"Más vale morir de pie que vivir de rodillas"
El titulo de este articulo. Es una frase que significa que es mejor vivir con dignidad, con libertad, y sin ataduras que te estén oprimiendo, sin ser controlada tu vida por ningún jefe de calle, o concejo comunal, y vivir como se debe, en absoluta libertad, ayudando a construir con el trabajo creador, un país bello en el cual se pueda vivir mejor. Por eso, es mejor vivir de pie luchando por todo lo arriba mencionado que vivir de rodillas reprimido, esperando dadivas, bonos, y bolsas de comida, como lleva 62 años el pueblo cubano, pidiendo perdón, a quien muchas veces no merece ese perdón, mejor luchar por una nación en armonía que vivir lamentándose toda la vida, mejor vivir, y luchar por conseguir igualdad para todos que vivir pisoteado por un sistema totalitario, y creador de miserias.
Lo aquí escrito, es lo que en su silencio, el ciudadano venezolano lo expresa a soto voces, con un profundo sentido revolucionario, que es interpretado, como un llamado a la insubordinación, a la insurrección, y a una verdadera lucha en función de ideales, llenos de justicia, e igualdad. En este sentido, se invoca a nuestros libertadores, en cierto grado por su heroicidad, el sacrificio en la batalla, antes que la sumisión, y al acatamiento de un sistema injusto. De allí que esto sea una afirmación fuertemente política, idealista e insurrecta, que recuerda la importancia de tener un compromiso férreo con los ideales, y legados de nuestros antepasados independentistas.
Morir de pie o vivir de rodillas. Es mejor arrodillarse ante Jesús de Nazaret, el hombre que luchó, sin violencia, y a favor de los oprimidos.
Pero hasta ahora ningún político venezolano ha tenido que doblar las rodillas tras las emigraciones por la mala calidad de vida del pueblo venezolano. Donde el irrespeto hacia una sociedad se acrecienta, donde ninguna de las instancias del poder publico venezolano, se preocupa por constatar que las diferencias ante las emigraciones, no nos impiden hablar, llegar a acuerdos, darnos la mano. Y colaborar de buena fe -con perdón, como se dice en el lenguaje llano- desde el alto gobierno para que Venezuela en el año 2022, comience de nuevo a ser una nación prospera, porque así lo quiere el pueblo venezolano que, además de rezar, y salir al diario batallar para sobrevivir a esta tragedia humanitaria, volver a disfrutar de días de encuentros, y tradiciones, del arte, y la cultura. Eso no se lo podemos negar a nuestro pueblo, por respeto. Y eso es lo que pedimos que se entienda, por comprensión.
La falta de humildad es absoluta, como podría interpretarse. Y para explicarlo, he recordado la frase que encabeza este escrito, que no se sabe muy bien quién la pronunció, pero que hicieron suya la Pasionaria, el Ché, y Emiliano; como se conoce a Dolores Ibárruri, Ernesto Guevara, y Emiliano Zapata. Unas palabras que deben alentar a quienes no se han dejado someter por el poder, cuando este es injusto: cuando le arrebata los derechos al pueblo; cuando los mata de hambre, o le arrebata, el sagrado derecho a una buena calidad de vida.
Palabras más, palabras menos, y sobre todo unos hechos que, siglos atrás, vivió un hombre de Nazaret, llamado Jesús, que se enfrentó sin violencia al poder de Roma, y que no se sabe, si sería o no Dios, pero sigue siendo ejemplo de los que se arrodillan ante los humildes, pero no se arrodillan ante el poder cuando es injusto. Que por ello lo mataron en una Cruz. Y que sigue vivo en el corazón de los oprimidos de Venezuela.
Fue el hombre que luchó pacíficamente contra el poder. ¡Es el hombre que sigue siendo consuelo, y esperanza para los que sufren violaciones, al sagrado derecho a vivir dignamente, y tienen hambre! Y mueren de mengua, al ser atacados por enfermedades como el Covid, no importa si es, o no es Dios. Pero muchos se arrodillan ante el.
