Ya no estaría Amoroso en el CNE. Entonces, estaría SUMATE. El invasor pondría su propio gobierno a su satisfacción, hecho a su medida y hay apátridas que andan en eso, desde hace tiempo. Ya no habría soberanía. Los estados fronterizos ricos en minerales podrían ser convertidos en pequeños países para beneficio del invasor. Se crearían nuevas instituciones, leyes y otras soluciones jurídicas para gobernar el territorio ocupado. El invasor aprovecharía a tener todos los beneficios que le daría el país invadido.
Comenzaría una verdadera guerra clandestina. La paz general será más difícil de lograr. Los que critican a este gobierno tendrían que redoblar sus esfuerzos de unidad en torno a la izquierda o se terminan de pegar a la cola del invasor. Habría más resistencia de la que hay, actualmente, en contra de Maduro, por ende seguiría la inestabilidad política. Persistirían las diferencias políticas. María corina muy oronda y satisfecha al lado del invasor. El país podría pasar a ser gobernado con rigor político y económico por potencias distintas al país invasor.
Igualmente, bajo la premisa capitalista la prensa será censurada, sino vean lo que ha hecho Trump con los medios de comunicación en su país. Del mismo modo, nadie puede decir que un supuesto invasor a nuestro país, dejaría de censurar a la prensa, ni dejaría de aplicar la ley a su modo, ni dejaría de perseguir a los trabajadores(Milei es el mejor ejemplo en contra de los trabajadores). De derechos humanos, ni hablar. El mundo en eterna guerra es un campo de violación permanente de los derechos humanos. Y el invasor cuando invade, de hecho ya está violando Derechos humanos. Para eso no hay defensores, la opinión del invasor es la que vale y supongo que nadie se quejaría, porque el que viola los derechos humanos es el preferido de quienes clamaban por una invasión.
No habría quien defendiera los derechos humanos de los chavistas, perseguidos hasta en las catacumbas. Igualmente, los periodistas pro Chávez/Maduro también serian detenidos; el matraqueo y extorsión serian peores. Los salarios seguirían siendo los más bajos del mundo, pero sin los bonos de guerra por parecer mucho dinero para los capitalistas, podrían ser eliminados y verlos los economistas de la invasión con los ojos de Milei en Argentina, que puso al pueblo a pasar las de Cain. Si la invasión llega, los trabajadores, incluyendo a los maestros y docentes universitarios, una vez perdidos los bonos posiblemente comentarán "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde".
Que llegue una invasión a Venezuela, no significa que mejorará el futuro de los venezolanos, al contrario puede empeorar. Definitivamente, el invasor eliminará completamente la cajita CLAP. La gasolina se venderá en dólares, no habrá subsidios y la gente añorará las colas para echar gasolina. Posiblemente, la moneda se devaluaría aun más, "Hasta el final". No habrá elecciones por mucho tiempo y es seguro que SUMATE, cuando las haga, ofrecerá resultados como los que se dieron en las primarias de María Corina.
En un gobierno invasor, ninguna persona será resguardada, porque la represión seria tenebrosa, no solo en Caracas, sino en todos los sitios que huelan a chavismo. He dicho.
