El señor Vivas Santana y las fake news

Una vez que estuve en el programa Vladimir a la 1, el conocido periodista me preguntó mi opinión sobre el caso de Fernando Albán. Le respondí a Vladimir que soy un fanático de la realidad, y por lo tanto trato de no basar mis opiniones ni en versiones ni en teorías conspirativas no comprobadas, ni en rumores. Le dije que yo no estaba allí el día que el señor Albán murió, ni había participado de las investigaciones y ni siquiera tengo conocidos en el SEBIN que pudieran informarme con algún conocimiento de causa sobre lo sucedido. Por lo tanto, opinar sobre ese hecho era para mí una temeridad. Lo único que puse en duda es que hubiera sido un asesinato ordenado por el Gobierno, debido a una figura que una vez me dio a conocer Germán Mundaraín, que se llama "indicio de interés" ¿en qué podía beneficiar al Gobierno el asesinato del señor Albán? Pero aparte de eso, cualquier cosa puede haber ocurrido ¿A qué viene este cuento?

Cuando comencé a leer artículos en Aporrea sobre el caso del señor Vivas Santana, le comenté a algún allegado que me parecía sorprendente que se dijera que el señor estaba desaparecido, pues no había visto a ningún familiar del mismo haciendo una denuncia tal, en ningún medio de comunicación o en la Fiscalía ¿Por qué había de créele a un pequeño grupo de articulistas de este portal? Me preguntaba si el señor Vivas no tendría una esposa, un hijo, unos padres, un sobrino que vieran por él ¿O era que el señor no tenía familia o que la familia no lo quería? Luego no me pareció conveniente creer que el señor estaba preso por sus opiniones en Aporrea, que aunque en general no las comparto, no me parece que constituyan ninguna amenaza contra el Gobierno. Hay otros articulistas ahí, como Toby Valderrama, por ejemplo, que escriben con más frecuencia y de manera más radical contra el Gobierno, y no está presos por eso. Me preguntaba yo ¿y si Vivas está preso por algún delito común? ¿Si se robó algo? ¿Si incurrió en grave violencia doméstica? Cualquier cosa podía yo especular, y no sería sino precisamente eso, especulaciones, tanto como la de decir que estaba preso por sus opiniones. Decidí no referirme a ese caso mientras no tuviera los pelos en la mano, porque ya tengo suficiente con el desborde de teorías conspirativas, recomendaciones "sanitarias" piratas, noticias no comprobadas y otras demasías vinculadas al coronavirus.

En fin, poco a poco las cosas se me han ido aclarando. Primero que nada debo hacer mención de una carta, publicada en este mismo medio, firmada por la señora Olys Velásquez, esposa del señor Vivas Santana, un texto por cierto muy equilibrado, que muestra genuina preocupación por la situación de su ser querido y que es ajeno a todo intento de manipulación política, y donde hace peticiones que en su mayoría se me parecen justas. Allí queda claro que todas las denuncias sobre la supuesta "desaparición" del señor Vivas son falsas. Según cuenta la señora Velásquez, el mencionado ciudadano fue detenido el 25 de marzo en Margarita y trasladado tres días después, el 28, a la sede del DGCIM en Boleíta, Caracas. El 4 de abril se realizó la primera audiencia indagatoria en la ciudad capital. No estaba desaparecido y lamentablemente tampoco de parranda, estaba y está preso, en lugar conocido por su familia.

¿Y por qué está preso el señor Vivas Santana? Por delitos comunes tipificados en las leyes de la República, tal como señala en buen artículo, con pelos y señales, el señor Cecil Gerardo Pérez. El señor Vivas no solo expuso públicamente imágenes de carácter privado de una teniente de la FANB, sino que además la sometió al escarnio público al revelar detalles de su identidad y otros. Es un comportamiento condenable, a todas luces, cometido contra una dama y contra su familia, que se ve también afectada por el escarnio mal intencionado.

Por supuesto, el señor Vivas Santana tiene derechos que deben ser respetados. Apoyo la solicitud de su esposa para que se le suministre de manera inmediata los medicamentos que requieren sus patologías. Una vez que una persona es hecha presa, su salud y su integridad física pasan a ser responsabilidad principalmente de sus custodios. Igualmente creo que debería ser trasladado a un lugar de reclusión donde se faciliten las visitas de su familia y allegados.

Yo no estoy en desacuerdo con que los comunicadores muestren preocupación por los derechos humanos y por un ciudadano preso. Pero creo que deben hacerlo con responsabilidad y ateniéndose a los hechos. Todos tenemos siempre la ocasión y la posibilidad de aprender algo.

Finalmente, creo que el señor Vivas Santana necesita en esta circunstancia, más que unos comunicadores sociales en algún medio, los servicios de un buen abogado.



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Néstor Francia


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