Impresionante! U.S. ORDER al G. de Lima: "El Covid-19 como arma biológica…" (Patricia Janiot al descubierto)…

  1. Esto que voy a relatar seguramente no le parecerá nada asqueroso a Patricia Janiot ni a los encargados de la Salud del gobierno colombiano, pero es REAL y PATÉTICO, HISTÓRICAMENTE IRREBATIBLE. La Patricia Janiot tremendamente aludida por las declaraciones del gobierno bolivariano en este sentido lanza el siguiente twuitter: "Ante declaraciones de funcionarios del régimen chavista que consideran "armas biológicas" a migrantes venezolanos que quieren retornar a su país, el director general de Migración Colombia en #JaniotPM refutó la calificación: "Qué concepto tan miserable", dijo".

  2. Llama sobremanera la atención que ayer se reportasen 236 casos de Covid-19 en el país, 159 de ellos de transmisión comunitaria. Una situación de alarma y realmente preocupante que debe analizarse y estudiarse para implementar nuevas medidas sanitarias contundentes y oportunas que protejan la salud del pueblo, como lo ha declarado el presidente Maduro…

  3. Doña Janiot como colombiana y al servicio de la inteligencia norteamericana, acaso no sabe que los estadounidenses son los más expertos en el mundo en el uso de armas biológicas. Las han puesto en práctica incluso contra su propia población haciendo multitud de experimentos. Para ello los invitamos a leer el libro "Bioterror; manufacturing wars the american way", editado por Ellen Ray y William H Schaap (Ocean Press, 2003). Desde 1763, el gobierno estadunidense regalaba cobijas infectadas con viruela a los indígenas que buscaban relaciones amistosas con los recién llegados colonos europeos. Miles murieron y la táctica fue repetida por el ejército durante las llamadas indian wars (guerras indias) entre mediados y finales del siglo XIX.

  4. En la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y su madre Inglaterra planearon atacar seis ciudades alemanas –Berlín, Hamburgo, Stuttgart, Frankfurt, Wilhelmshaven y Aachen– con bombas con ántrax. En febrero de 1952, los gringos arrojaron bombas con gérmenes en Corea del Norte y la República Popular de China.

  5. El 30 de noviembre de 1961, el presidente John F Kennedy aprobó el uso de químicos destinados a destruir las hojas de la vegetación en Vietnam para quitarle a la guerrilla parte de su escondite, para quemar sus sembradíos y privarlos de alimentos. Al final de la guerra, Washington había rociado 55 millones de kilos de defoliantes químicos, la mayoría, Agente Naranja, compuesto de dos herbicidas y dioxina, una sustancia 100 veces más venenosa que el cianuro. Sólo en el Sur de Vietnam, donde vivían sus aliados, Estados Unidos roció 5 millones de acres, es decir, el 12 por ciento del territorio. El efecto bumerán provocó que 50 mil veteranos experimentaran pavorosas enfermedades.

  6. En la década de los setenta, EE UU preparó ántrax, encefalitis, tuberculosis, veneno mortal de víbora y media docena de venenos letales para alimentos para ser usados contra sus enemigos políticos. En pleno siglo XXI, Estados Unidos continúa usando gases lacrimógenos venenoso contra sus ciudadanos y exporta las armas letales a varias naciones, entre ellas Baréin, donde su uso ha provocado ceguera y hasta la muerte de manifestantes.

  7. Claro que EE UU y el Grupo de Lima intentan ahora utilizar el Covid-19 como arma biológica contra Venezuela, y lo vamos a demostrar en esta nota. ¿Y por qué alarmarse? ¿Acaso no llevan 20 años intentando destruirnos con toda clase de armas no convencionales y convencionales? ¿Acaso no le dieron un golpe a Chávez, y luego provocaron un horroroso paro petrolero; han destruido nuestras refinerías, han llenado al país de guarimberos, nos han hecho la más pavorosa guerra económica que se haya conocido en nación alguna en este planeta? No declararon peligro para la Seguridad Nacional de EE UU; nos robaron CITGO, nos bloquean y asedian todos los días los perros amaestrados del imperio: intentan matar con un dron al presidente Maduro, llevan a cabo una invasión con mercenarios gringos a los órdenes del mismísimo Trump, ponen precio con millones de dólares las cabezas políticas más importantes del país... ¿Qué más quieren?

  8. Meternos encaletado entonces, otra vez en nombre de los Derechos Humanos al Covid-19, es lo más inmediato que ahora tienen a la mano. Y por eso el gobierno colombiano se está mostrando expedito en movilizar a cientos de miles de venezolanos contaminados hacia la frontera, con apoyo de todos los expertos del Grupo de Lima y asesores norteamericanos. A muchos los meten en centros especiales para contaminarlos previo al ingreso a Venezuela. La mayor parte de los contaminados con dólares en mano cogen por las trochas con órdenes muy claras: ir a los lugares de mayor concentración de personas: centro de la ciudad, mercados, bancos, centros comerciales, paradas de autobuses, tiendas,… Desde que la OMS desatara hace unos tres meses, el estado de pandemia mundial, todas las arterías gringas y europeas enfilaron sus cañones mediáticos para seguir incrementando la horrorosa guerra de mentiras contra Venezuela. Ya empezando la alarman comenzaron a pronosticar que Venezuela sería arrasada por no contar con medicinas ni centros hospitalarios ni personal médico adecuados para enfrentar al Covid-19.

  9. Inmediatamente, "The Washington Post" y "The New York Times" declararon inminente el horror de las muertes en todas las calles de Venezuela. Luego, el 26 de marzo de 2020, salta Human Right Whatch y el Hospital Johns Hopkins, HRW y JHH, y lanzan la terrible "primicia mundial", de que las cifras sobre el coronavirus proporcionadas por el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, son falsas y absurdas, y que una estimación conservadora las sitúa en al menos 30 000.

  10. José Miguel Vivanco, director de HRW: "Creemos que las cifras, las estadísticas que proporciona el gobierno de Venezuela, las estadísticas de Maduro, son absolutamente absurdas y no son creíbles… En un país donde los médicos no tienen agua ni siquiera para lavarse las manos en los hospitales".
     

Hambre, enfermedades, desempleo y angustia, eso fue lo que trajeron los retornados en el equipaje. La cifra es incierta, desde 2000 hasta 8000 personas que están aisladas en el municipio Páez, el segundo más grande de Apure y zona fronteriza con Colombia; luego de su regreso obligado por la pandemia causada por la COVID-19.

Se marcharon para buscar mejor suerte en Chile, Ecuador y en Colombia. Pero la pandemia generada por la COVID-19 los obligó a regresar. Cruzaron trochas, ríos y por los puentes internacionales al suroeste del país. De este lado de la frontera los esperó el trago amargo de la desidia, el abandono y la indiferencia gubernamental. "Pareciera que nos están castigando por habernos ido, por haber traicionado a la patria. Yo migré por salud, para buscar tratamiento para el cáncer".

A esa conclusión llegó Keilyn Urbina, una de las mujeres retornadas que ya cumplió 38 días en aislamiento. En su caso, entró por el Arauca, la frontera marítima de 2219 kilómetros que separa a Colombia y Venezuela, por los lados del estado Apure.

Ella regresó al país con sus hijas de 5, 16 y 17 años. La de 16 años tiene un embarazo de 30 semanas y la de 17 vive con un solo pulmón. Apenas puso los pies en tierra venezolana las subieron a un autobús que las llevó al municipio Páez, el segundo más grande de Apure.

En enero de este año, Keilyn decidió salir del Zulia y viajó a Colombia en busca de tratamiento médico para su cáncer de mama. El 6 de junio, por voluntad propia, tomó sus maletas y emprendió el camino de regreso.

Ese día la pasamos muy mal. Migración Colombia nos tuvo cuatro horas en el cruce llevando sol. Fue bastante entorpecido. Y aquí la Guardia Nacional nos atropelló en todo momento. Cuando migración venezolana tomó nuestros datos, pensé que pasaríamos en aislamiento ocho o 15 días. Ya vamos para el segundo mes".

A Keilyn Urbina y a su familia la albergaron en la escuela Vara de María. Cuando entró había cerca de 100 personas. "Nos ingresaron con muchas carencias, no había baños aptos, tampoco comida balanceada. Era una sopa con hueso y sal y arepas solas. Pero lo más injusto era que nos decían que estábamos contaminados".

De acuerdo a las cifras oficiales en Apure hay 812 casos confirmados de COVID-19. En todo el país hay 3150.

Pagan a militares y a la guerrilla

Mary Caballero, activista de derechos humanos en el municipio Páez e integrante de la ONG FundaRedes, de acuerdo con los datos que ha podido levantar en el campo, informó que la semana pasada hubo protestas casi todos los días. Los retornados exigían salir a sus lugares de origen.

Caballero indicó que hay un aproximado de 10 hoteles y 17 instituciones educativas, sumadas la Dirección de Cultura y la Unellez —la única universidad grande— habilitadas como refugios para los connacionales.

La cifra, según Caballero, la manejan la Cruz Roja y los militares, pero por sus sondeos calcula que hay entre 300 y 400 personas en las instituciones grandes; mientras que en las pequeñas, como Vara de María, albergan a cerca de 200 venezolanos de todas las edades. La mayoría de los aislados ya pasó el tiempo reglamentario, llevan más de un mes confinados.

Mucha gente también pasa por el río, en canoa, pagando a los militares y a los guerrilleros desde 50 hasta 100.000 pesos. En el lado venezolano está la Marina, la guardia, los guerrilleros. La gente usa ese paso frecuentemente porque van al otro lado a comprar comida, pero pasan alcabalas y en todas hay que pagar. Aquí se formó una anarquía", denunció Caballero.

En el caso de Keilyn Urbina y sus dos hijas, ella hizo el trayecto en bus desde Bogotá hasta el paso humanitario de migración Arauca. Salió el 6 de junio a las 3:00 p. m. y entró el día 7 a las 4:00 p. m. para llegar a dormir en colchonetas en un salón de escuela junto con otros 28 desconocidos.

Pagó 150.000 pesos por cada pasaje, equivalentes a 8,3 millones de bolívares. "Y eso porque regateé, pues costaba 180.000 pesos". En ese trayecto no se topó con la guerrilla. Esa experiencia la tuvo en la escuela: "Los guerrilleros sacaban a la gente del refugio para ponerlos a limpiar el monte que estaba al frente del liceo como castigo por las protestas. Incluso a mí me amenazaron con entregarme a ese grupo irregular. Eso fue una vez que nos llevaron a un hotel, donde la pasamos muy mal, pues hasta dormíamos en unos colchones que poníamos en el estacionamiento. En ese sitio tuve un inconveniente con la administradora y por eso me iban a entregar a los guerrilleros".

El municipio Páez, capital Guasdualito, tiene una superficie de 12.850 kilómetros cuadrados y una población estimada de más de 100.000 habitantes. "Es un territorio donde opera una guerrilla que formó la fallecida Lina Ron bajo el mandato de Hugo Chávez, que se llama FBL y les dicen boliches o bolos, y cuando el pueblo sale a protestar lo agreden con palos y los amenazan con armas de fuego, bajo la mirada de las autoridades", denunció Mary Caballero.

De lo único que no adolecen en la escuela Vara de María es del agua. "Pero esto parece un secuestro, hasta cuándo nos van a tener aquí, parece un castigo por habernos ido. Es que ni siquiera nos dan los kits de higiene que dicen que llegaron al estado. Aquí no nos sentimos apoyados ni escuchados, todos los niños tienen diarrea y vómito, pareciera que no somos importantes para las autoridades".

ALBERTORONEWS



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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