La “hiena” no es un ángel ni es un santo. Un adiós para Celia y Vidal

PRIMERO: La “hiena” Juan Manuel Santos quedó habido de sangre. Apresta su jauría para ir en persecución de la senadora liberal Piedad Córdoba, comienza con una advertencia: “Piedad Córdoba va a tener que tragarse sus palabras”, frase que en Colombia puede significar una sentencia de muerte o por lo menos la orden de realizar otro atentado contra ella para silenciarla. No perdona este mafioso narcoparaco, el papel que ha jugado la senadora en la liberación de los rehenes liberados y recogidos por un Helicóptero de la Cruz Roja, rescate humanitario, el cual fue anunciado por las FARC como un gesto de "desagravio" a Chávez y Pilar Córdoba. Le han buscado la vuelta para fuñirla. El primer celaje y el primer intento, un pase a los tribunales para un juicio que posiblemente la catapultaría a la presidencia. No les quedó más remedio que echarse para atrás. Ahora una de las figuras más reaccionaria de la oligarquía colombiana da la orden de callarla. El Oligarca gobierno de Álvaro Uribe no perdona y todos sabemos de lo que es capaz. Para ello la impunidad les permite llegar hasta la desaparición física de sus contrarios. El asesinato si le es dado como manufactura y sello fascista. Pilar no debería despreciar y tomar muy en cuenta las palabras de este peligroso personaje que tanto le gusta escenificar a la muerte. La califica "defensora de oficio de las Farc" por las declaraciones de la senadora liberal, quien dijo “que las Farc no eran quienes habían cometido el atentado terrorista del pasado lunes en Cali”. Por otra parte, calificó a la líder política de estar “invitando a la "subversión" a la población estudiantil de la Universidad Nacional, lugar en donde hizo su discurso Córdoba”. No queda la menor duda, la narcopolítica y la parapolítica sigue campante en Colombia. Piden la cabeza de la valiente senadora. A resguardo valiente mujer.

PRIMERO: La noticia trajo vientos de rabia y tristeza. Dos revolucionarios aporreadores se nos van. Una vida joven se va por culpa de ese asesino montado en cuatro ruedas, de esa guillotina que es el automóvil. Se fue Celia Hart Santamaría colaboradora habitual de Aporrea. Hija de dos de las figuras más importantes de la revolución Cubana. “En el accidente también falleció Abel Hart Santamaría, hermano de Celia y también hijo de los dirigentes históricos de la Revolución Cubana, Armando Hart y Haydée Santamaría”. No la conocí excepto por sus artículos. Sabía de quien era hija. Su madre una heroína y valiente mujer quien dirigió Casa de las Américas con acierto y devoción. No se porque pienso que se nos van una mujer prendida de rebeldía e irreverencia en el mejor sentido de estas dos palabras. Ojala Celia encuentre fuera de esta vida un internet eterno para seguir escribiendo. El mayor homenaje que podemos hacerle a la camarada Celia, sería releer sus artículos en Aporrea, en especial el de Olmedo Beluche. Revista América/ Prensa Marea Socialista. La otra vida truncada, la de Vidal Chávez, un traicionero infarto nos deja sin su pluma. Falconiano, vuelto maracucho. "Conocido escritor, humorista y docente universitario, articulista de Aporrea y diversos medios regionales". Supo defender y comprometerse con esta revolución inédita y socialista que lo ve partir en pleno proceso de construcción y de estabilización. Su fotografía registra una cara de bueno y un alma de amigo. Buen viaje compadre. Otra vez Alí Primera nos presta su canción para valer de epitafio: “Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos”. Buen viaje compadre.

Antojofel@hotmail.com


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Antonio Fernández Lunardi


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