Pobres si, robar si y populismo no

Como se ha dicho tantas veces, los diferentes actores de la oposición no quieren escribir las líneas de su proyecto político, porque sería como delatarse o dejar que la apariencia de su exquisito vestir deje abierta la posibilidad de ver lo mugriento de su aparente humanidad.

A pesar del interés que tienen por no dejar ver y comunicar el texto de su proyecto político; la realidad va poco a poco empujando los acontecimientos y esos actores, dejan rastros muy claros de sus intereses y de la doble moral que le sirve de portada al proyecto político que sostienen. Cada vez más, ese proyecto político que mantienen oculto o bajo resguardo de las componendas, va develándose la historia y en estos momentos, se dispone de un documento público que circula a través de los titulares de la prensa y de las declaraciones y omisiones que se hacen desde la Conferencia episcopal y desde los partidos: AD, COPEI, MAS., P.J., ABP, UNT y SUMATE.

No hay que ser demasiado inteligente para entender las “ideas” de gentes que dice ser sabía, pero su sabiduría, lleva el germen de la mediocridad y del irrespeto a los demás. Hasta en eso tienen un pensamiento excluyente y racista, porque dicen, hacen y omiten cosas pensando que los demás personas son incapaces de descifrar los códigos y el sentido de sus palabras, posiciones y silencios.

A estas alturas de la confrontación política, la oposición ha ofrecido todo un cúmulo de evidencias sobre sus intenciones, que son fáciles de describir palabra a palabra. Veamos algunas de esas evidencias.

1) Todo lo que el Gobierno disponga en recursos para atender los problemas y necesidades de las comunidades, según la versión de los opositores, carece de justificación y se le coloca despectivamente la referencia de populista. Esos recursos que invierte el gobierno se califican como gastos innecesarios. El mensaje aparentemente oculto, está muy claro: La pobreza no merece atenderse y lo clave es recuperar una sociedad con una distribución de la riqueza que permita, tener más a los que más tienen.

2) Su descentralización es real, según ello, si la propuesta no produce ninguna consecuencia a nivel de las comunidades. Es decir, lo que hace el gobierno es centralización, porque tiene la capacidad y voluntad de involucrar a las comunidades en la solución de sus problemas a través de recursos que el Gobierno entrega directamente a esas comunidades. En su proyecto político, la descentralización alcanza hasta los Gobernadores y Alcaldes y como Chávez lo lleva hasta las comunidades y Consejos Comunales, eso se califica como una centralización. Está claro el mensaje: Su modelo es una sociedad de elite y persiste el interés por erradicar la opción (amenaza para ellos) del fortalecimiento del PODER POPULAR.

3) Sabemos que el derrumbe de la IV República se produjo entre otras razones, porque la corrupción se había convertido en parte esencial de ese proyecto. Utilizar la política como una forma de arruinar al Estado venezolano no ha cambiado y está muy claro que ese mensaje, los opositores los trasmiten con perfecta claridad. El Proyecto Político que mantienen los Obispos y el resto de la oposición dicen muy claramente: ROBA Y ROBA, que para ello cuentas con una oposición y unos obispos ladrones que te defenderán y si no es suficiente esa defensa, contaras con el gobierno del Perú para que tengas la oportunidad de disfrutar la fortuna que lograste arruinando al pueblo venezolano.

En resumida cuentas, es un proyecto político no escrito pero muy visible, que tiene como portada de lujo la doble moral y de esos hay también muchas evidencias empíricas, pero para no extenderme, me permito colocar las “deslumbrantes ideas” esgrimidas por personeros de oposición para cuestionar la designación de Nelson Merentes como Presidente del Banco Central de Venezuela.

En la edición del diario el Mundo del miércoles 29/04/09, se pudo leer la posición de Juan José Molina (podemos, así en minúscula) y Pastora Medina (Frente Popular Humanista) con respecto a esta designación. En el caso de Juan José Molina se dice que “cuestionó la designación, debido a que no se respetaron los procedimientos previstos en la Constitución y en la Ley del Banco Central, además de las investigaciones que se le siguen en la contraloría General por decisiones tomadas cuando fue ministro de finanzas”

La edición de El Mundo dice que Pastora Medina “dijo que Merentes tiene abierto dos expedientes en la contraloría General” y esa situación, sugiere que esa designación es improcedente.

Doble moral perfecta. Esta gente que cuestiona la designación de Merentes, es la gente que cuestionó la decisión de llevar a juicio a Manuel Rosales. No procede que Merentes sea Presidente del BCV, porque tiene abierto dos expedientes, pero es improcedente juzgar a Manuel Rosales agarrado infraganti con el dinero de los venezolanos en unos sacos billetes que pueden verse en Fincas, Hatos, Viviendas en Venezuela y el exterior, Centros Comerciales en Miami y regalitos de 50 palos pa´ arriba.

En conclusión: Robar es un valor. Tomarse el dinero del pueblo venezolano es ético, pero mantener programas sociales es un gasto y es parte de ese aberrante estado populista que hay que desmontar para darle cabida al mercado. Más claro imposible.

evaristomarcano@cantv.net









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Evaristo Marcano Marín


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