Josué Lorca, tú sabes que caminar en Caracas tiene sus riesgos. Es toda una odisea volver a casa sano y salvo. Hay mucho caos. Te puede atropellar un carro o una moto cruzando la calle, o incluso en la misma acera, porque ahora todas las aceras son doble vías para las motos. Y si le reclamas a los conductores de motos, te responden que nosotros los peatones también caminamos por las calles y eso les molesta.
Pero también puedes caer en una boca de visita de drenajes sin tapa, o en una tanquilla de electricidad y morir electrocutado. O simplemente tropezar con un perno embutido en la acera y caerte de boca. O incluso, puedes clavarte una púa de una concertina en la cara, y nadie responde por eso.
Por tal razón es que los caraqueños prefieren caminar por el Parque Generalísimo Francisco de Miranda, porque a pesar de que hay circulación de vehículos de mantenimiento u operación, los riesgos son menores.
Sin embargo, Ministro de Ecosocialismo, hay un asunto que me preocupa, y son las yuccas que se encuentran en el jardín xerófilo del parque. Estas plantas cuyas hojas están rematadas con espinas aceradas fueron sembradas en un talud que colinda con la caminería del estacionamiento. La misma caminería por la cual entran los usuarios desde la avenida Francisco de Miranda.
Esta caminería está separada del talud por una cadena de color verde que descansa sobre pequeños postes verdes. Y resulta que las plantas yucca aloifolia cada cierto tiempo se inclinan por el peso, y sus hojas puntiagudas se colocan obstruyendo el paso de los peatones.
Creo que debemos tomar medidas preventivas. Los ojos son sagrados. Así como los botánicos evitan sembrar árboles venenosos en los parques recreacionales e infantiles, igual nosotros debemos colocar las plantas espinosas en sitios donde no representen un riesgo para la salud.
En una oportunidad hice el reporte en la oficina del parque, y el personal amablemente me dio la razón, y procedió a cortar las plantas que estaban obstaculizando el paso. El día de ayer me presenté nuevamente a la oficina para reportar otras plantas que traspasaron la defensa, y me dijeron que ordenarán al jardinero para que las corte. Y estoy seguro que así será, porque el personal de la oficina y los jardineros son muy responsables.
Sin embargo, Josué, yo no sé si la ubicación inclinada de estas plantas en un talud forman parte del proyecto original del parque, pero creo que lo más conveniente es reubicarlas, y así evitar esta rutina de alertas innecesaria. O al menos reubicar o cortar aquellas plantas que se encuentran cerca de la caminaría y que sabemos que en cualquier momento van a obstaculizar el paso peatonal. Los botánicos y botánicas sabrán cuál es la mejor solución y darán las recomendaciones.
Para terminar, aprovecho la oportunidad para reportar otro caso que me preocupa. Y es sobre la salud de los senderistas que caminan todos los días por la acera que conduce a la entrada del Parque Guaraira Repano hacia el sector La Julia. Hay un largo tramo de esta acera, en la salida de El Marqués hacia la Cota Mil, que está obstaculizada por una concertina que instalaron a muy baja altura sobre una cerca tipo ciclón. Recuerda que los ojos son sagrados.
Alguien pudiera decir que eso es tarea del Alcalde del Municipio Sucre, José Vicente Rangel Ávalos, y tiene razón. Pero yo considero que Inparques no solo debe cuidar los parques, sino también garantizar que el acceso a estos sean lo menos riesgosos posibles. Saludos.
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