Tuve la oportunidad de ver y saludar a Pancho, en los días previos a los resultados electorales del 2 Diciembre, lo hice y lo haré siempre amablemente, porque a pesar de sus estrategias gallináceas, hoy anda de nuevo con nosotros, y en materia de aliados agarrando aunque sea fallo. Este comandante victorioso en la acción militar y desafortunado en las escaramuzas políticas, acaba de publicar un artículo, el lunes 10 de diciembre, en el diario “El Universal”, donde se atreve a señalar que “Los resultados del 2 D contienen un significado indudable de victoria y un requerimiento a la consecuencia.”
No estoy obligado desentrañar lo que desde el punto de vista militar puede significar para nuestro ex gobernador el concepto de victoria; pero siempre he tenido afición por los diccionarios de la lengua, y en este caso el de los españoles señala, que la victoria está referida a la “Superioridad o ventaja que se consigue del contrario, en disputa o lid”. Es decir, si los resultados del 2D contienen algún significado de victoria, mi respetado comandante, es indudable que esta debe adjudicársele a los sectores de la oposición, incluyendo a nuestros ex aliados inmediatos como el victorioso General Baduel, la gente de PODEMOS y la piedrita en el zapato de Marisabel.
Ahora bien, en la jerga de los estudiosos del arte de la guerra, siempre se ha señalado que pueden existir victorias tácticas que se transforman en derrotas estratégicas o derrotas tácticas que terminan siendo victorias estratégicas; y en el casos que nos atañe, este humilde servidor, apuesta más a que asumamos este combate como una derrota táctica y que nos empeñemos en transformarla en una victoria estratégica.
La historia está llena de episodios donde la humanidad y sus ejércitos, han tenidos derrotas tácticas; pero que terminan siendo victorias estratégicas; y solo colocaré tres ejemplos para demostrar esta verdad.
Cuando Jesús es apresado, juzgado y condenado a la crucifixión, el movimiento emprendido por él y sus doces apósteles, tuvieron una derrota táctica, que después se transformó en una de las más grandes victorias estratégicas que haya conocido la Humanidad. Así mismo, cuando la historia viva de Fidel Castro, con sus muchachos barbudos y unos cuantos máuseres, decidieron tomar por asalto el cuartel Moncada, obtuvieron una derrota táctica; pero que en el tiempo se transformó en otra victoria estratégica. Por último, cuando usted mismo y el resto de los comacates, encabezado por nuestro camarada Chávez, se alzaron el 4 de febrero lograron una derrota táctica, pero una gran victoria estratégica, ¿o no?, mi comandante.
De tal manera, usted que debe ser un experto en estas lides, debería ser más cuidadoso a la hora de emitir estos juicios, porque pudiera generarse una gran confusión, a no ser que las derrotas que usted sufriera el 12 y 13 de Abril del 2002, el 15 de Agosto del 2004, y la última que le propinaron como embajador de la ONU, las haya asumido y hoy esté convencido, de que ellas han sido victorias como la de este 2D, con lo cual usted se acreditaría como el gran derrotado estratégico, y así nos estaría dando las razones de sus desvaríos.
Estas cavilaciones las hago, no porque yo le tenga ojeriza a Pancho; sino, que a más de un alto dirigente del PSUV, le he escuchado sandeces similares; y esto si es preocupante, porque ellas significan el total desconocimiento de la realidad y la negación absoluta a la rectificación, lo cual terminaríamos concluyendo que con Comandante “victoriosos” como Arias Cárdenas, para que vamos a necesitar victorias estratégicas.
douglas.zabala@hotmail.com