Entre la Ascensión y la Debacle

No era de extrañar que partidos como Podemos, entre otros, asumiera una postura divisionista y chantajista frente al planteamiento para la conformación de un partido para la revolución bolivariana, un partido genuinamente socialista. Pues, son tiempos de definiciones y las clases sociales en pugnas se ven obligados a romper sus caretas.

La posición de Podemos revela la naturaleza de clase que pugna entre su dirigencia, La Pequeñoburgués. Es promisoria señal de que el proceso político de la revolución bolivariana marcha por correcto sendero.

La historia nos ha mostrado su rueda. Una misma situación pareciera repetirse siempre en el devenir de la humanidad. Como un proceso cíclico, lo definía Marx. Cuando una clase social es desplazada del poder por la revolución, en la medida que esta se profundiza y pugna por transformar la sociedad, paralelamente, en su mismo seno, las clases que la conforman emprenden la lucha por hacerse del poder y las ideas de la misma, o en su defecto conservar privilegios. Veamos esto.

El liderazgo indiscutible e irrebatible del Comandante Chávez, su firmeza y la claridad de sus ideas en su interpretación dialéctica de las actuales circunstancias que enmarca la nueva etapa a la revolución, empuja a la pequeña burguesía que acompaña a la revolución a emprender acciones desesperadas y defensivas. Del dicho popular: “corres o te encaramas”, la pequeña burguesía ha optado por correr encaramados. Sus privilegios corren peligro frente al planteamiento de un partido único para la revolución. Es esto lo que verdaderamente defienden: privilegios para el chantaje político; privilegios que le consientan aires de liderazgo y poder anti natura -a correspondencia del partido que dirigen-, que les permitan intentar desviar el curso del huracán revolucionario Pueblo-Chávez.

Otros, buenos camaradas y otros no tan buenos optan por la protección de su ciclas, y bajo la defensa de la trayectoria revolucionaria de su partido -innegable, por cierto-, asumen semejante posición divisionista, aun por encima de la más importante y fundamental tarea: la defensa del pueblo y la revolución. Hacen del partido un abstracto omnipotente, un fin y no un medio: instrumento para la revolución, olvidan que el partido no es más que su vanguardia, como la patria es el hombre diría Alí. Olvidan a Lenin.

Semejante posición es la expresión pura del dogmatismo de unos, la ceguera de otros provocada por una defensa absurda y el oportunismo consiente de unos pocos que, al igual que la pequeña burguesía, temen perder sus pocos y anti natura liderazgos y privilegios. Es también interpretable como una expresión de desconfianza a la revolución y al Comandante Chávez.

Entre la ascensión de las ideas y las banderas que siempre levantaron o la debacle reside la actual pugna. Los verdaderos revolucionarios estaremos siempre firmes y fieles a nuestras ideas, al pueblo y al Comandante Chávez.



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Basem Tajeldine

Marxista. Investigador de temas geopolíticos internacionales en el Centro de Saberes Africanos. Moderador del programa VOCES CONTRA EL IMPERIO, RadiodelSur y RNV.

 basemtch@gmail.com      @BasemTajeldine

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