Habló el pueblo

"Un sistema político debe tener la representación como servicio y la participación popular como origen de las iniciativas. Debemos cambiar las subjetividades para formar el ser humano nuevo"

(Enrique Dussel).

 

El día 28 de julio, día de celebración de los setenta años del nacimiento del comandante Hugo Chávez Frías, el pueblo venezolano se expresó electoralmente y envío un mensaje contundente a los dirigentes políticos del país.

Así como ocurrió en México, la Infocracia fue derrotada. Las fake news y las posverdades no lograron imponer su narrativa y su candidato.

Sobre la base de los resultados, que dejan un país polarizado, dejamos la siguiente lectura.

De un lado, se expresaron aquellos que quisieron retrotraer la historia y derrotar la revolución bolivariana. Son unos cuantos millones y forman parte, fundamentalmente, de los sectores poderosos desde el punto de vista económico y de estratos medios, aunque debemos decirlo, con total responsabilidad, que han logrado permear a sectores populares.

Estos sectores siguen empeñados en levantar una bandera que sólo tiene siete estrellas, tanto al interno de nuestro país como en los distintos lugares donde se ha anidado la emigración de venezolanos y venezolanas, negando con ello una realidad: el decreto del 20 de noviembre del año 1817, emitido por el Libertador Simón Bolívar, en el Palacio de Angostura, donde incorpora una octava estrella en la Bandera Nacional, como emblema de la provincia de Guayana liberada a finales de 1816, amplio territorio conformado por los actuales estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro.

Estos sectores deben entender, de una vez por toda, que eso es bolivariano y que, con esa medida, el Libertador reconoció el gran valor que esta región del país tuvo en el impulso a la gesta independentista y la desmoralización irrefrenable del ejército realista.

También deben saber que el mismo decreto tuvo vigencia sólo por cuatro años, ya que quedó derogado el 4 de octubre de 1821 por el Congreso de Cúcuta, que tenía como objetivo la unificación de Nueva Granada y Venezuela en una sola nación.

Hacen eso porque están convencidos de que eso es chavista, porque fue durante la presidencia del comandante, Hugo Chávez Frías, en el 2006, cuando se le dio curso para el cumplimiento del decreto del Libertador Simón Bolívar y se ordenó el cumplimiento de ese decreto de El Libertador, exigiendo la incorporación de la octava estrella, en reconocimiento de la gesta emancipadora e independentista de la Provincia de Guayana.

Son los mismos sectores que practican el racismo, desprecian a los chavistas, odian, son censitarios.

Pero por encima de ello, para esos sectores del pueblo venezolano, también deben dirigirse políticas en función de persuadirlos de que el gentilicio del venezolano y venezolana no tiene nada que ver con esos comportamientos.

Pero, el 28 de julio, sobre todo habló el pueblo de a pie, el descalzo, el descamisado, el "condenado de la tierra", según Franz Fanón, en su inmensa mayoría.

Para esta parte del pueblo hay que dirigir políticas que le den respuestas a sus necesidades más sentidas. Hay que dar respuestas a las irrisorias pensiones, a los salarios de miseria. Deben restituirse las prestaciones sociales.

El gobierno bolivariano, con el apoyo recibido, debe asumir su compromiso de combatir, con toda su fuerza, a los enemigos internos que tiene, y se anidan en la corrupción y la burocracia, pero se mimetizan vociferando que son más chavistas que el propio comandante eterno, Hugo Chávez Frías.

Los dirigentes, adictos a los selfies, a tomarse una foto a sí mismo, con un móvil o una cámara; los dirigentes de las redes sociales, deben ser desterrados definitivamente y realzar a las mujeres 4 x 4, que llevan sobre sus hombros la distribución de las bolsas CLAP, se han calado los malos momentos y ahora le debe llegar su hora y deben ser reivindicadas.

Sería recomendable que el presidente Nicolás Maduro le solicite la renuncia a todos los ministros y ministras y autoridades de otras instituciones para realizar un proceso gubernamental, con caras nuevas, en función de aplicar el programa de las 7 transformaciones, que fue un compromiso asumido en la campaña electoral.

Como conclusión de lo dicho, el pueblo venezolano debe marcha a su reencuentro. El candidato-presidente, en su campaña electoral, habló precisamente de ese reencuentro. En ese sentido, sería importante que se trabaje por un gran acuerdo nacional. Recordar que, en política exterior, nuestra fortaleza ha sido la "diplomacia de paz" y si eso ha sido así ante la arremetida imperial, con mucha más razón lo debe ser entre los venezolanos y venezolanas. Nuestra fortaleza es la paz y de ese camino nada ni nadie debe desviarnos.

 



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Franklin González

Doctor en Ciencias Sociales, UCV. Sociólogo, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Altos Estudios ?Pedro Gual? del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia.

 framongonzalez@gmail.com

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