El contrabando sigue vivito en la frontera

Esta semana me movilicé a la frontera con motivo de realizar trabajo de campo entre los wayuu, pueblo en el cual investigo desde hace 15 años. Primero es una odisea llegar a la frontera, penurias y horas de colas para pasar el rio Limón. Allí se puede constatar la cantidad de automóviles, camionetas y camiones que se dirigen a la frontera. Preguntamos ¿qué va a hacer tanta gente a un sitio tan despoblado como ese? La razón es sencilla: todavía se mueve el contrabando y ningún control militar ha podido con ese flagelo. Para no aburrirme conversé con las personas que se bajaban de sus automóviles para mitigar el calor ante tanto tiempo de espera. La mayoría sostiene que el contrabando sigue en la frontera y que ahora es peor pues deben pagar más dinero a los efectivos militares para pasar la gasolina y los alimentos. “Tanta alcabala lo que hace es que debamos bajarnos de la mula más veces” refería un chofer de la ruta Maracaibo los Filuos. Después de 5 horas de espera logramos pasar el rio Limón.

Seguíamos viendo en la ruta mucho tráfico de automóviles sobre todo aquellos con tanques de gasolina bastante grandes. Llegamos a Guarero y pernoctamos allí. Al otro día muy temprano con los amigos wayuu salimos a recorrer la frontera. Nos enseñaron los pasos llamados trochas por donde transita un buen número de vehículos con el contrabando de gasolina y alimentos. Sin que nadie me lo contara vi el flujo constante del contrabando. Así que el cierre de la frontera de Paraguachón no ha disminuido el contrabando en absoluto. ¿Cómo es posible que ante tantos controles militares el contrabando llegue hasta la frontera? La única explicación probable es la complicidad de los cuerpos de seguridad que hacen vida en la frontera.

En Maracaibo hoy vemos que regresaron las colas a la estaciones de servicio de gasolina. Esto quiere decir que el contrabando de gasolina ya consiguió vías alternas para operar. Entonces, será cierto lo que el gobernador nos dice que nos hemos ahorrado millones de litros de gasolina que iba hacia Colombia. Cómo es esto posible si el contrabando sigue y como más fuerza, según los pobladores de la Guajira.

Mientras no saneemos los cuerpos de seguridad que resguardan la frontera y procuremos un funcionario con ética revolucionaria y amor por la patria jamás derrotaremos la plaga del CONTRABANDO,



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Johnny Alarcón Puentes

Docente/investigador. Universidad del Zulia. Licenciatura en Antropología.


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