A 200 años de "Mi delirio sobre el Chimborazo"

Un poema, una montaña. El Chimborazo es una montaña-volcán, situada en Ecuador, en una región llamada con el mismo nombre. Después de la batalla de Ayacucho, inspirado en esa montaña, Simón Bolívar escribiría su poema en prosa "Mi delirio sobre el Chimborazo", en Octubre de 1822.

Se cumplen dos siglos de haberse escrito el poema; representa la vivencia de un estado especial en la vida del Libertador Simón Bolívar. Vivía una circunstancia que le impele a reflexionar sobre sí mismo y la realidad del continente; en tanto que sujeto social del proceso de liberación americana, donde ha jugado un rol preponderante.

El contexto. El momento vivido es el posterior a la derrota del ejército español que ponía fin a la guerra independentista y al proceso colonial español, cuya batalla de Ayacucho cierra un proceso de guerra que duró 15 años.

El Bolívar el personaje. Un personaje histórico complejo que hoy representa un mito; hecho que hace difícil decodificar claramente la esencia de su personalidad. Mucha tinta ha corrido sobre el papel en diversos tonos y perspectivas en torno a los escritos de su vida y obra. Como polémica figura histórica lo encontramos en dos extremos: los que lo idolatran a tal nivel que lo consideran un "elegido" y los que lo combaten tejiendo historias en sentido contrario. Por supuesto, éstos últimos no son la mayoría. La figura de Bolívar ha sido utilizada por diversos sectores con posturas diversas, opuestas y hasta contradictorias.

Culto a la personalidad. Históricamente su imagen ha sido utilizada por sectores políticos de un amplio espectro que va de la derecha a la izquierda. Ante la posición frente a la Gran Colombia, Páez tomo la posición contraria al libertador, convirtiéndose en el impulsor de su destierro. A pesar de ello, utilizó su figura como recurso de poder. Inicio una política de culto al Libertador durante sus gobiernos. Antonio Guzmán Blanco dictador de finales de siglo XIX, repitió la política aprovechándola en su propio beneficio.

En el siglo XX el culto a la personalidad, explotando la imagen del libertador, fue utilizada tanto por dictadores, como Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez; de igual manera, tanto en la IV como en la V República paso igual. En esta última el chavismo la retoma como fundamento ideológico tanto del partido como del gobierno, pretendiendo convertir a Bolívar en precursor del "socialismo del siglo XXI".

A nivel de los movimientos sociales, políticos y guerrilleros también encontramos la adopción de la figura de bolívar como recurso ideológico político. Las fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) escribieron un libro sobre el libertador a fin de formar a sus cuadros guerrilleros. Del mismo modo, el movimiento M-19 Colombiano, inicia sus actividades robando la espada de bolívar, como símbolo de su afinidad a las ideas bolivarianas de liberación. El Partido Comunista de Venezuela debió dar lugar a Bolívar entre sus iconos revolucionarios. También en el campo de las letras, y en el enfoque de la historia ocurre el mismo fenómeno. Por ejemplo, Álvaro Mutis exacerba el bolivarianismo a expensas del santanderismo.

Volvamos al poema. Como queda dicho, el poema representa un momento especial en la vida del libertador. Vive un momento que se siente poseído por la gloria; `podemos decir que, como parte de un estado eufórico que le envuelve.

El clima vivido en el período está marcado por el triunfo de la guerra independentista frente a uno de los centros de poder más fuertes e importantes de la época: el colonialismo español-europeo. En Bolívar, este hecho vital debía manifestarse exteriormente, no podía represarse en su interior; y así lo hizo, se expreso en el poema. Con relación a este aspecto, al amor por la gloria que profesaba Bolívar, muchos escritores lo han abordado desde diferentes perspectivas. Es el tema del poema.

Para una lectura en su contexto veamos dos de los escenarios fundamentales donde se enmarca el contenido del poema, como lo son la geografía y mitología de la región.

La geografía. El Chimborazo está ubicado a 150 Km de la ciudad de Quito y a 20 Km al Nordeste de Río Bamba. Fue considerada en el s XIX como la más alta del planeta. Bolívar la llamó la "Atalaya del Universo"

La montaña-volcán, en la jerga de los geógrafos, representa el punto más alejado del centro de la tierra, y en sentido contrario, el punto más alejado del sol. En cuanto al diámetro terrestre esta en el mayor de la tierra; es decir, en latitud ecuatorial, mientras que menor es la latitud Everest. ( )

Desde la mitología de los pobladores indígenas, el Chimborazo es el dios de la antigua nación Paruhá. También fue adorado por los Incas. Recordemos que su imperio se extendía desde Perú hacia el norte, hasta llegar a la frontera con Colombia.

El nombre de Chimborazo tiene varias significaciones entre la población Indígena: En Jibaro chambú quiere decir asiento, dueño de casa, otro bando. Para los Aimara rassu significa nieve. Para el pueblo Chimbó Chimú, sombra protectora.

En la mitología indígena Chimborazó era la representación del esposo; mientras que una montaña plantada al frente, representaba a la esposa. Ambas montañas se unían en el resplandor de los rayos de las noches de tormenta.

Abordemos el poema. Como su nombre lo indica, "Mi delirio sobre el Chimborazo" es la expresión de la posesión que sobre un hombre ejerce el delirio, dándonos una visión del mundo y de la vida. Acción que emerge en la cima de una montaña inalcanzable en su cima y recogida en un poema. La temática abordada, desde esta lectura del poema, está referida a la Gloria, como fenómeno de significación ético-humana.

Bolívar se encuentra maravillado ante la majestad de la montaña del Chimborazo, cuya imponente altura derroto al Barón de Humboldt en su intento por escalarla. Montaña cuya cúspide está conformada de nieve, plantada como una esfinge que representa la cosmovisión indígena andina.

Se funde en la creación del poema el imperativo vital de la gloria conquistada y el cosmos de la montaña andina con toda la cosmogonía reflejada en su paisaje. Bolívar expresa su lectura en ambos mundos el interior y la geografía andino en un lenguaje de la modernidad Occidental, en cuanto hombre perteneciente al mundo de la Ilustración occidental.

Desde allí refleja la triada de la vida interior del guerrero victorioso, en consecuencia lleno de Gloria, que vincula dos mundos mitológicos diferentes, el griego y el indígena andino.

Escalada de la montaña y encuentro con el tiempo. En su delirio Bolívar sube al Chimborazo, conquista la cima, superando la escalada de Humboldt, Se posesiona en la cima la cual representa un espacio multicolor a causa de la luminosidad producida por la luz refractada sobre el piso de hielo, conformando un arco iris.

Allí se encuentra con el dios Tiempo que ha tomado la forma de anciano con su fisonomía respectiva, cargando una hoz. Se inicia el dialogo, cuyo centro no es otro que la valoración humana a partir de sus acciones.

Habla el Tiempo: "Yo soy el padre de los siglos, soy el arcano de la fama y el secreto, mi madre fue la eternidad, los límites de mi imperio los señala el infinito… " y así continua su discurso.

Luego gira el discurso hacia la valoración de los actos humanos; lo hace con sentencias en formas de interrogantes, que como flechas diferencian la magnitud de las representaciones humanas y de los dioses:

¿Por qué envaneces, niño, viejo, hombre o héroe? ¿Crees que es algo tu Universo? …¿Imagináis que habéis visto la Santa Verdad? ,

y así siguió implacablemente lanzando sus sentencias.

Bolívar responde al Tiempo, dice en su poema; "Sobrecogido de un terror sagrado"

¿Cómo, ¡oh Tiempo! –respondí– no ha de desvanecerse el mísero mortal que ha subido tan alto? He pasado a todos los hombres en fortuna, porque me he elevado sobre la cabeza de todos… Y continúa enumerando sus logros que le hacen héroe y conquistador de la Gloria.

Y el tiempo acepta sus argumentos y le dice; Observa –me dijo–, aprende, conserva en tu mente lo que has visto, dibuja a los ojos de tus semejantes el cuadro del Universo físico, del Universo moral; no escondas los secretos que el cielo te ha revelado: di la verdad a los hombres". Luego, "El fantasma desapareció".

Bolívar conquista entonces la eternidad; su gloria fue reconocida por el tiempo. No existe entonces nada que pueda borrar su obra. Hoy, a 200 años del poema y de la obra independentista, dada la supervivencia ante el tiempo, a pesar de las distintas traiciones a su legado, podemos decir que Bolívar venció al tiempo


 



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Luis E. Villegas N.


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