La causa de los males que sufre Venezuela en este tiempo, es la debilidad de Maduro, quién en nombre de un socialismo democrático, la armonía social y la paz, permite que la Unión Europea y Estados Unidos tengan su propia Asamblea Nacional y su propio e intocable presidente, en el seno del país.
Maduro, por el momento ha logrado que muchos acepten y le ayuden desinteresadamente a mantener este triunvirato. Que pasará dentro de poco, talvez en un período electoral, o cuando los maestros, los desempleados, los migrantes, los campesinos y muchos intelectuales revolucionarios se enfurezcan por el maltrato y los bajos salarios. Y cuando el pueblo no aguante la incertidumbre del triunvirato: ¿Quién manda en este país? Si en cualquier país del mundo se sancionan severamente las conspiraciones (es un deber constitucional), ¿Por qué, Guaidó queda impune de tanta conspiración cometida?
Maduro les ha trasladado a todos el temor a la reacción norteamericana y europea. Tiene temor a poner en alerta el sistema anti-misiles S-300, a movilizar combativamente al pueblo armado y al pueblo cívicamente educado. Con todo ese respaldo enjuiciar a los conspiradores.
Ya cuando los venezolanos aprendan a verse a sí mismos, no a través de la mirada europea o norteamericana. Se darán cuenta que las humillaciones sufridas como migrantes, deben cobrárselas al gobierno timorato de Maduro, los sufrimientos por los bajos salarios tendrán otra perspectiva si se dedicaran grandes esfuerzos financieros al auto desarrollo, la auto producción y priorizar el consumo interno. Esto posibilitaría tener sus propias fábricas de productos de primera necesidad y de otras áreas urgentes de la producción.
Recuerdo una noticia que alegró mucho a Chávez, en ésta se le informaba que se estaba diversificando el manejo del petróleo en el área de los petro-químicos. Allí mismo y muy emocionado habló de diversificación de las exportaciones: exportación de flores, etc. Bueno, la cuestión es que se puede vivir mejor cuando el modelo corresponda a lo que son buenos para producir o que saben hacer mejor los venezolanos.
Este era un objetivo muy importante para Chávez, porque estaba mirando Venezuela, con ojos de venezolano y alma de revolucionario y viceversa.
