A 271 años del natalicio de Francisco de Miranda

La Coordinadora Simón Bolívar rinde homenaje a 271 años de su natalicio, Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez Espinoza, el Precursor de la Emancipación Americana contra el Imperio español.

Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez Espinoza, conocido como Francisco de Miranda.
Caracas, 28 de marzo de 1750-San Fernando, provincia de Cádiz, 14 de julio de 1816, fue un político, militar, diplomático, escritor, humanista e ideólogo venezolano considerado El Precursor de la Emancipación Americana contra el Imperio español. Conocido como El Primer Venezolano Universal y El Americano más Universal, participó en la Independencia de los Estados Unidos, la Revolución francesa, acontecimiento del cual fue protagonista destacado por lo que le fue otorgado el título de Héroe de la Revolución, y posteriormente en la Independencia de Venezuela, siendo líder de los Patriota y gobernante de la Primera República de Venezuela.

Destacó en la política como un firme defensor de la independencia y la soberanía de las naciones en el ámbito internacional. Militó con los girondinos en Francia, fue firmante del Acta de la Declaración de Independencia de Venezuela e impulsor y líder de la Sociedad Patriótica. También fue el creador del proyecto geopolítico conocido como Gran Colombia que Simón Bolívar trataría de llevar a cabo tras la liberación de los territorios que hoy conforman Colombia, Panamá, Ecuador y Venezuela en 1826, aspirando a unificarlos en una sola nación.

Al militar en las filas de los ejércitos español y francés, alcanzó los rangos de coronel y mariscal, respectivamente. Además, obtuvo el grado de coronel en el ejército ruso, concedido por Catalina II la Grande, y fue el primer comandante en jefe de los ejércitos venezolanos, ostentando el título de generalísimo. Su carrera militar contempla su participación en cuatro contiendas: el sitio de Melilla (1774-1775) y la Invasión española de Argel de 1775 en el norte de África, la Guerra de Independencia Estadounidense, las Guerras Revolucionarias Francesas y la Guerra de Independencia de Venezuela. Entre sus gestas militares destacan su actuación en el sitio de Melilla, la batalla de Pensacola en Estados Unidos y la batalla de Valmy en Francia. Miranda fue combatiente destacado en tres continentes: África, América y Europa.

Su nombre está grabado en el Arco del Triunfo de París. Su retrato forma parte de la Galería de los Personajes en el palacio de Versalles; su estatua se encuentra frente a la del general Kellerman en el Campo de Valmy, Francia.

Los orígenes de Francisco de Miranda fueron relativamente humildes. Su padre, Sebastián de Miranda Ravelo, nació el 12 de septiembre de 1721 en Puerto de la Cruz,población del valle de La Orotava, en Tenerife (Islas Canarias). Fue bautizado en la parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia diez días más tarde. Era hijo de Gabriel de Miranda, nacido también en Puerto de la Cruz el 6 de noviembre de 1686, y de María de la Concepción Ravelo de León, hija de Domingo de Sosa de León y de Catalina Ravelo.

España se involucró en la Guerra de Independencia de Estados Unidos con el objetivo de ampliar sus territorios en Luisiana, recuperar Florida y obligar a Gran Bretaña a mantener varios frentes bélicos simultáneamente y procurar, de paso, recuperar Gibraltar. El capitán general de la Luisiana española, Bernardo de Gálvez, atacó en 1779 a los británicos en Baton Rouge y Natchez, consiguiendo liberar la cuenca baja del río Misisipi de fuerzas hostiles que pudieran amenazar su capital, Nueva Orleans.

Miranda viajó con las fuerzas de Cajigal que salieron de La Habana el 9 de abril de 1781 para participar en la batalla de Pensacola, acción militar que culminó el 8 de mayo de 1781 con victoria de las fuerzas españolas. Miranda fue ascendido a teniente coronel por su labor en la planificación y estudio del terreno.

Miranda permaneció destacado un tiempo en Pensacola, continuó adquiriendo libros para aumentar su biblioteca personal y compró cuatro esclavos negros para proveerse de servicio doméstico. Poco después, Cajigal le encargó que descubriera secretamente la situación militar británica en Jamaica bajo el pretexto formal de ser un comisionado español encargado de negociar un convenio de intercambio de prisioneros. Tras recibir el despacho oficial encomendándole la misión, Miranda se embarcó con rumbo a Jamaica, vía Batabanó, y llegó a Kingston el 20 de septiembre de 1781.

La eficiencia demostrada por Miranda en las Bahamas le valió entonces la recomendación de Cajigal para que fuera ascendido a coronel y pasó a estar bajo las órdenes del comandante general de las fuerzas españolas en Cuba, Bernardo de Gálvez, como ayudante de campo en la población de Guárico, del Saint Domingue francés, en la isla de La Española.

Al no concretarse la invasión de Jamaica, las prioridades para las autoridades españolas cambiaron y por consiguiente el proceso de la Inquisición contra Miranda tomó un nuevo impulso. Con el tiempo los problemas de Miranda con la Inquisición se complicaron y las autoridades enviaron a Miranda a La Habana para ser arrestado y enviado a España, pero cuando en febrero de 1783, el Ministro de Indias José de Gálvez envió al Capitán General de La Habana Don Luis de Unzaga y Amézaga 'le Conciliateur' para arrestar a Miranda, esta información le llegó a Miranda, quien supo que en España no iba a tener un juicio justo, de esta manera pudo, por diversas circunstancias, frustrar estos planes para su arresto y lo logra, con la ayuda de Cajigal y el estadounidense James Seagrove, que organizaron su viaje en un barco que partió el 1 de junio de 1783 con destino a Estados Unidos donde el 10 de julio de 1783 en New Bern. Durante el tiempo que estuvo en Estados Unidos, Miranda realizó un estudio crítico sobre sus defensas militares en el que demostró un conocimiento amplio sobre el desarrollo del conflicto norteamericano y sus circunstancias.

Allí Miranda preparó y fijó la técnica de correspondencia que usó durante el resto de su viaje, en el que conoce a las personas mediante el obsequio y préstamo de libros, y examina la cultura y las costumbres de los sitios por los que pasa de una forma metódica. Pasa por Charleston, Filadelfia y Boston, y va tratando con diversos personajes de la sociedad estadounidense en veladas y paseos, en los que llegó a tener algunas aventuras amorosas que Miranda mismo calificó de intrascendentes hasta llegar a Nueva York.

La permanencia de Miranda en los Estados Unidos solo se vio afectada por el conflicto de intereses entre Francia y España en este país después de la guerra, ya que los franceses no estaban interesados en que se divulgaran demasiado los aspectos negativos de su intervención en el conflicto, y el fracaso de la invasión de Jamaica era uno de ellos. Al parecer se habían enviado informes desde La Habana al gobierno norteamericano que acusaban a Miranda como un traidor y desertor, informes que fueron divulgados por los franceses para perjudicarle, puesto que él era la única persona que podía desmentir la acusación del fracaso de la invasión de Jamaica como responsabilidad de España. La difusión de estos informes hizo que la situación de Miranda fuera comprometida, dado que no podía defenderse sin divulgar los detalles de su misión de espionaje en Jamaica que eran secreto de Estado, y por lo tanto, ante esta situación, decide marcharse a Inglaterra.

En 1791, Miranda tomó parte activa en la Revolución francesa. En París, hizo amistad con los girondinos Jacques Pierre Brissot y Jérôme Pétion de Villeneuve. Sirvió brevemente como general en una sección del Ejército revolucionario francés (llamado entonces «La Convención») que luchó en la campaña de 1792 para detener el avance del ejército prusiano, dirigido por el duque de Brunswick-Luneburgo, cuyo objetivo era invadir Francia desde los Países Bajos. Miranda alcanzó el grado de mariscal de Francia bajo el mando de Charles François Dumouriez. Durante la campaña participó en las batallas de Argonne, Wargemoulin, Amberes, Lieja, Tongres, Paliemberg y Valmy, donde llegó a ser segundo jefe del ejército del norte, del cual se separaría por grandes diferencias con Dumouriez tras haber replegado sus tropas en Maastricht.

Su contribución más grande está, probablemente, en las guerras de independencia hispanoamericanas. Miranda tuvo la visión de un gran imperio independiente que agrupara a todos los territorios que estaban en poder de españoles y portugueses desde la margen derecha del río Misisipi en el norte hasta la Tierra del Fuego en el extremo sur del continente. El imperio estaría bajo dirección de un emperador hereditario llamado Inca para apaciguar a las etnias indígenas y tendría una legislatura bicameral. Concibió el nombre Colombia para este imperio, inspirándose en Cristóbal Colón.

El 9 de noviembre de 1804, Miranda desembarca en Nueva York procedente del Reino Unido. Allí, permaneció algo más de un año y mantuvo contactos con destacadas personalidades públicas, como el presidente Jefferson y el secretario de Estado Madison, y privadas, como Jacob Lewis, comerciante de Puerto Príncipe, y el coronel William Stephens Smith, a la sazón inspector del puerto de Nueva York y a quien conocía desde 1783. Fue Smith quien le puso en contacto con el armador y contrabandista norteamericano Samuel G. Ogden, propietario de una corbeta que Miranda contrató y que rebautizó en inglés con el nombre de su hijo Leandro. El Marqués Casa de Irujo, Embajador de España en Washington, denunció el apoyo prestado al general Miranda para invadir a Venezuela violando la Ley de Neutralidad de 1794.

El 19 de abril de 1810, Venezuela inició su proceso independentista, por lo que Simón Bolívar y Andrés Bello persuadieron a Miranda, en misión diplomática en Londres, para que volviera a su tierra natal. Cuando lo hizo, Miranda fue recibido con honores en el Puerto de La Guaira. En Caracas se le confiere el grado de general del ejército y funda la Sociedad Patriótica, que se convertirá en la principal promotora del rompimiento con España. Posteriormente es elegido diputado por El Baúl, en la provincia de Caracas, al congreso constituyente de 1811. El 5 de julio de 1811, tuvo el honor de firmar el Acta de la Declaración de Independencia de Venezuela. Más tarde, ante el avance de las tropas españolas al mando de Domingo Monteverde en 1812, asumió la presidencia con poderes discrecionales, tras ser nombrado el 23 de abril dictador por el Triunvirato ejecutivo con el rango de generalísimo.

Las fuerzas realistas contraatacaron, pero Miranda era incapaz de pasar a la ofensiva por las constantes deserciones que se daban en sus tropas, situación agravada por el Terremoto de Venezuela de 1812 (26 de marzo) que afectó en su mayoría a centros poblados bajo control de los patriotas, además de la impopularidad de la causa de la independencia en la sociedad venezolana. Miranda intentó resistir el ataque realista pero la caída de la plaza de Puerto Cabello (bajo el comando de Simón Bolívar), la rebelión de los esclavos de Barlovento, así como el creciente número de los ejércitos españoles que le atacaban (Monteverde desde Valencia y Yáñez desde Calabozo), le hicieron imposible resistir.

Temiendo una derrota brutal y desesperado, en correspondencia con las facultades otorgadas por el Triunvirato ejecutivo, que en el Decreto del 23 de abril de 1812, le había otorgado el cargo de dictador plenipotenciario y jefe supremo, con rango de generalísimo, Miranda firma la capitulación del ejército patriota, el 25 de julio de 1812, en la ciudad de San Mateo.

La firma de la capitulación generaría confusión y se interpretaría como una traición, por lo que antes de embarcarse en el puerto de La Guaira y salir rumbo al exterior para proseguir la lucha, un grupo de oficiales dirigidos por Bolívar apresaron a Miranda, y el coronel José Mires lo encerró en el fuerte San Carlos el día 31 de julio. Al parecer, la intención de Bolívar habría sido fusilarlo por considerar que el pacto de San Mateo era un acto de traición, pero finalmente, atendiendo diversos consejos, Miranda fue encarcelado bajo el coronel Manuel María de las Casas, comandante militar del puerto, quien en secreto se pasó al bando español, entregando a Miranda a Domingo de Monteverde, junto con los demás refugiados que no habían conseguido zarpar (Simón Bolívar desconocía la traición de Manuel María de las Casas, y se dirigió entonces a Caracas, ya en manos de los realistas, donde gracias a la intercesión de algunas amistades en el bando enemigo, obtuvo un pasaporte de Domingo de Monteverde, de quien se dice que expresó textualmente "Debe satisfacerse el pedido del coronel Bolívar, como recompensa al servicio prestado al rey de España con la entrega de Miranda", tiempo después de salir de Venezuela, Bolívar regresaría a reiniciar la guerra).

Desde el puerto de La Guaira, Miranda fue trasladado cuartel San Carlos de Caracas y de allí al castillo San Felipe de Puerto Cabello, donde a principios de 1813 escribe desde su celda un memorial a la Real Audiencia de Caracas exigiendo el cumplimiento de la capitulación de San Mateo. El 4 de junio de 1813 es trasladado al Castillo San Felipe del Morro, ubicado en Puerto Rico, y de allí a España, donde es encerrado en una celda alta y espaciosa en el penal de las Cuatro Torres del arsenal de la Carraca, en San Fernando. Aquí sólo recibió pocas noticias y ayuda de algunos amigos. Miranda planea escapar hacia Gibraltar, pero un ataque cerebrovascular frustra sus planes y muere, a los 66 años de edad, el 14 de julio de 1816.

Arriba los que luchan ! ! !

Solo la lucha nos hará libres ! ! !
Reafirmando rebeldías y construyendo las próximas insurgencias ! ! !

Coordinadora Simón Bolívar
Organización de Izquierda
Caracas - Venezuela ????????.
Marzo 2021.



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