Un virus inteligente III

Viene ahora una reflexión sobre porque a Venezuela le ha tocado jugar un papel estelar en este siglo 21 en el escenario en donde la humanidad tiene que dar un cambio, un salto cualitativo, siendo la pandemia uno de los ingredientes de la situación actual, tal como lo había comentado ya en reflexiones anteriores.

Había dicho que Venezuela tiene que jugar ese papel estelar y puede sonar como algo pretencioso, pero después de una reflexión, al profundizar, se hace evidente que hay muchas cuestiones que coinciden aquí y ahora en Venezuela y que efectivamente es como si nos hubieran puesto el balón en la mano en medio de este juego histórico en donde la humanidad tiene obligatoriamente que cambiar.

Estamos en el siglo 21, en un mundo ya bastante poblado, en donde el capitalismo realizó una tarea de globalización. No de integración sino de globalización que finalmente se cerró dentro de una sociedad de consumo, fantasía y evasión.

También hay cosas buenas. El mundo realmente ha evolucionado; uno se da cuenta cuando compara el mundo actual con el mundo de hace 2000 años, por ejemplo, por hablar del imperio romano. Sí, sí hemos crecido en lo social, en lo político, en lo económico, en lo tecnológico, pero a medida que crecemos también son mayores las necesidades y todavía el desarrollo social, a pesar del esfuerzo de tanta gente heróica, es insuficiente. La humanidad realmente en este momento tiene que dar un salto principalmente en lo social, precisamente ahora, en esta época en donde lo tecnológico ha evolucionado lo suficiente como para resolver la gran mayoría de los problemas materiales de la humanidad. En realidad el desarrollo tecnológico y los medios de producción actuales podrían dar cuenta de la satisfacción de las necesidades básicas mundiales. La sociedad actual es bastante poderosa en ese sentido; podemos cultivar, nos podemos desplazar, nos podemos comunicar, viajar, controlamos la energía.

Solamente hay que equiparar el desarrollo social humanístico que es insuficiente. Digamos que se ha quedado rezagado en comparación con el desarrollo tecnológico y entonces la historia ha venido evolucionando hasta el punto de que estamos en El siglo 21 enfrentando una pandemia. Realmente pareciera que fuese el mayor o el único problema de la humanidad, pero sabemos que antes de la pandemia estaban sobre el tapete problemas como la contaminación, los cambios climáticos y el problema del agua que se vislumbra en el futuro. La verdad es que la pandemia es un fenómeno emergente dentro de tantas cosas que han surgido hoy como reto para la humanidad.

Paralelamente en el modelo político mundial también han venido sucediendo cambios y durante el siglo pasado, que fue realmente de bastante violencia, se vio la caída del muro de Berlín, que era la propuesta soviética y el mundo se volvió monopolar. Fué Venezuela, en la figura de Hugo Chávez quien propuso el socialismo como alternativa, una bandera sostenida por Cuba en medio de un silencio mundial sobre el tema.

Es un socialismo del siglo 21, más avanzado que la propuesta ortodoxa porque deberá responder a mayor diversidad y cantidad de exigencias. Deberá superar al capitalismo actual más evolucionado. Naturalmente, es un socialismo en sus principios. Por otro lado será socialismo bolivariano al incorporar ideas de Bolívar. Él estableció hace ya unos 200 años en sus propias palabras que 'el sistema de gobierno más perfecto es el que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política'. Indica unos propósitos y una posible forma de observar su funcionamiento. El socialismo aún no estaba definido; era la época de Rousseau, de la revolución francesa, pero ya estaban las ideas y ya era una necesidad desde tiempos inmemoriales.

Se requiere una humanización del comportamiento humano (valga la redundancia) y el socialismo es la alternativa que está sobre el tapete, no se ha mencionado todavía nada mejor; es más, todavía el socialismo del siglo 21 no se ha definido y ese es precisamente el reto que tiene que enfrentar Venezuela. Tiene que elaborar la propuesta socialista. No basta con definir una conducta socialista. Si queremos cambiar el capitalismo tiene que ser por algo que es mejor que el capitalismo porque todos queremos avanzar.

El capitalismo te ofrece una cantidad de cosas. Es la proposición de una manera de vivir, algo muy bien elaborado, con mucha fantasía y evasión: una sociedad de consumo. El propósito del capitalismo es crear más capital y acumular poder como sea. No es fácil reemplazarlo, aparte de que también tiene la fortaleza de un desarrollo científico y tecnológico indispensable en la nueva sociedad.

En cuanto a las debilidades del capitalismo, se menciona su carácter depredador, deshumanizado que utiliza la violencia, la explotación y el engaño para su crecimiento.

Por éso hay una versión 'no aceptada' de esa sociedad de consumo basada en el delito: las drogas, el vicio, las armas y la guerra manejan poder. La justicia por su parte, está en contradicción con los principios básicos del sistema y apenas funciona.

Superar esas fortalezas y corregir esas debilidades serán rasgos del socialismo del siglo 21. La tarea de Venezuela es crear la propuesta socialista y dado el escenario mundial y dadas las circunstancias que nos ha tocado vivir como pueblo hemos pasado algunas pruebas. Hemos estado viviendo una bonanza y hemos pasado después a una situación de escasez. Hemos vivido cosas extremas como las guarimbas y acciones promoviendo enfrentamiento entre el pueblo para que la mayoría de la gente se saliera de sus casillas al punto de desatar una guerra civil y nos extermináramos unos a otros en una polarización intolerable. No caímos en esa trampa.

Aquí estamos, lo vamos a lograr. Hay que desarrollar la propuesta de lo que es la nueva forma de gobierno así como lo estableció Bolívar. Falta sin embargo el modelo económico socialista. La guerra que hemos vivido en Venezuela tiene bastante que ver con éso y más que en lo económico ha sido con el modelo financiero; el ataque a la moneda en Venezuela ha sido terrible. Ha sido un ejemplo de cómo el orden establecido puede a través del dinero mediante bloqueos, presiones, retardos y trampas administrativas, además de las mentiras y el robo, alterar la historia de un país y del mundo.

Todo eso está cambiando en este momento en el mundo. Lo económico está cambiando, precisamente Chávez habló de una multipolaridad, de un equilibrio de poderes.
Por otra parte, si vamos al individuo, vemos que el coronavirus ordena 'métete en la casa, cuídate, vamos a imponer un distanciamiento social'. En realidad es un distanciamiento físico, pero que en lo social implica un acercamiento porque nos mete en las casas y nos está obligando a revisar lo que son, a nivel de individuo, las relaciones interpersonales y luego la relación con la sociedad y después relación con la naturaleza.

Entonces el desarrollo de esa propuesta socialista va más allá porque ya no es solamente la humanidad si no que estamos hablando de todo el ecosistema que debe ser tomado en cuenta a la hora de elaborar esa propuesta. Hay una fortaleza que nosotros tenemos desde esa misma época en que Bolívar dijo las palabras definiendo el gobierno más perfecto. Era la época en que Miranda había generado la propuesta de Colombeia que tuvo bastante resonancia en todo lo que fue América latina. En realidad los países de América latina tanto en el sur por allá por Argentina, nosotros por aquí en Venezuela y los países bolivarianos y Méjico y el Caribe más hacia el norte siempre hemos estado unidos porque latinoamérica tiene una herencia cultural en donde todo estaba integrado; había la 'Pacha mama' y para nosotros es más fácil pensar en trabajar unidos.

Pues voy a dar dos alternativas como ejemplos. Uno es la alternativa europea del viejo continente que es la de la competencia y de la lucha. En Europa se formaban imperios que subían y bajaban y cada quién quería establecer un orden propio y así surgieron imperios como España, Inglaterra, Francia y otros mas basados en la competencia y la guerra. La esclavitud era algo corriente y se buscaba 'fama y fortuna' que se traducen como poder y dinero. Así llegaron a América y trajeron esclavos para buscar El dorado. Más hacia Oriente también crecieron y cayeron imperios. Se produjo una heterogeneidad de culturas. Idiomas diversos y costumbres en pugna. Es difícil armonizar un mundo así.

La otra propuesta es la alternativa colaborativa, humanista que ha surgido a lo largo de la historia y ha venido madurando. América latina tiene fortalezas para ello. Un mejicano, del norte del globo, puede conversar con un argentino, por ejemplo, del lado sur del globo y compartir toda una riqueza cultural sin acudir al enfrentamiento. Hay unas raices ancestrales, cooperativas y naturistas en alguna parte de nuestro inconsciente colectivo facilitando la comunicación. Compartimos muchas cosas. Venezuela además tiene gran fortaleza por su ubicación, cercana al centro del continente, por sus recursos naturales y energéticos y por una historia contraria a los imperios. Bolivar, líder de alcance continental, no quiso ser emperador, quiso ser libertador y el pueblo dijo amén. Parece ilógico, desde la perspectiva de la competencia, salir a liberar a los demás. Se hizo y además funciona. Sí se puede.

Chávez vive....
vbarriosp@gmail.com



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