(En busca de un nuevo Caracazo)

Dos panaderías en la Av Andrés Bello...la solidaria y la otra, la especuladora

Creí conveniente hacer esta narrativa, sobre el caso de dos panaderías que están situadas en la misma avenida Andrés Bello, una frente a la otra, pero con diferencias de precios abismales. (No estamos hablando de una situada en la Andrés Bello, y la otra en Prados del Este, no, no, una frente a la otra).

En la del pueblo (así la llamo yo), un cachito cuesta Bs. 1.600, un pastelito de cualquier tipo Bs. 1.800, un dulcito Bs. 1.800 y el pan de jamón costaba en diciembre Bs. 15.000.

En la del frente, un cachito tiene un costo de Bs. 3.800, un pastelito Bs. 4.000, un dulcito Bs. 4.500 y un pan de jamón costaba Bs.25.000.

Eso es solo unas de las muchas diferencias abismales, que he observado en dos establecimientos que se distancias de apenas 15 metros entre uno y otro.

Los dos son propiedad de portugueses, como la mayoría de dichos negocios.

Tratando de ser objetivo, busque causa y razón, de precios incompatibles .

Me fui a la del pueblo y pedí un con leche y me senté a disfrutarlo.

Acompañado de un cachito y un pastelito (aprovechando los precios), demore mi tarea para captar algo, que me diera una pista de tan grande desequilibrio.

Por mas que espere, en vano fue mi ilusión de escuchar el cacareo inconfundible de gallinas ponedoras, en los fondos de la panadería.

Tampoco sentí el aroma característico de una mini cochinera, que me dijera que el portugués, tenia un matadero clandestino propio, para abaratar los costos.

Le pregunte a uno de los empleados si el lusitano tenia en los predios del establecimiento, una plantación de tomates y hortalizas...

lo cual desencadeno un aluvión de carcajadas por parte del entrevistado.

Después de una seria investigación de mi parte, que me llevo no menos de dos semanas... me rendí por la falta de evidencias en la competencia desleal, que tal vez pregona el del frente.

Perseguido por las interrogantes, aborde al propietario, con las preguntas de rigor.

Frente a mi observe a un anciano buenachon propietario de una sonrisa cómplice, el cual me contesto: “Yo cobro precios justos, el cliente se siente respetado y yo tengo ganancias razonables. Allá los otros con sus costos, precios y ganancias por servicios, o los que pretenden hacerse ricos en pocos años”..........

(...) Debido a los acontecimientos que se están suscitando en nuestro país, por la especulación desatada en enero por los hambreadores de siempre, creí conveniente hacer esta narrativa interesante y tal vez con cierto grado de reflexión ante la barbarie desatada.

La oligarquía fascista ataca sin piedad sin medir consecuencias.

Poco les importa a ellos, las calamidades que pueda sufrir el pueblo, golpeando sin piedad a las capas mas desprotegidas.

Para lograr sus fines macabros, también sacrifican a los engañados tontamente, como en el pasado fueron los petroleros, los pequeños comerciantes que arruinaron con sus 64 días de paralización, los militares que lanzaron por la borda años de carreras militares, un sin fin de vidas truncadas, por pasiones desmedidas de poder.

Lo mismo sucede con las guerras, mientras los impulsadores las miran de lejos, millones de seres humanos son masacrados por la locura de unos pocos desquiciados.

Hoy pensando en tumbar a Chávez nuevamente, calculan el grado de sacrificados y dan un paso al frente.

Ellos juegan a un nuevo Caracazo, poco le importa a Globoterror y a Fedecamaras, que un sin fin de pequeños y medianos comerciantes sean saqueados por la ira de un pueblo que se siente burlado. Para ellos el fin justifica los medios...sacar a Chávez.

Es patético ver a los mismos personajes del ayer, con las distintas caras de hoy.

Da vergüenza ajena ver a esta manada de sinvergüenzas, disfrazando las mentiras de verdad, Fedecamaras, Consecomercio, Globoterror...............

(Al escribir esta reflexión, veo por Globoterror, el interés mezquino de los mismos, entrevistando a los buhoneros... un compañero obrero que lo observa a mi lado me dice lo siguiente: “Si gana la oposición nuevamente, los pasan por encima con una aplanadora y después los arrojan al mar”).

No tuve mas remedio que reírme...reírme por la ocurrencia, y reírme de alegría, por que veo... QUE NO LOS VOLVERÁN A ENGAÑAR.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE

jovarela33@cantv.net


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José Varela


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