Luis Beltrán Prieto Figueroa (La Asunción, Nueva Esparta, 1902-Caracas, 1993) ha ingresado al Panteón Nacion al con el honor y respeto debido, como dijo el orador de orden, el profesor Guillermo Luque, docente ucv, un maestro de la investigación y su didáctica, que ha dedicado varios textos a la obra pedagógica y política de Prieto Figueroa; ahí mismo en el Panteón Nacional, frente a las más altas autoridades del Estado, a quien calificó como el renovador de la en Venezuela, junto a una síntesis biográfica impecable.
En lo personal nos contenta sobremanera esa acción, pues, ha sido un autor cercano porque hasta somos tocayos, yo soy Luis Beltrán Saavedra Mata y cuando él fuera candidato presidencial en 1967 por primera vez, contábamos con 6 años y familiares o condiscípulos de escuela nos hacían bullying, como hoy se dice, con eso: me decía "Luis Beltrán Prieto Figueroa, orejas de pan"... (Comparte el pan de la democracia), algo así, o simplemente"El orejón ".
La verdad que ese nombre no me gustaba para nada, pero luego me tranquilizaron esos mismos familiares y amigos diciéndome que el maestro Prieto era un gran hombre y que el nombre que llevo es un nombre de almanaque, ya que el 11 de octubre en el santoral católico corresponde a san Luis Beltrán, un misionero de gran talante evangelizador en el tiempo colonial americano, así que podía estar tranquilo, nada tenía que ver con un ateo, adeco, socialdemócrata, comunista y agitador de masas.
Una vez tuve ocasión de saludar al maestro Prieto, como era conocido. Fue en una sede del MEP de Barquisimeto en la avenida Libertador con calle 26, diagonal al templo parroquial de la santa Cruz, cuyo párroco era el Pbro. Diego Alvarado Angulo, un simpatizante social demócrata y hombre aficionado a los libros, nuestro formador en la fe en ese entonces.
Luego, andando el tiempo nos tocó revisar, por sugerencia del Profesor, Dr. Reinaldo Rojas y los también doctores Francisco Zambrano Cano, Carlos Alberto Vázquez Delgado y Elda María Rodríguez Méndez, realizar la topografía de toda la obra ensayistica del maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa; ello con fines de realizar una síntesis argumentativa y crítica, como sustrato teórico de mi Tesis doctoral en Ciencias de la Educación en la ilustre Universidad Fermín Toro de Barquisimeto, sede Cabudare, donde la coordinadora de ese programa de Altos Estudios era la Doctora María Teresa Herrera.
Por cierto, que fueron los asesores, jurados y tutores en la ardua tarea de perfilar la referida Tesis doctoral, que al final, una vez realizada la llamada Pre-defensa en una sesión privada se llegó al consenso de que llevara por título: Luis Beltrán Prieto Figueroa, educación y política en el siglo xx y que luego hiciéramos la presentación pública de la misma, con gran "temor y temblor", como decía el maestro Federico Brito Figueroa, en 2010; antes, hacia 2002 el Dr. Reinaldo Rojas había sido el tutor de la Tesis doctoral de la profesora Elda María Rodríguez Méndez en el Instituto Pedagógico Rural de Rubio, estado Táchira sobre el humanismo democrático de Prieto Figueroa. Que son trabajos académicos que han tenido como referente a este gran educador venezolano.
Por eso ese Acto de Inhumación de los Restos Mortales de Luis Beltrán Prieto Figueroa en el Panteón Nacional nos toca de cerca, tal vez todo esto sea ocasión para revalorar la teoría pedagógica del Estado docente y la Escuela Nueva y la Escuela unificada, así como la noción de la pedagogía social. Así, queda abierta la posibilidad de realizar otras reflexiones sobre la educación de las mayorías y la reivindicación del docente.
Por cierto, allí en el Panteón Nacional se pudo ver también al apreciado colega y maestro Omar Hurtado Rayugsen, a quien enviamos un afectuoso saludo por este medio.