¡Se impuso el bien sobre el mal!

Llegó el 10E, la fecha que todos los venezolanos esperábamos. Los más violentos, aquellos que siempre han mirado con desgano la paz, y desde luego que les importa poco la vida misma de sus semejantes y el futuro del país, sintieron que el mundo se les vino encima, y que llegaron, como siempre lo desearon, "hasta el final".

Hasta el último momento y a escasas horas del amanecer glorioso, se resistieron, y en su gran mayoría, refugiados en sus propias madrigueras, como viven las ratas, se mantuvieron esperanzados que la reencarnación del diablo, hecha mujer, saliera milagrosamente, una vez más, para convocar a las jaurías, a tomar las calles para incendiar y destruir todo a su paso, con tal que el escogido, por la mano de Dios, y por el noble pueblo, no se pudiera juramentar.

Aún no salen de su asombro, les cuesta aceptar la realidad que los aparta de ese intento de hacerse con el poder, como lo soñaban. Sienten que la posibilidad de concretar un triunfo se les escapa de las manos y se les aleja cada vez más. En algunos la rabia y la frustración ya comienza hacerles efecto.

En regiones, como el Zulia, el dolor que invadió a una fémina que idólatra a la hija del diablo, fue tan intenso que el llanto la llevó a caer de rodillas, mientras sus gritos de rabia y frustración viajaban aceleradamente como marullos en las aguas del Lago de Maracaibo, pidiendo que Venezuela fuera liberada de esta horrible dictadura.

Entre tanto, la pluma ágil de una de esas Comunicadoras Sociales, que olvidaron los principios del periodismo, que no es precisamente promover el mal, la confrontación y la violencia, describía con lujos de detalles el show de la enfurecida mujer.

Está colega periodista, además describió, de hecho muy bien, la supuesta odisea que vivieron algunos ultrosos y conspiradores, que pretendieron encender la candelita y alentar la violencia, cuando funcionarios vestidos de verdes les impidieron consolidar el bochinche, con miras a teñir las calles de sangre, como llegó a ocurrir en las pasadas guarimbas.

Desde luego la sayona maracucha que invocó a todos los Santos y a Dios, para que el imperio se decida a liberar a Venezuela, en ningún momento recordó o rezó por las personas que fueron asesinadas antes por los Comanditos violentos que dirigió la propia sayona, junto al borracho candidato que dice que ganó las elecciones.

Mucho menos a esas víctimas, que el país aún las llora, las mencionó en su escrito la periodista al servicio de la extrema derecha.

Ya antes, es decir, el día anterior a la juramentación, la sayona mayor intentó montar su "falso positivo", haciendo ver que había sido secuestrada por esbirros del régimen, pero esa coartada quedó al descubierto, en menos de lo que canta el "gallo pinto", que pretendía alentar a los extremistas violentos para que reeditaran los lamentables hechos del pasado 29J, que dejaron un importante saldo de muertos, heridos, destruccion y desolación.

Cómo excusa, tras verse descubierta, la frustrada extremista al servicio del imperio, no le quedó otro remedio que decir que estaba bien, que todo había sido una confusión, por cuánto se le había extraviado, no la cadenita, como dice la canción, sino su cartera azul.

Toda esta situación, como era de esperarse,

produjo una andanada de mensajes falsos y mediáticos que la propia engendro del diablo ordenó que sus seguidores los montarán en las redes sociales.

El malestar y el famoso "ratón" que le pega a cada borracho, apenas comienza hacer efecto. En el futuro inmediato se escucharán lamentos, quejaderas, chillidos, maldiciones y palabras subidas de tono, pero el final les llegó como todos los esperaban, de manera ansiosa.

A partir de hoy Venezuela comenzará a respirar de nuevo más tranquila. Estimamos que de ahora en adelante se van a arreciar las confrontaciones internas y las peleas a cuchillo entre los mismos opositores, que siempre alentaron el golpismo, las protestas y los actos violentos, que mantuvieron a las familias venezolanas en completo estado de tensión y en zozobra.

La lideresa de cristal, salida de los confines del propio infierno, por más que se resista tendrá que entregar el testigo, la batuta cuanto antes, para ver si aún queda alguien de esa oposición resquebrajada, que sea capaz de conducirlos, al menos, por los caminos democráticos y de paz.

Entre tanto el país espera que el gobierno neutralice de una vez por todas, bajo el marco de la ley, pero está vez sin ningún tipo de consideración, a todos esos facciosos, que desde hace 25 años atrás han venido promoviendo el golpe de Estado, la insurrección y el caos, en perjuicio de toda Venezuela.



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Italo Urdaneta

Periodista, historiador y profesor universitario

 italourdaneta@gmail.com

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