Lo de Gaza es un experimento, un laboratorio, tal cual lo fue la Guerra Civil española, un paso previo para luego entrar en la II Guerra Mundial. Usando como pretexto, el crimen organizado y el terrorismo, Washington con sus leyes, busca aplicarnos mecanismos de "acción extraterritorial"; en este caso, se le está entregando a Trump "la facultad de ordenar bombardeos, asesinatos selectivos o indiscriminados, operaciones encubiertas y otras formas de agresión militar sin necesidad de aprobación del Congreso contra cualquier persona o grupo a la que acuse de terrorista, con o sin pruebas" (esto aparece hoy en el editorial de "La Jornada"). Ya, de la misma manera que Israel hace con Gaza cuando le da la gana, se están planificando el uso de la fuerza militar contra los ocho cárteles de la droga (entre los cuales está el falso "Cartel de Los Soles" junto con el cuento de "El Tren de Aragua combinado con el de Sinaloa"), los cuales EE UU ha clasificado como organizaciones terroristas. Esto, a la vez, en el caso de Venezuela, implica todo un macabro plan para espantar las inversiones extranjeras y se constituya en un aviso poderoso para todos aquellos que están pensando traer capitales a nuestra patria. "De acuerdo con informes obtenidos por The New York Times, oficiales militares de Estados Unidos ya delinean opciones sobre cómo podrían perseguir a los cárteles, pese a que ni siquiera la administración republicana parece tener claras las consecuencias legales o las repercusiones diplomáticas de tales operaciones" (Editorial de hoy de La Jornada -10-8-25).

En las últimas reuniones que se han venido dando en el Departamento de Estado, sobre Latinoamérica y el Caribe, se ha planteado como un tema urgente, vital, de suma gravedad para la geopolítica mundial, prioritario para la administración Trump en su concepción de control energético global, el que Venezuela debe ser detenida en su desarrollo actual, controlada y sometida por todos los medios posibles y si es necesario el militar. Tomando como pretexto atacar el narcotráfico (como hace Israel todos los días contra Gaza) bombardear nuestras infraestructuras vitales, todo esto, con planes de azuzar una guerra con Guyana, para hacer a la vez, la intervención "más potable" para el mundo. También, provocar tensiones con nuestros vecinos del Caribe como Trinidad y Tobago, Aruba y Curazao, y sin duda financiar actos terroristas que llevarían a cabo mercenarios y narcotraficantes colombianos.

Se sostiene en el Departamento de Estado, que tomando en cuenta que Venezuela aparece como el país con mayor crecimiento económico de la región, deben implementarse todos los mecanismos para impedir que pueda salir airosa de las sanciones, consolidar su estabilidad política y social, mucho más ahora, burlando el bloqueo a través de los BRICS, recuperar así, su parque automotriz, su maquinaria industrial, su sistema eléctrico nacional, su sistema educativo, de salud y alimentario, su agricultura y ganadería. Reforzar sus fuerzas armadas, toda esta situación representaría un golpe mortal para EE UU, un hecho jamás visto en este continente, el ejemplo más devastador para su control geopolítico en la región. Es decir, debe impedirlo a toda costa.

Entre las proposiciones, puestas sobre la mesa para dar luz verde a acciones que impidan tal desarrollo, se acogió la de Marco Rubio, la cual consiste, en principio, dar pasos para declarar a Venezuela un estado dominado y controlado por el narcotráfico y por ende una amenaza terrible para el Norte Global. Es por ello y por mandato de Marco Rubio, por lo que la fiscal general de Estados Unidos, miss Pam Bondi, anunció una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca al arresto del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Esto más que una burda amenaza es un desafío de grandes proporciones políticas por donde se le vea. No se sale por un divertimento al azar, dar tan violentas y preocupantes declaraciones. Estos son pasos previos que en sus planes deben conducir a acciones más contundentes. Nunca se podrá dejar de lado, posibilidad de una intervención militar por parte del imperio; para él Venezuela es clave, siendo ésta la última alternativa que tendría, para evitar de manera definitiva el que podamos soltar amarras, mostrar capacidad económica propia para sortear toda clase de acosos, sabotajes y amenazas. De hecho, simultáneamente a las declaraciones de miss Pam Bondi, ya se habían puesto en movimiento un terrible acto terrorista en el centro de Caracas, el cual fue abortado, al mismo tiempo se descubre un poderoso arsenal en el oriente del país.

OJO!!!!, insistiremos: EE UU evitará por todos los medios posibles, que Venezuela se recupere y se convierte para el mundo en un poderoso ejemplo de cómo vencer y aplastar las casi mil sanciones que nos han impuesto, y a la vez, que en recuperándose pueda ser capaz de echarle la mano a naciones hermanas también seriamente afectadas por las persistentes y criminales arremetidas del imperio… EE UU no permitirá de ningún modo que podamos resurgir plenamente, con un bolívar fuerte, con posibilidades de no necesitar de sus negocios, de sus proyectos y de sus tecnologías, porque eso a la larga representaría para ellos una terrible catástrofe y derrota económica y moral.

En relación con estas operaciones, el diario franquista "El País" en su edición de ayer sostiene: "…Trump 2.0 ha redoblado su apuesta contra Maduro. Pam Bondi, la fiscal general, anunció el jueves que el Gobierno ha aumentado hasta los 50 millones de dólares la recompensa que ayude a la detención de Maduro. La funcionaria acusa al líder sudamericano de colaborar con el Tren de Aragua, una organización nacida en Venezuela hace quince años que operó desde la cárcel de Tocorón, en el centro del país, CON LA ANUENCIA DE LAS AUTORIDADES. La banda se ha expandido a nivel global con el éxodo masivo de venezolanos gracias a la trata de personas, narcotráfico y extorsión".

Sigue sosteniendo la plana mayor del diario "El País" de España: "Maduro es también vinculado por el trumpismo con el Cartel de los Soles, una organización criminal responsable de traficar drogas a Estados Unidos. El Departamento del Tesoro sumó a finales de julio a la banda delictiva a la lista de organizaciones terroristas globales por sus actividades. En la declaratoria, las autoridades vincularon además a este grupo con el poderoso Cártel de Sinaloa. El Cartel de los Soles, más que una organización formal, está conformado por varios grupos de poder dentro del Gobierno y según denuncia la opositora María Corina Machado, CON LOS MILITARES A LA CABEZA, que favorecen, protegen y se benefician de esta actividad ilícita en Venezuela. El nombre de la organización hace referencia a las insignias solares que adornan los uniformes de los altos mandos militares". Sigue añadiendo el relato: "Washington ya había puesto precio a la cabeza de Maduro —15 millones de dólares— en el primer Gobierno de Trump. Maduro y otros corrompieron las instituciones venezolanas y brindaron protección política y militar a los narcoterroristas (...) Maduro y los demás acusados pretendieron expresamente inundar Estados Unidos de cocaína para socavar la salud y el bienestar de nuestra nación", decía la primera acusación formal contra el presidente, firmada por el fiscal Geoffrey Berman, de Nueva York. Estados Unidos mantiene hoy una narrativa similar contra los capos mexicanos y su deliberada decisión de traficar fentanilo a la nación".