Rastros del tiempo (IX)

Tradición de las fiestas en homenaje a la Virgen Mártir Santa Inés

Desde los primeros años después de la crucifixión de Jesús, los cristianos habían sido objeto de discriminación a nivel local en el Imperio, aunque los primeros emperadores se mostraron reacios a la posibilidad de formular leyes directamente contra el cristianismo, es a partir de año 303 d.C. que se impone la persecución de Diocleciano, que conforma una tetrarquía con Maximiano y los césares Galerio y Constancio, emitiendo una serie de edictos, que abolían los derechos legales de los cristianos y exigían a la vez que cumplieran con las prácticas religiosas tradicionales, de imperio Romano.

En Roma, el cristianismo había sido visto como una amenaza para las tradiciones del Imperio, la Doctrina cristiana era considerada como promotora de una "sociedad secreta", de la cual siempre se sospechaba y por estrictas razones, era mantenidos los cristianos, al margen de los predios sociales de la época. La persecución de Diocleciano se convirtió en la mayor y más sangrienta del imperio romano, contra los seguidores de Cristo, siendo condenados a muerte, si se negaban a santificar a los dioses de la tradición romana antigua.

En los rastros del tiempo indagamos, a propósito de la festividades de la Virgen Mártir Santa Inés, celebradas en muchos pueblos del mundo y por ende en Venezuela, el día 21 de Enero, nos encontramos información sobre los textos narrativos de la muerte de los mártires, mejor conocidos como las "Actas de los mártires", que son escritos en el siglo V, donde se narran los martirios sufridos por los cristianos condenados a la pena de muerte, por sostener con solidez los fundamentos de la doctrina cristiana.

En estos escritos se puede leer que Inés, nació en Roma en el año 291 d.C. y es martirizada en el 304 d.C. víctima de la persecución de Diocleciano. Se cuenta que era una bella joven proveniente de una noble familia romana, que tuvo varios pretendientes, a los que rechazó por declararse fiel amante de Cristo. Se cuenta en las Actas, que un día volviendo del colegio, la niña Inés, se encontró con el hijo del alcalde de Roma, el cual se enamoró de ella y le prometió grandes regalos a cambio de la promesa de matrimonio. Ella respondió: "He sido solicitada por otro Amante. Yo amo a Cristo. Seré la esposa de Aquel cuya Madre es Virgen; lo amaré y seguiré siendo casta".

El joven recurre a su padre, el alcalde, y la acusa de ser cristiana. Este la hace apresar. La amenazan con quemarla viva en la hoguera, si no reniega de su religión, pero no teme a las llamas. Fue juzgada y sentenciada a vivir en un prostíbulo, donde milagrosamente se escapa, protegiendo se virginidad. Entonces es nuevamente apresada y la condenan a morir degollada y cuando iba a ser decapitada, el verdugo intentó que renunciase al cristianismo, a lo que ella respondió: "Injuria sería para mi Esposo que yo pretendiera agradar a otro. Me entregaré solo a aquél que primero me eligió. ¿Qué esperas, verdugo? Perezca este cuerpo que puede ser amado por ojos que detesto". Estas fueron las últimas palabras de aquella niña, de apenas unos trece años, según las Actas de los mártires. Sus padres recogen el cadáver. La sepultan en el sepulcro paterno. Pocos días después su hermana Emerenciana cae martirizada a pedradas, por estar rezando en el sepulcro de Inés.

A lo largo de los años, Santa Inés ha sido invocada como intercesora en la solución de problemas, especialmente aquellos relacionados con la pureza y la juventud. Se le atribuyen varios milagros, tales como curaciones y protección de jóvenes, ante las adversidades. La devoción hacia Santa Inés ha tenido una dimensión mística, alentando a los fieles a buscar su ayuda ante problemas y tribulaciones.

En Venezuela, la devoción a Santa Inés se ha arraigado en diversas comunidades. Los pueblos y ciudades donde se celebra esta devoción incluyen, generalmente misas, procesiones, romerías y otras actividades religiosas que congregan a la comunidad en honor a la Virgen Mártir; especialmente en el contexto venezolano, que aparte de ser patrona de diversas ciudades y pueblos, su nombre ha sido adoptado en varios lugares, lo que refleja la fuerte tradición de fe, que tiene un digno impacto en la vida religiosa, de diversas localidades venezolanas, por nombrar algunas: Santa Inés de Cumaná, Santa Inés de Barinas, Santa Inés del municipio Urdaneta en el estado Lara, entre muchas otras comunidades, donde la devoción se manifiesta a través de festividades, procesiones y la construcción de una identidad comunitaria, en torno a su figura, concluyendo que la historia de la Virgen Mártir Santa Inés, representa un emblema de valentía y pureza en el cristianismo.



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Reinaldo Chirinos

Licenciado en Educación Mención Desarrollo Cultural. Facilitador del INCES.

 reinaldoc06@gmail.com

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