Maduro, hay que ser serio y ecuánime

Lo menos que se debe esperar de un dirigente político es que sea serio en sus planteamientos, y si además ese dirigente tiene responsabilidades de gobierno, debe exigírsele ecuanimidad.

El presidente Nicolás Maduro, durante los últimos días, se ha jactado del éxito del plan «Vuelta a la patria» desde la declaratoria del COVID-19 como pandemia, el pasado 11 de marzo por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y del «estado de alarma» el 13 de marzo por el Ejecutivo nacional.

El 23 de abril, en alocución nocturna, Maduro incluso presumió: «el próximo lunes [27 de abril] habrá una segunda gran ola de migrantes venezolanos que se vienen para su patria. No he visto ni un solo colombiano, de los seis millones que viven en Venezuela, agarrar una moto, un carro, un taxi, un autobús para irse a Colombia […], ni caminando. […] Pero olas y olas de venezolanos se vienen de Lima, de Quito, de Colombia; los engañaron, los estafaron» [https://youtu.be/peUAsLT7W9g?t=175].

Al mediodía siguiente, Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación, reafirmó esta posición en tono sarcástico: «Ya son más de una decena de miles de compatriotas venezolanos […] que han regresado de Colombia [por la frontera del Táchira] […] ¿Alguien ha visto a uno solo de los seis millones de colombianos que viven en Venezuela devolviéndose para Colombia? ¿Alguien lo ha visto?» [https://youtu.be/Bd85JzGwRX4?t=273].

La noche del pasado 24 de abril, en contacto telefónico del presidente Maduro con el ministro Rodríguez, este último informó que «desde que inició este plan […] apenas arrancó todo el proceso de la cuarentena en Venezuela […]», en casi un mes y medio, habían retornado al país 20.836 venezolanos, aunque la sumatoria de las cifras que ofreció da como resultado 20.920 [https://youtu.be/zY0aCmRzQKU?t=26].

Indudablemente, hay varios aspectos que deben reconocerse acerca de la política del Gobierno nacional para la prevención y contención de la pandemia, que contrastan en gran medida con la realidad que se vive en muchos países de la región, sobre todo lo referente a la aplicación masiva y gratuita de las pruebas para detección del COVID-19 y el respaldo institucional en el tratamiento de los contagiados.

Asimismo, es verdad que muchos venezolanos en el exterior, con estatus legal o no, están afrontando graves dificultades económicas. Sin embargo, las cifras que han exhibido como un gran logro no deberían generarles tanta euforia, y menos si se comparan con otros datos existentes.

Por ejemplo, desde que Maduro anunció el inicio del plan «Vuelta a la patria», el 26 de abril de 2018, durante nueve meses, hasta el reporte del 26 de enero de 2019, se informó que habían retornado 12.790 connacionales de diversos países de Latinoamérica y el Caribe, de ellos 603 procedentes de Colombia [https://www.vtv.gob.ve/plan-vuelta-patria-retornado-venezolanos/], y luego, durante poco más de un año esas cifras sólo aumentaron en 4.995 y 161, respectivamente, según el reporte del 12 de febrero de 2020, llegando en casi 22 meses a un total de 17.785 venezolanos, incluyendo 764 desde Colombia [https://www.vtv.gob.ve/plan-vuelta-250-connacionales-peru/].

En los poco menos de dos años antes de la pandemia regresaron 17.785 venezolanos procedentes de todo el subcontinente, y en el mes y medio que lleva la crisis, sólo por la frontera con Colombia, han vuelto 19.688 venezolanos [11.956 por Táchira, 3.600 por Apure y 4.132 por Zulia]. Esto permite suponer que el actual retorno de migrantes no es porque se hayan solventado las razones fundamentales que originaron la diáspora, sino por las particulares condiciones generadas en el contexto del COVID-19.

Pero, además, si se toman como ciertos los datos de la Dirección General de Migración*, del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, desde el 19 de diciembre de 2018 al 31 de diciembre de 2019, la cantidad de venezolanos radicados en la nación neogranadina pasó de 1.102.000 a 1.771.000, es decir, aumentó en 669.000 sólo durante el año 2019.

Y, por si fuera poco, el «Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2020», presentado en noviembre de 2019 por la Organización Internacional para las Migraciones [IOM, por sus siglas en inglés], señaló que Venezuela tuvo «la tercera cifra más alta de emigrantes de la región en 2019», con 2,5 millones, llegando a «Alrededor de 4 millones de venezolanos [que] habían abandonado el país» [https://publications.iom.int/system/files/pdf/wmr_2020_es.pdf].

Claro que es legítimo que el Gobierno nacional y los venezolanos nos alegremos de que hayan regresado cerca de 40.000 compatriotas antes y después del inicio de la crisis del COVID-19, pero no se puede hacer gala de satisfacción o de euforia, porque esta cifra representa 1% de los que se han ido.

Lamentablemente, la casi totalidad de quienes han ejercido en Venezuela la máxima magistratura del Estado, incluyendo las últimas dos décadas, se han distinguido por carecer de seriedad y de ecuanimidad.

*https://www.migracioncolombia.gov.co/noticias/190-diciembre-2018/mas-de-un-millon-cien-mil-venezolanos-estarian-radicados-en-colombia

https://www.migracioncolombia.gov.co/noticias/251-febrero-2020/mas-de-un-millon-setecientos-setenta-y-un-mil-venezolanos-estan-radicados-en-colombia-migracion-colombia



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Carlos Aquino G.

Dirigente del Partido Comunista de Venezuela PCV. Analista político. Periodista de investigación.

 caquino1959@gmail.com

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