¿Por qué la música venezolana no es conocida internacionalmente?

"La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo". ...

Franz Liszt

El título del presente artículo es prestado de un trabajo realizado por el talentoso músico venezolano Aquiles Báez, quien se paseó por la citada pregunta: ¿Por qué la música venezolana no es conocida internacionalmente? Y trató de responderla.

Pienso que su análisis se pasea por varias reflexiones las cuales comparto en su casi totalidad. No obstante, a pesar de sus serios comentarios, creo que se quedó corto al abordar la explicación del porqué no es conocida nuestra música en el mundo.

Sin ser músico profesional, recuerdo que por la década de los años 80, cuando tuvimos una experiencia musical con el Grupo "Cantares de Venezuela" junto a nuestro hermano el morocho José Roberto; el extraordinario director coral, Emilio Solé (hoy radicado con éxito en los EEUU) y el magnífico bajo del desaparecido cuarteto, Pedro Rodríguez (hoy residente en San Cristóbal, Táchira) pudimos comprobar cómo los vecinos colombianos eran los dueños de casi todos los sellos disqueros y de la casas de grabación en Venezuela.

Existía entonces - no conozco mucho en la actualidad pues se han popularizado los estudios de grabación - una rosca casi única que permitía grabar a unos cuantos privilegiados o a un grupito de cantantes, quienes lo podían hacer en esa época a duras penas (en todos los diferentes ritmos y estilos).

El mismo Aquiles lo reconoce en su escrito cuando hace referencia a un caso emblemático y excepcional como lo es el caso de Reynaldo Armas ( yo agrego - al desaparecido Simón Díaz -).

Este fenómeno del llano venezolano impuso su estilo de canto peculiar en sus pasajes y joropos de su propia cosecha, hasta luego alcanzar la fama y crear su propio sello disquero para poder así llevar también más tarde a grabar a muchos de sus amigos.

Hoy sin embargo no soy tan pesimista como Aquiles Báez, pienso que actualmente en la música venezolana se vive uno de sus mejores momentos y más allá del bombardeo de medios, como la radio y la tv (el video clip); muchos de ellos son saturados por vallenatos, merengues dominicanos, hip hop y reggaetón y tantas nuevas formas de música, pero también está surgiendo con éxito una nueva música urbana y de salsa en el interior de Venezuela (es el caso de la orquesta de Víctor Baloa y Vocal Son en el Zulia).

Igualmente en las diferentes regiones del interior Venezuela, donde gracias a nuevas generaciones de músicos agrupadas en el Sistema de Orquestas Simón Bolívar del maestro Antonio Abreu, también – paralelamente - estos jóvenes músicos tienen sus excelentes grupos de cámara, ensambles, orquestinas y variadas experiencias musicales de todo género.

En la actualidad se pierden de vista y son orgullo venezolano que se abre paso en el campo musical como nunca. Yo afirmaría que todo depende del cristal con el cual se miren las cosas, como dice la canción.

De igual manera también han venido desfilando por nuestro país notables músicos y directores del mundo; no sólo en el campo de la música sinfónica, orquestal y académica sino de la popular, venidos desde Norte América y Europa centenares de músicos, quienes visitan Venezuela para nutrirse y aprender de nuestra experiencia única en el mundo. (Ver documental Tocar y Luchar de Arvelo Torrealba)

En el interior de Venezuela y en Caracas se realizan frecuentes festivales (Distrito Federal, Lara, Mérida, Miranda, Carabobo, Bolívar entre otros) con actos públicos donde la música está siempre presente.

Igualmente, muchos músicos como quienes conformaron el boom de los 70 con Un Sólo Pueblo (con el negro Francisco Pacheco e Ismael Querales) el cual dio origen a múltiples grupos tradicionales y de proyección folklórica como: Luango, Tierra Nuestra, Sardinas de Naiguatá , Voces Risueñas de Carayaca y quizá también algunos con mensaje revolucionario y con la canción necesaria (invocando a Alí Primera) como Lloviznando Canto y el emblemático Grupo Madera, arraigados en el Afinque de Marín, San Agustín y La Charneca (centro popular urbano).

Todavía hoy vemos como se lanzan inquietudes musicales junto a otros grupos con nuevas experiencias y ensambles, entre las nuevas generaciones de músicos venezolanos. Ni hablar de los tocadores de bandola al estilo de Juan Esteban García y el mismísimo Anselmo López (Ejemplos como el grupo Trabadeos de Barinas y José Gregorio Mota en San José de Guaribe, Guárico).

Ni hablar de lo que ocurre en Maracaibo, Coro, Barquisimeto, Guanare, Ciudad Bolívar (escuelas de cuatro con Cheo Hurtado- Rafael Ramos o Guazaca4 en Monagas) y la rica zona de Barlovento (donde abundan los grupos de danza y toques de tambor).

Es propicio el momento para invitar a músicos talentosos como los hermanos Esteves, Naranjo, los hermanos Pérez Rossi de Serenata Guayanesa, Grupo Raíces del Táchira con Medina, Moret o Camacaro por ejemplo, para que junto con directores como William Blanco, hermanos Galean, Carrillo, Emilio Solé, Felipe Izcaray, Israel Pérez, Guillermo Brazón, William Blanco, Juan Carlos Bruzual y al mismísimo Álvaro Paíva para que se lancen a la palestra pública y con su conocimiento y experiencia musical nos echen un cuento completo o una crónica viva, de lo que ocurre hoy en ese campo en Venezuela y su proyección al futuro (con el apoyo del Ministerio del Poder Popular para la Cultura).

Ofrezco disculpas a quienes se me escaparon porque me quedé corto al nombrar a tantos valores de la música, sobretodo del interior de Venezuela; en especial el nuevo semillero de directores del Sistema de Orquestas Simón Bolívar, quienes han roto paradigmas y esquemas en el mundo liderados por José Antonio Abreu y Dudamel.

Gracias a mi humilde conocimiento musical o de "cultura musical" - como la califica Aquiles Báez – los invito a debatir el futuro y la realidad actual que atraviesa nuestra música no sólo en el campo internacional como la pregunta de Aquiles Báez, sino a nivel nacional.

Igualmente a todos aquellos músicos quienes en diferentes niveles, instituciones, agrupaciones, orquestas, estudiantinas, coros o ensambles enriquecen el repertorio musical venezolano y la difunden por todos los escenarios del país y del mundo.

Felicitamos al talentoso Aquiles Báez por su aporte, pasión e inquietud permanente por la música venezolana; lo acompañamos en su cruzada de defensa de nuestra música, en todas sus manifestaciones y géneros (folklórica, popular, tradicional, académica, etc.) orgullo de nuestra identidad.

Hoy se pasea con su guitarra y el cuatro por el mundo (en especial con su trabajo en New York). A él tuve el honor de conocer personalmente, en una noche de concierto en la bella Cumaná quien te viera, en una de sus acostumbradas presentaciones durante sus giras por todo el país.

¡Amanecerá y veremos!



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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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