¿El Conde Presidente?

Prácticamente desde los nueve años anda en campaña buscando siempre superarse, cuando se hizo emprendedor en aquella bomba de El Tejero en el estado Monagas, vendiendo periódicos, limpiando zapatos y vendiendo empanadas. La alegría con que laboraba provocaba un éxito inmediato en esa pequeña gerencia que le permitía contribuir en la economía familiar.

El espíritu aventurero es la brújula que marca su camino, no lo pensó dos veces para ir en busca de su papá a los trece años bien lejos en las minas del estado Bolívar. En ese largo andar de altibajos nunca se creyó el ultimo refresco del desierto, su humildad fue su característica principal. La solidaridad con los demás lo llevó a aspirar la Presidencia de la Republica.

En aquella ocasión se vio obligado a renunciar, los mismos que lo promocionaron le sacaron el cuerpo con el argumento que ya tenía otro candidato. Fue su primera experiencia frente los hilos que mueven el poder en el país. Se prometió de volver a ser candidato lo haría con financiamiento propio. Quizás fue ese el detonante para que invirtiera mucho más en proyectos económicos.

Paralelamente se preocupó por realizar mayores estudios universitarios sin perder ese contacto personal con la gente, viviendo además en Puerto La Cruz, Caracas, Puerto Ordaz y Margarita. Teniendo allí intereses económicos. Es común verlo comprando en los mercados o tomándole el café a su comadre Coromoto en Barcelona, que si usted no le oye la voz, jamás y nunca piensa que ese señor de franelita y pantalón corto es el que está sentado en la popular vivienda.

Se especializó en la gerencia en turbulencia, como él llama a administrar en tiempos de crisis. A diferencia de los que muchos creen utiliza su nombre artístico como una franquicia realizando sociedades con fábricas y empresarios para llevar al mercado productos con la marca Conde. Siendo su fuerte la venta y distribución. En principio disminuye el riesgo en una sociedad estratégica.

No dice en ninguna parte que aspira ser candidato nuevamente, aunque se le ve salir de los poros. Pero ya ha madurado, sabe que si comienza a promocionarse en ese sentido. No tendría nada de extraño que le hagan una guerra cerrando los locales donde quisiese presentar su show, y por supuesto sabotearían la venta y distribución de los productos Conde.

Okey, alguien dirá, perfecto pero puede seguir presentándose en el exterior, si pero lo otro que es su presencia en muchas ciudades de Venezuela que a manera de mitin se mantiene vibrando con la gente desaparece. Algo parecido quiso hacer su amigo Diosdado, con la proliferación del programa Con el Mazo Dando en todo el país. Una campaña indirecta acompañada de grandes movilizaciones en el caso de Cabello.

Para aspirar nuevamente, de llegar hacerlo, acota. No lo van agarra desprevenido, mucho menos limpio y sin preparación. Está claro que no es lo mismo echar chistes que competir con intereses. Plantea un país de propietarios, hay que eliminar esa política de regalos, nadie progresa con un bono y un pernil, manifiesta.

Falta bastante tiempo, los políticos de oficio ya están montados en el tren de las elecciones. Alcaldes recién electos aspiran ser gobernadores. Vivianes con la excusa del cambio de liderazgo quieren convertirse en jefes de la oposición marcando líneas fuera de contexto. Y los que dice no ser políticos pero llaman a los partidos y a la sociedad civil para dirigirlos. Mientras El Conde sigue trabajando a la calladita midiendo el momento preciso de presentar sus aspiraciones.



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Claudio Schiveci

Exdirigente juvenil en el Liceo Cajigal de Barcelona, Cofundador de la revista Horizonte, redactor de la revista cultural Candilejas. Columnista en los diarios El Metropolitano, La Nueva Prensa de Oriente y Diario Impacto en Anzoátegui.

 claudioschiveci@gmail.com

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