Licencia para asesinar

"En las relaciones internacionales practicamos nuestra solidaridad con hechos, no con bellas palabras"

Fidel Castro.

Aquí reflexionaremos no sobre películas dedicadas a ese tema. Tampoco lo haremos sobre "ciencia ficción". Más bien lo haremos sobre una realidad, que produce muchas náuseas y rechazos por doquier.

En esta era del internet y las redes sociales estamos observando, al momento, cómo unos gobernantes de un país, apelando a la ilegalidad, el apartheid y una guerra genocida, asesinan de forma masiva a todo un pueblo, incluyendo niños, mujeres y ancianos y no pasa nada. Hasta el momento, más de 30 000 palestinos han sido asesinados y casi 70 000 han resultado heridos por el régimen de Israel en la Franja de Gaza lo que suma más de 100 000 personas muertas, heridas o desaparecidas de la población de aproximadamente 2,3 millones.

Pero lo peor de todo es que eso ocurre con el apoyo político, financiero y militar por parte de la potencia más poderosa de la Tierra, que, con conocimiento, pleno y cabal, por ejemplo, de que el equipo militar se está utilizando para cometer violaciones graves del derecho internacional contra los palestinos, no obstante, sigue apoyando ese aberrante comportamiento, hasta el extremo de hacer uso de las Naciones Unidas, para avalar los asesinatos.

En ese contexto, este primero del mes tres de este año 2024, el mismísimo EE.UU. no apoyó la declaración del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, mediante la cual se responsabilizaba a las fuerzas israelíes de abrir fuego el jueves 29 de febrero contra civiles palestinos que estaban aguardando la entrega de comida y otra ayuda humanitaria en el norte de la Franja de Gaza. Según el Ministerio de Salud palestino, hubo un total de 112 personas muertas y 760 resultaron heridas.

Esa declaración, propuesta por Argelia, fue respaldada por 14 de los 15 miembros del Consejo, pero el embajador adjunto de EEUU dijo, ante una pregunta de un reportero, que su país bloqueó la declaración condenatoria de la ONU, porque no disponían de "todos los hechos sobre el terreno", cuando resulta que se apuntó y se mató intencionalmente y decenas de las víctimas tenían balas en sus cabezas.

Como se sabe, hay un dicho que reza "crea fama y échate a dormir" y resulta que ese comportamiento no es nuevo. Antes, ese mismo país, había vetado por tercera vez un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad presentado por Argelia en nombre de los Estados árabes. En ese entonces, el texto recibió 13 votos a favor, uno en contra (Estados Unidos) y una abstención (Reino Unido).

El texto rechazado, además, de plantear un alto al fuego humanitario inmediato, rechazaba el desplazamiento forzoso de la población civil palestina, incluidos mujeres y niños, en violación del derecho internacional, exigía la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes y reclamaba un acceso humanitario sin trabas.

Como es de conocimiento, para ser adoptado, el proyecto de resolución debía recibir al menos nueve votos a favor y no ser vetado por uno de los cinco miembros permanentes del Consejo (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos).

Debe recalcarse que, desde el 7 de octubre de 2023, Estados Unidos ha bloqueado en tres ocasiones las resoluciones que exigen "un alto el fuego humanitario inmediato" en la Franja, con lo cual se da luz verde a todo el genocidio en Gaza cada vez que usa el "veto". El argumentando, siempre es el mismo: que las resoluciones presentadas no reconocen el derecho de Israel a defenderse.

Ese comportamiento, como se sabe, hasta la saciedad, no es nada nuevo. En los últimos años, EEUU ha usado el escenario de la ONU para legitimar parte de sus objetivos en política exterior, aunque eso significara afectar a otros estados miembros. Lo hace ahora para apoyar el genocidio sionista, pero también lo usó para invadir a Irak con la mentira, por delante, de la supuesta existencia de armas de destrucción masiva. También ha empleado el espacio de Naciones Unidas para acusar a Irán por el uso de la energía nuclear y la presunta existencia de un arma atómica, algo tampoco comprobado.

Igualmente lo ha hecho para impulsar una supuesta guerra contra el terrorismo en Medio Oriente, aunque eso implicara más conflictos y destrucción. En los dos últimos años para enfrentarse a Rusia en relación al conflicto ucraniano.

Se supone que cada resolución que emita el Consejo de Seguridad debe responder a su objetivo primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales, pero si la posición de uno de sus miembros impide este propósito, el órgano falla en su gestión como ha sucedido ahora, ante su incapacidad de detener la masacre de Israel.

La ONU debe y está en la obligación de proteger a los pueblos de las guerras. La Franja de Gaza es una deuda pendiente con un número de muertos en ascenso que martilla en la conciencia colectiva de lo que pudo haberse evitado.

Ante tal situación, cada vez más la pregunta que retumba por todos los rincones de la tierra es: ¿Qué se necesita para frenar el genocidio contra el pueblo palestino? La respuesta, que viene creciendo, con mucha fuerza, es que se necesita otra ONU, donde se deje de privilegiar el veto de unos pocos y de anular la voluntad de las mayorías. Por ejemplo, recientemente, la Asamblea General, aprobó una resolución que intenta frenar las operaciones israelíes. La votación del órgano mundial fue de 153 a favor, 10 en contra y 23 abstenciones. ¿Y qué pasó? Más allá de que hubo un apoyo mayoritario al pueblo palestino, fue una resolución no vinculante, esto es, no obliga a Israel a nada.

Mientras tanto, el secretario general de esa institución, António Guterres, ha precisado que nada puede justificar el genocidio en la Franja de Gaza y ha exigido un cese al fuego. Nada puede justificar el castigo colectivo del pueblo palestino en la represalia militar de Israel y ha tildado de "espeluznante" el nivel de muerte y destrucción en la Franja de Gaza, mientras tanto ha pedido una tregua humanitaria inmediata para los palestinos y ha acentuado que las mediadas humanitarias se consideran la única manera de aumentar masivamente la entrega de ayuda en Gaza.

Guterres también ha dicho: "El mundo ha cambiado, pero nuestras instituciones siguen siendo las mismas y ha llegado el momento de renovar las instituciones multilaterales basadas en las realidades económicas y políticas del siglo XXI".

¿Y qué ha pasado? Nada.

Por su parte, la Corte Internacional de Justica se pronuncia con unas medidas provisionales, mediante las cuales se ordenan a Israel cesar todos los actos de genocidio, incitación al genocidio y garantizar el acceso humanitario al pueblo palestino, que se enfrenta "cada día" a la muerte, el hambre y repetidos desplazamientos forzosos en toda Gaza, pero no pasa nada y la impotencia es lo que prevalece.

Una voz disidente se pronuncia y ha sido el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, quien, al momento de producirse el tercer veto de EEUU, dijo: Estados Unidos, con su veto a la resolución, otorga a Israel "una licencia para matar" y "hoy hemos sido testigos de otra página negra en la historia del Consejo de Seguridad de la ONU. Fue escrita nuevamente por la delegación de Estados Unidos, que persigue el mismo objetivo: encubrir a su aliado más cercano en Oriente Medio (Asia Occidental) y demorar lo más posible que podría completar sus planes inhumanos para la Franja de Gaza, es decir, expulsar a los palestinos del sector y limpiar completamente el enclave, y literalmente, convertirlo en un territorio deshabitado".

Según Nebenzia, "Estados Unidos demuestra una y otra vez su desprecio por las instituciones internacionales, la diplomacia multilateral y la legalidad internacional", lo que hace que "la autoridad del Consejo de Seguridad de la ONU quede en entredicho".

Definitivamente, estamos en presencia de una licencia para asesinar, y, lo peor, es que se hace desde la organización llamada por su constitución a garantizar la paz, la convivencia, la vida y no la muerte.

Diría un dicho popular: lo que está a la vista, no necesita anteojos.

 



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Franklin González

Doctor en Ciencias Sociales, UCV. Sociólogo, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Altos Estudios ?Pedro Gual? del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia.

 framongonzalez@gmail.com

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