Auditórium

El auto envenenamiento de un pueblo: ¿A través del autoengaño político?

"Yo tengo más respeto para un hombre que me permite conocer cual es su posición, incluso si está equivocado. Que el otro que viene como un ángel pero que resulta ser un demonio". Fin de la cita. Malcolm X.

Cuando se buscan los siete pecados capitales, y se analiza las causas por la que Venezuela se autodestruyera en una década. Y se señalan 7, de los llamados «pecados capitales» venezolanos del siglo XXI: debido a la insatisfacción injustificada, el descontento institucionalizado, y las exigencias eternas, con un clima de tensión continuo, y una atmósfera preinsurrecional, la prepotencia, el supremacismo politiquero, la pérdida del sentido de la realidad, y se establece en el entorno del poder, una relación absolutamente equivocada, y de cobardía frente al ejercicio de la razón.

Pues esto nos suena mucho a lo que vemos desde hace una década en Venezuela: El país más rico de América Latina es, a su vez, el más insatisfecho; siendo el más fuerte, hoy es el más inestable. La Venezuela Bolivariana cambió en su fuero interno esa cita de Fausto que dice: 'Es verdad que ya sé mucho, pero quisiera saberlo todo' porqué: ‘Es verdad que pongo mucho, pero quisiera poseerlo todo'. Ya que con esta máxima sólo se logra aislarse, y acorralarse, y se ganan enemigos en todo el entorno militante, y que todo apuntala a tener un amargo final, y es algo que un estadista sabio (o un país sabio) debe estar previendo (…)

Una derrota político electoral se puede resistir e incluso superar; con frecuencia, mediante la reflexión, y el entendimiento, hasta se puede convertir en una fuente de energía; pero lo que no se puede superar es el auto envenenamiento de la población a través de un autoengaño político persé. Esto es lo que le ocurre a la nomenklatura después de una década, y lo que marca el devenir de su historia. El hecho de que desentonan, y no se les ocultara una verdad reparadora; donde nunca aprendieron a enfrentarse directamente a los hechos de la paralización de la economía; que los culpables de la hiperinflación, y de la pobreza, tras rehuir a su propia responsabilidad, dividen además al pueblo venezolano, y lo vuelven contra sí mismo, todo esto es una infamia de la que sólo puede surgir una tremenda desgracia, tal y como está ocurriendo en la actualidad. Claro y en criollo… perdón, venezolano.

Dulce y auto envenenada Venezuela… pero ¿los demás? Y en los demás sobresalen aquellos que por su función deben protegernos, no sólo los políticos de todo pelaje, sino toda la oposición alacrán, que se ha subido al carro de la hipocresía mientras que se deshacen en jirones como unos zombis con los primeros rayos del sol.

Poco pueden hacer los indefensos ciudadanos, salvo empezar por ellos mismos, que es lo único que está a su alcance, y es lo único de verdad efectivo.

Así que a coger por los cachos esta certera realidad, y ver cómo la aplicamos en nuestras vidas diarias, corregir lo que haya que corregir, y no volver a pecar más de ingenuos, que la vida es demasiado corta para perderla sin luchar.

Tal vez así no vayamos a derrotar a la desgracia, pero decididamente así el enchufe oportunista no nos va a derrotar a nosotros, mientras disfrutan con sus familias, y amigos unos saraos domingueros en este maravilloso rincón del Caribe Mar, que tal vez no sea Dinamarca, Miami o España; pero… a fin de cuentas ¿a quién le importa?

No se puede entender la cerrazón de muchos politiqueros en su insistencia de oportunismo. Solo se puede entender desde una podredumbre moral que se las ha imbuido haciéndoles creer que son seres superiores, con un supremacismo absoluto. Es cierto que las similitudes entre la actual Venezuela, y el totalitarismo cubano es cada vez mayor. Tampoco se entiende que los políticos moderados no colaboren en ayudar a desmontar toda esta trama que está hundiendo a Venezuela. Quizás tendrían que plantearse un boicot incluso personal, con sus amigos incluidos, vecinos, compañeros, para que se den cuenta del rechazo que tienen. Solo así empezarán a entender. De lo contrario se les seguirá dando alas, y si un día tuvieran el poder, nos marginarían ellos a nosotros a raíz de su supremacismo politiquero.

Si, pero no nos va a salvar a nadie, ni siquiera seremos capaces de salvarnos a nosotros mismos. Esa es la situación, eso es lo que nos merecemos.

Claro está, y no es tan desmedida la comparación: Todos los actos legislativos que emanan desde la nomenklatura, son una calcomanía de leninismo, ya que Hitler, también al leninismo lo copió.

No es de extrañar, y no extraña, lo que algunos venezolanos demócratas no quieran ver la situación actual que padecemos, en Venezuela, con estos elementos, con estos malos elementos, con mando y dinero de todos, que en su inútil, y vacía prepotencia gallean sin corral constantemente. Dice el dicho, que no hay ciego más que el que no quiere ver.

Enumerar situaciones de estos atropellos deshumanizados, y xenófobos de los comerciantes colonizadores árabes, y chinos, es largo, y no cabe duda, de que es doloroso empezar a detallarlos, ya que estas atrocidades de los delincuentes de la especulación, que fomentan la inflación, formarán parte de la historia venidera de Venezuela, y no distinguirá, a los que la soportan con resignación de quienes las hicieron exponiendo a las claras su crueldad, eso sí, disfrazada al estilo del largo caballero de socialismo y libertad.



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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