Apenas una manchita que lo contaminó todo…

  1. Europa es apenas una manchita de mierda en el globo terráqueo, pero que acabó desparramando su peste explotadora, esclavista y colonizadora por los cinco continentes. Al día de hoy, la devastación y las consecuencias de sus aberrantes acciones son horrendas: África en estado agónico, con hambrunas bíblicas y en medio de guerras intestinas interminables. Los piratas ingleses y Francia extendieron sus brutales garras hasta Asia, provocaron dos guerras del opio en China, obligándolos a consumir droga y a expandir ese maldito comercio, siendo así como los ingleses acabaron apropiándose de Hong Kong. Luego también pondrían sus bestiales fuerzas imperiales sobre la India. Los crímenes provocados por Inglaterra y Francia en Asia Occidental duran hasta nuestros días. La ocupación de Indochina (Vietnam) por parte de Francia ocasionaron decenas de miles de muertos, y en saliendo los franceses, entraron los monstruosos gringos, sus más dilectos émulos.

  2. No dejemos de lado los abominables crímenes cometidos por los Países Bajos en África (Holanda), al igual que los alemanes, los países más degradantemente asesinos y canallas, racistas, de todo el planeta. Hoy son incalculables los daños y las devastaciones provocadas por los europeos (junto con sus gringos y los sionistas) en setenta años en Asia Occidental: en Palestina, Irak, Afganistán, Siria, Libia, Yemen, Líbano, Jordania, el propio Egipto… esos mismos europeos y gringos también han causado daños inmensos en las llamadas Indias Occidentales. Cristóbal Colón, vivía alucinado por esa urgencia de embarcarse en una empresa buscadora de oro (que cada noche pedía a sus santos preferidos lo guiaran hacia una mina fabulosa), y existen expresiones suyas que lo hacen aparecer como un ser más bien mediocre, con aspiraciones de contrabandista, de vendedor ambulante en cualquier puerto del Mediterráneo. Decía: "de oro se hace tesoro, y con él, quien lo tiene hace cuanto quiere en el mundo y llega a que echa las ánimas al Paraíso". Ese es el hombre que acabará imponiéndose entre nosotros, que a la vez, la piratería inglesa trasladará intacta al Norte, con mayor fuerza y carácter devastador.

  3. Con oro, sostenía Colón, podía hacerse fuerte y respetable ante la Iglesia y con él, podía preparar cien mil soldados de infantería y cien mil de a caballo para recobrar el Santo Sepulcro. El 30 de mayo de 1498 obtuvo autorización para su tercera expedición a nuestro continente, y vino con seis naves cargadas de lavadores de oro, artesanos y más de doscientos delincuentes. Singló hacia lo que é suponía eran los feudos del Gran Khan, y ahora volvía con ciertos privilegios y nuevas disposiciones administrativas, aunque ya para la Corona comenzaba a dejar de ser el héroe del Primer Viaje. No le fue suficiente al Almirante haber palpado las faltas que sus amigos estaban cometiendo en la isla La Española para enterarse del horror de su "descubrimiento" sino que las aumentó con un nuevo cargamento de presidiarios.

  4. Perturbado y sin escrúpulos, Colón con su devoción religiosa, escribe en su diario que avistó el Paraíso y que estuvo a un tris de encontrar las minas del rey Salomón. El 30 de julio de 1498, cree hallarse en territorio de caníbales. Ve tres montañas juntas en una isla, que bautiza Trinidad. Navega hacia el septentrión desde donde divisa dos cabos de tierra muy altas; el que quedaba al Occidente lo llamó Isla de Gracia. Allí la mar es dulce, Tierra de Gracias: Venezuela. El Almirante dice que aquella gente es de muy buen parecer, muy tratable, ya que lo recibieron honradamente: "son todos de muy linda estatura, altos de cuerpo e de muy lindos gestos, los cabellos muy largos e llanos, y traen las cabezas atadas con unos pañuelos labrados, que parecen de lejos de seda". Aquella región, "Tierra de Gracias", de exuberante belleza, de tan benévolo y agradable clima, con agua dulce, cuarenta leguas adentro del mar, le hicieron escribir a Colón que no había ninguna duda de que se encontraba en el Paraíso Terrenal; en estas notas, que no sabemos si fueron amañadas posteriormente o si son producto de su manía por impresionar a los fervorosos católicos de la Corte española, decía por ejemplo: "Grandes indicios son éstos del Paraíso Terrenal, porque el sitio es conforme a la opinión de estos santos e sanos teólogos". Serán estos espíritus posesivos de Colón los 1270 años después aparecerán en el Alto Orinoco y expulsará a Wanadi del Cielo (recomendamos la lectura de Watunna).


 



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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