¿Qué viene después del 6D?

Después de un año tan difícil para Venezuela como ha sido el 2020, creo que después del 2013, el año de la partida física de Hugo Chávez, el segundo año más duro de la Revolución Bolivariana, ya casi al final de sus días llega el 6D. Después de tantos pronósticos catastróficos, llegamos a las elecciones para renovar el parlamento nacional, ya esto luce a “victoria patriótica”, independientemente de sus resultados.

La “inusual” participación de un sector de la oposición política en estos comicios, la de quienes le siguieron el juego a la derecha extrema en las distintas intentonas de derrocar al gobierno legítimo y constitucional, es una demostración que el chavismo, a pesar de las circunstancias adversas, ha logrado encausar la lucha política por los canales democráticos y constitucionales.

Los “extremistas” opositores, financiados, asesorados y monitoreados desde fuera, pero con seguidores aquí, insistirán en que la “abstención” será quien gane en los comicios del 6D, y este será el relato que sus medios intentarán posicionar más allá de nuestras fronteras, indudablemente que logrando cierto éxito.

A pesar de ello los “fríos datos” y con ellos los resultados de estos comicios, será quienes permitirán corroborar que efectivamente estas elecciones parlamentarias, no han convocado a tanta gente, en un país presidencialista como el nuestro, como históricamente ocurre no solo desde que surgió el chavismo, sino mucho antes incluso.

Luce interesante el surgimiento y la participación de un sector de la izquierda que, con marcadas diferencias con el gobierno y el PSUV y sus aliados electorales, ha postulado candidaturas al parlamento y que de alcanzar los votos requeridos podría constituirse en un bloque con quienes el PSUV tendría que alcanzar acuerdos para lograr la “correlación de fuerzas” requeridas en el parlamento. Todo dependerá del respaldo en votos que estas candidaturas logren, es decir el número de diputados que sumen.

Pero más allá del panorama electoral de este 6D y de la “victoria popular” que resultará de la renovación del parlamento nacional, los desafíos del gobierno para el venidero 2021, lucen gigantescos y descomunales.

Hasta la fecha la dirigencia chavista ha logrado allanar y disipar la violencia y el extremismo opositor que desde la partida de Chávez impuso el imperio a sus lacayos como medio de derrotar al chavismo, pero a partir del 2021, con los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Moral alineados, el pueblo demandará a la dirigencia atender desafíos de su cotidianidad, más allá de las circunstancias del bloqueo y sanciones imperiales.

Apostamos a que la actual dirigencia de la revolución, encabezada por el Presidente obrero Nicolás Maduro Moros, así como quienes en el campo militar y en el civil le acompañan con lealtad patriótica, están a la altura de los desafíos que la Patria de Bolívar y de Chávez les impone en nuestros tiempos.

Después de cada proceso electoral, más allá de sus resultados, el Comandante Chávez “imponía” una estrategia para garantizar la continuidad de la revolución ¿Qué nos ofrecerá Maduro, después del 6D, para garantizar que la Revolución continúa?




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Carlos Luna Arvelo


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