Hoy es el día que me voy a dedicar a pensar en mi vida, cómo voy tomarme las cosas con calma, pues viene un nuevo año, que seguro estamos va a ser tan bueno como el año que dejamos atrás. Estoy muy segurísimo, que este año que viene va a ser tan bueno, que mis bienes se incrementarán, porque el espíritu de navidad arropa mi sensibilidad, y yo sé, que voy a ganar mucho, portándome bien con la humanidad, y este mundo que me rodea será de más felicidad.
Este mundo que me place, me complace de verdad, y hasta el último suspiro, estoy muy seguro, gracias al señor, yo voy a crear. Este espíritu nuevo, de renovación, a todos nos ha de dar, yo seguiré produciendo, escribiendo, cantando, viviendo, porque la vida es un vivir y el que no está sintiendo seguro va a morir, pero yo, que durante toda mi vida he pensado en ser lo que soy, he luchado por lo que lucho y he ganado todo lo que tengo, nada material, todo espiritual, lo que me hace estar en paz conmigo mismo, reconociendo mis errores, pero observando detalladamente mis esfuerzos, logros y éxitos, solo con su compañía he podido lograrlo, deseo que me sigas acompañando y yo deseo que me permitas seguir ayudando a otros a levantarse de sus caídas.
Aquí en esta soledad estoy mirando hacia atrás, esperando el treinta y uno, se que nadie me va a esperar, no importa si nadie estará pendiente de mí, unos podrían pensar que es triste mi soledad, pero no, estoy hablando conmigo mismo, estoy reflexionando y encontrando respuestas a mis preguntas sobre la vida. Estoy contento, porque a todos va a alegrar el año nuevo que viene, Venezuela va a triunfar, y cada uno de nosotros hará lo que tenga hacer, cada quien es responsable de su aporte, y seguramente hará cosas buenas, Porque, ¿Quién quiere hacer cosas malas? Solo deseo que penséis en lo mejor para ti, para tus hijos, nietos y amigos. En que siempre recordéis el ser más querido que hoy está ausente, nuestra madre o nuestro padre, yo recuerdo a mi madre como lo que fue, un ser humano, yo recuerdo sus enseñanzas para que fuera un hombre de bien, gracias a ella le debo el destino que escogimos juntos para triunfar.
Desde que me dio la vida, no hizo sino pensar en mí. Y en cada uno de ustedes, y luchó en silencio mucho muchas veces, quizás no lo notamos, pero lo hizo para sacarnos adelante. Enseñó a cada uno de nosotros a guerrear en la vida. Cada uno guerrea a su manera, pero su impronta siempre estará en nuestra mente y corazones, incluso, cada uno de nosotros, recuerda cosas bonitas y quizás feas de cada uno, pero siempre ha habido un momento en que hemos aportado algo a sus vidas y la mía. El año que viene, será mejor, nunca retrocede, somos dueños de nuestro destino, somos constructores del ser social que somos. Dios siempre está allí para enderezarnos y guiarnos por un buen camino. Este es mi mensaje, disculpen por no estar junto a ustedes en este momento, todos tenemos una familia que atender, así es la vida. La vida es un espectáculo, donde el público de todas partes forma parte de tu éxito. Por eso, la vida debe continuar, tu vida debe seguir la marcha, pero en esa marcha, siempre debes agendar que tú, formas parte de ella, y que siempre debes encontrar el tiempo justo para compartir o para llamar, o para ver tus redes sociales y darle un live a tu vida. Queridos hermanos, y familiares, amigos, dirijo este mensaje con mucha fe en el tiempo que se avecina, me gustaría que este 31 de diciembre, lo disfrutes con todos los que te rodean. No me queda más que desearte un feliz año, sobre todo a mis lectores, que siempre me alientan a seguir escribiendo. ¡Que tengas un feliz año 2026!