violando sistemáticamente el derecho internacional humanitario contenido en los Convenios de Ginebra de 1949, actuando oficialmente como la OTAN o en coaliciones con algunas potencias occidentales. Así mismo, al igual que el gobierno de EEUU la UE aplica medidas coercitivas ilegales a gobiernos como Rusia, China, Venezuela, Nicaragua y otros. Da la impresión, por su avasallamiento, que la UE se comporta como el 51 estado de la Unión

La pandemia del COVID puso en evidencia lo desasistido que está el pueblo europeo quienes murieron por miles por falta de una buena sanidad pública; de igual manera, se advierte una carencia de viviendas debido a los altos costo de la construcción y los terrenos, sin contar el alto costo de la vida. El bombardeo del gasoducto de Nord Stream puso en evidencia la prioridad de los negocios gringos que le vende este combustible a precio más elevado que el gas proveniente de Rusia. Es la democracia burguesa europea la que junto con la de EEUU le envía misiles al gobierno sionista de Israel para que continúe el genocidio contra el pueblo palestino. Es la democracia burguesa europea la que maltrata y reprime a los manifestantes que piden el fin del extermino del pueblo palestino, la misma que lastima y culpa de delincuentes a los refugiados provenientes de África que llegan a las costas de Europa en patera. Olvidan que estos migrantes son los herederos de las antiguas colonias africanas saqueadas por los colonizadores rubios, ricos y cristianos europeos, además de esclavizar a sus naturales. Es esta la democracia que actualmente está muerta, porque los demócratas la asesinaron.

Los humanos romantizaron la democracia bajo la falacia de ser el mejor gobierno, algo que no es verdad: los hombres son imperfectos, estos no pueden inventar gobiernos perfectos, estos no existen. Por eso la democracia burguesa murió, se llenó de imperfecciones y se intoxicó. Bien lo expresó el pensador francés Jean Jacques Rousseau: "Si hubiese una nación de dioses, estos se gobernarían democráticamente; pero un gobierno tan perfecto no es adecuado para los hombres". Lee que algo queda.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1077 veces.



Enoc Sánchez


Visite el perfil de Enoc Sánchez para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Enoc Sánchez

Enoc Sánchez

Más artículos de este autor


Notas relacionadas

Revise artículos similares en la sección:
Por los Derechos Humanos contra la Impunidad