Hoy nos enfrentamos a un mundo confuso y acelerado. Un mundo lleno de opiniones de todo tipo que tratan de entender y explicar el indetenible flujo de información que se va acelerando exponencialmente y nos ataca desde todos lados.
Para complicar más las cosas, dentro de ese caudal casi infinito de información y desinformación, se entremezclan mentiras, falsas verdades, verdades amplificadas, interpretaciones torcidas de la realidad, hechos históricos reales y ficticios.
Todos andamos tratando de observar, entender y explicar el mundo que nos rodea, sin embargo, ni siquiera nos hemos llegado a conocer a nosotros mismos, pero ese tema nos llevaría al plano de la metafísica y la trascendencia y esa no es la intención de este artículo, aunque no deje de ser un debate más que necesario en estos tiempos de cambios vertiginosos.
Trataremos de simplificar a riesgo de que algunos me critiquen, pero en estos tiempos de pudrición cerebral culpa de la cultura de los memes, a veces es necesario no complicarle la cosa a la gente, sobre todo a algunos de los más jóvenes.
El imperio del caos, ya en decadencia, se enfrenta al nacimiento acelerado de un mundo muy diferente
al del siglo pasado, cuando los Estados Unidos y sus corporaciones comienzan su expansión genocida de apropiación por despojo, expansión guiada por unos profundos sentimientos racistas y supremacistas traídos de las Europas por aquellos primeros colonizadores quienes llegaron cargados de esas terribles jerarquías de dominación y opresión que, lamentablemente, siguen presentes y controlan el pensamiento de las élites occidentales, hoy amenazadas por los nuevos nodos de poder que rápidamente van encontrando su lugar en los BRICS.
Esta situación ha obligado a esa farsa llamada "democracia liberal", a quitarse las caretas y mostrar su verdadero y monstruoso rostro imperialista y fascista. Hoy el "orden basado en reglas" se ha convertido en un orden sin reglas, donde, para la oligarquía occidental y sus acólitos sólo debe reinar el caos. Tengamos en cuenta que ese puñado de psicópatas milmillonarios y sus políticos lacayos no van a rendirse sin pelear, así que a pesar del teatro, o más bien la farsa, montada por Trump y compañía, podemos esperar que los próximos meses sean muy turbulentos para naciones como Venezuela, Cuba y Nicaragua y para todos los que ellos consideran "su patio trasero", pero sobretodo para aquellos países del Sur Global que sean miembros de los BRICS.
Debemos entonces prepararnos para el caos generalizado, para mas guerras, mas desestabilización, más revoluciones de colores y más de toda esa panoplia de marramucias utilizadas por las agencias de inteligencia occidentales, siempre al servicio de las élites corporativas.
El gran pensador boliviano Rafael Bautista nos lo dice claramente : " un imperio no lucha por algo… lucha por todo! Y si no puede conseguirlo luchará para lograr que nadie tenga nada."
Vienen tiempos borrascosos...
