¡Otro venezolano colmado de grandeza!

Este venezolano tuvo una vida muy corta en años cumplidos, 35 años solamente, pero su valor, en el transcurso de sus últimos 20 años, le permite realizar una hazaña inimaginable, por eso sus paisanos venezolanos debemos estar profundamente henchidos de sano orgullo; veamos: En los tiempos de nuestra independencia, a los 19 años de edad es edecán de un General. Con solo contar 21 años es ascendido a Coronel y nombrado jefe del estado mayor del ejército patriota. A los 25 años es ascendido a General de Brigada y comisionado para ser corredactor y firmante del convenio de regularización de guerra independentista venezolana. A los 26 años es designado Comandante del ejército patriota venezolano. Poco después de cumplir los 27 de edad, es ascendido al grado de General de División. A los 28 de edad fue el comandante victorioso en Ayacucho, Perú, última batalla contra el colonizador Imperio Español. Y a los 30 año es elegido Presidente de la República de Bolivia. Pero un día viernes, 4 de junio de 1830, temprano en la mañana, es asesinado en una emboscada llevada a cabo en la montaña de Berruecos, Colombia, por orden del colombiano General Francisco de Paula Santander. Este héroe venezolano fue el General Antonio José de Sucre, nacido el 3 de febrero de 1795 en Cumaná, estado Sucre, Venezuela.

Después que Antonio José deja de ser edecán del General Francisco de Miranda, en 1818 marcha a la Ciudad de Angostura, hoy Ciudad Bolívar, en estado Bolívar, Venezuela, a encontrarse con el General Simón Bolívar. En breve tiempo se convierte en uno de los mejores lugartenientes del Libertador; y el respeto mutuo los hace grandes amigos hasta el final de sus días. El General Sucre comanda, combate y vence con tropas patriotas en Pichincha, Perú, el 24 de mayo de 1822 y Ayacucho, Perú, el 6 de diciembre de 1824; significando estas batallas el fin del dominio español en el continente sudamericano. El venezolano General Antonio José de Sucre fue nombrado por el Parlamento Peruano, Gran Mariscal y General en Jefe de los Ejércitos. Proclama la República de Bolivia y es designado Presidente Vitalicio de aquella república. Después de un tiempo la derecha oligarca promueve algunas manifestaciones violentas, produciéndose varias muertes y por ello el General Sucre renuncia al cargo de Presidente de Bolivia en 1828.

El día viernes 4 de junio de 1830 regresaba el General Sucre a Ecuador, donde se radicó después de su renuncia como Presidente de Bolivia, en viaje que había emprendido con el propósito de mantener la unión de la Gran Colombia, la cual se encontraba desde hacía algún tiempo en etapa de disolución. El General Antonio José de Sucre, para el momento de su vil asesinato, solo contaba con 35 años de edad, su cadáver permanece más de un día en mismo sitio donde cayó abatido a balazos en la montaña de Berruecos, municipio Arboleda, Colombia, hasta que unos pobladores de una localidad aledaña encuentran su cadáver y lo sepultan. Este atentado es preparado cuidadosamente, sus enemigos le cierran todos los pasos de un posible escape, es así, qué si Sucre continúa su viaje por la vía de Buenaventura, en un sitio estratégico lo esperaba el General Pedro Murgueitio para darle muerte; si tomaba la vía de Panamá para tomar algún navío, por allí lo esperaba para matarlo el General Tomás Herrera, y por la vía a Neiva, por allí lo esperaba para liquidarlo el General José Hilario López. Era tal el odio que los dirigentes políticos de la oposición oligarca, de derecha, le tenía al proyecto bolivariano, y consecuencialmente a sus impulsores, que sin ninguna discreción periodística tres días antes de la muerte de Sucre, el periódico El Demócrata de Bogotá, propiedad de un colombiano, publica: "Acabamos de saber con asombro, que el General Antonio José de Sucre ha salido de Bogotá, en marcha sobre la provincia de Pasto, para atacarla, pero el valeroso General José María Obando, amigo y sostenedor firme del Gobierno y de la libertad, corre igualmente al encuentro de aquel caudillo para auxiliar a los invencibles pastusos. ¡Puede que Obando haga con Sucre lo que no se pudo hacer con Bolívar!" Fue una conspiración política de gran magnitud, cobarde e indignante. Con el asesinato de Antonio José Sucre lograron los oligarcas lo que no pudieron materializar el 25 de septiembre de 1828 cuando se atentó contra el Libertador Simón Bolívar en Bogotá; sin embargo aquel atentado a Bolívar fue muy doloroso espiritualmente para aquel extraordinario hombre. Observemos muy bien y denos perfecta cuenta el lector de la grandiosidad del Mariscal Sucre, por tal debemos estar sumamente agradecido a la Providencia por haber nosotros haber nacido en esta tierra de gracia y ser herederos de la constancia, entereza y bravura de aquella gente que poseía una excepcional valentía, que por ello no permitió se ultrajara la libertad, independencia y soberanía de este suelo patrio.



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José M. Ameliach N.


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