Mariely: la heroína en alta mar

Hoy romperemos con el esquema de nuestros escritos, para darle paso a una nueva entrega que se referirá, y no dudo que así sea, a ese hecho luctuoso que ha estremecido el seno de la familia venezolana.

Nos referiremos en concreto al trágico accidente que sufrió una familia de nuestro país , constituida por el padre, la madre, y sus dos pequeños hijos, pero además acompañada de varios amigos, cuando la embarcación en la cual se desplazaban sucumbió en las aguas de nuestro Mar Caribe, por razones concretas y especificas que aún se desconocen.

Debo primero significar que de navegación no sabemos nada, sin embargo la lógica, el raciocinio, la malicia, nos hace presumir que en este fatal naufragio privaron algunos factores de seguridad, que pudieron evitar el triste desenlace, que no solo ha dejado a varias familias de luto, sino al propio país totalmente convulsionado.

Aprovecho este escrito para extenderle a la familia Costa-Chacón, en especial al viejo amigo Humberto, cariñosamente conocido como "El Negro", padre de esa heroína que lo dio todo para salvar a sus hijos, nuestras palabra de pesar, extensivas al resto de la familia, y en especial a su señora madre, esa matrona tan apreciada, llamada María Elba Chacón, a quien conocemos de toda la vida, allá en ese hermoso pueblo del Táchira, donde nos criamos, llamado San Juan de Colón.

Debo comenzar diciendo, apoyado en esos escritos de prensa que han salido a la luz pública, en torno al fatídico accidente, que sin duda la joven madre que falleció, tratando de salvar a sus pequeños hijos de morir ahogados en plena mar, es toda una heroína, porque su condición de madre la llevó a poner en práctica métodos insospechados que le permitiera seguir amamantando, exitosamente, a sus pequeños para que no murieran de hambre y deshidratados, como en efecto lo logró, luego de estar por más de cuatro días soportando la radiación solar y las noches temerarias en un pequeño "bote" a la espera de un milagro, como en efecto ocurrió.

Mariely, creo y así lo siento, le ha dado al mundo entero, y en especial a las madres venezolanas, un claro ejemplo de lo que es capaz hacer una madre en aprietos cuando ve que sus hermosos "cachorros", están en peligro de perecer.

Este modelo de sacrificio esgrimido por la amiga Mariely no puede pasar al olvido. Incluso, su sacrificio debe ser tomado muy en cuenta por nuestras autoridades marítimas para que hechos, como éste que ha enlutado tristemente a varias familias venezolanas, no vuelvan a ocurrir.

Repito, de navegación no sabemos nada. Solo somos periodista, pero la evidencia nos hace creer que en ese fatídico viaje no prevalecieron del todo las medidas de seguridad.

Al parecer, no se tomó en cuenta el estado del clima, que ha venido afectando tan seriamente a nuestro país, con inundaciones por doquier producto de las fuertes y constantes lluvias. Pero además se hizo a un lado las variantes climáticas que han estado dando paso a fuertes vientos y huracanes que han venido pasando en los últimos días por nuestras costas.

Pero más allá de eso da la impresión que la impericia también se hizo presente al momento de conducir el bote. La chica que se salvó hizo ver que la nave se enfrentaba a las fuertes olas, que hicieron que esta embarcación se partiera en dos, como se ha dicho públicamente.

Si bien todo esto ocurrió es cuestionable que este pequeño yate no contará con suficientes chalecos de seguridad. Pero además con esos importantes equipos de comunicación que hubiesen servido para dar la alerta en el preciso instante que ocurrió el accidente.

Yo pienso que un chaleco salvavidas debe llevar al mismo tiempo, además de esos radios de alta frecuencia, toda una logística de sobrevivencia, que incluye agua potable, y alimentos no perecederos, incluyendo cremas y medicinas, con las herramientas necesarias para sacarlos de las latas o envases.

Seguro estoy que si estas medidas de seguridad se hubiesen tomado en cuenta el naufragio no hubiese dejado pérdidas de vida que lamentar.

Pero hay otra parte que no termino de entender. ¿Cómo es que un bote es autorizado que salga a alta mar sin estar previamente equipado y en condiciones optimas para emprender un viaje?

Incluso, se dice que el bote al inicio del viaje sufrió una avería y debieron retornar a puerto seguro a corregirla, cómo es entonces que se insistió en cumplir con ese viaje que duraría más de 4 horas en alta mar. Sin duda faltó malicia, cautela y eso que llaman previsión, porque además el viaje lo harían solos, sin la compañía de otras naves.

Pregunto: ¿Hubo alguna autoridad marítima que intentó llamar al bote para saber si el viaje iba en franco progreso, sin ningún contratiempo?. Desde luego que no, porque de haberlo hecho se hubiesen dado cuenta que algo malo no marchaba bien o que algo raro había ocurrido, esto tomando en cuenta si se contaba con alguna frecuencia radial disponible en la embarcación.

Yo creo que después de cumplidas las 4 horas que duraría el viaje el Centro y Control Marítimo, si es que existe, y funciona tenía el deber de rastrear el paradero de esa embarcación para saber el estado en que habían llegado sus ocupantes.

Tengo la presunción que nada de esto se hace o se cumple. No es de extrañar que estas herramientas de seguridad no se les apliquen a las embarcaciones que salen a navegar.

El "Sistema de Seguridad Marítima Mariely", debe ser aplicado cuanto antes en todo el país, así evitaríamos tragedias como la ocurrida, derramar lágrimas innecesariamente, y me ahorrarían a mí hacer este tipo de escritos que me alteran el alma, para seguir con mis entregas relacionadas, sobre todo, con la política.



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Italo Urdaneta

Periodista, historiador y profesor universitario

 italourdaneta@gmail.com

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