Reacomodo en la derecha

Dos significativos acontecimientos tuvieron lugar en los últimos días en el seno de la oposición venezolana. Por una parte, Primero Justicia marcó distancia aparentemente, y en su primer congreso ideológico se definió como un partido "centro humanista". En su documento doctrinario PJ expresa que "se basa en el respeto y la defensa de la dignidad de la persona como principio orientador, y en la construcción de instituciones al servicio del pueblo. Primero Justicia está abierto para todo aquel que ratifique la libertad, la igualdad, la solidaridad, el progreso, la subsidiariedad, la participación, la justicia social y la dignidad de todos los seres humanos, sin importar su estrato social".

Dicho así, en palabras tan bonitas, todos deberíamos sentirnos inclinados a inscribirnos en Primero Justicia. Esa frase completa encaja en cualquier definición de socialismo.

¿Quién es capaz de oponerse a principios tan nobles? La intentona de ubicarse en el centro también es una jugada inteligente. Se aleja así, supuestamente, de los cuadros fascistas que minan el seno de la oposición venezolana. Pero borrar el "pasado" derechista de PJ no es cuestión de meros enunciados ideológicos. Las palabras, cuando se llevan a la acción, pueden cambiar de significado automáticamente. Y los hechos nos han demostrado que es así. Por más que uno lo desee, la memoria no olvida las imágenes de lo que sucedió en la Embajada de Cuba, o el "gentil" tratamiento que dispensaron ciertas autoridades municipales a miembros del gobierno durante aquellos nefastos días de abril de 2002.

El alcalde de Baruta, fiel al renovado espíritu ideológico de su partido, viene sacando avisos en la prensa, escritos en el más coloquial estilo "ultimeño". Primero Justicia dejó atrás la refinación lingüística y para no quedarse atrás en esto del cambio de los tiempos, ahora habla de "manguangua", cuando quiere cuestionar la reforma constitucional. Resulta bastante difícil imaginar que la encopetada parentela que milita en las filas amarillas hable igual que la chusma que ahora quiere conquistar.

Pero mientras Primero Justicia anda en su reacomodo, lo que queda de Un Nuevo Tiempo y sus allegados no cambian el libreto. Siguen apegados a las mismas mañas de andar buscando ayuda donde no deben. La reunión de Rosales y compañía en Washington, con el subsecretario de Estado para Asuntos Latinoamericanos, fue muy penosa. Lamentable, por hacer obvio, una vez, más el involucramiento de factores ajenos a nuestra política, y patetiquísimo por constatar la presencia allí de los conversos de la izquierda venezolana, hoy tristes peones al servicio de quien otrora fuera su enemigo.

Yo no sé cuánta gente le quedan a La Causa R y al MAS, presumo que muy pocas. Esos ya son partidos de maletín y micrófono. Más nada. Pero creo, sin embargo, que deberían seguir el ejemplo de Primero Justicia y celebrar ellos también un congreso ideológico donde aprovechen para cambiarse hasta el nombre.

Uno, el de la "R" al revés, debería enderezarla y dejarla a la derecha, como debe ser, y el otro, pasar a llamarse Movimiento al Adequismo. Le cuadra mejor.

mlinar2004@yahoo.es


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Mariadela Linares


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