Los elementos de corrosión en estos últimos años

Como consecuencia inevitable de ello, decayó el interés hacia los asuntos sociales; surgieron la falta de espiritualidad y el escepticismo; disminuyo el prestigio de los estímulos morales del trabajo; aumentó el número de personas, incluidos jóvenes, para quienes el único objetivo de la vida es alcanzar el bienestar material por cualesquiera medios. Su posición clínica ha adquirido formas cada vez más abiertas, emponzoñando la conciencia de quienes los rodean y provocando ánimos de consumismo.

El menosprecio a la Ley, el engaño, la corrupción, el estímulo del servilismo y la adulación tuvieron un efecto funesto en el clima moral del pueblo. Con frecuencia la verdadera preocupación por el pueblo, por sus condiciones de vida y trabajo y por el bienestar social se suplanta con flirteos políticos: se conferían a manos llenas títulos y premios. Se crea el ambiente de impunidad y se disminuyen las exigencias, la disciplina y la responsabilidad.

Con el fin de velar los graves defectos en la educación ideológico-política, en muchos casos se organizan actos pomposos y campañas, se celebran numerosos aniversarios. Aumentando el abismo entre el mundo de la realidad cotidiana y el del pomposo bienestar. Al mismo tiempo, florecían el burocratismo y el formalismo, se manifestó una intransigencia excepcional hacia la crítica. En algunos casos, las ambiciones desmesuradas empezaron a prevalecer sobre las valoraciones realistas y las autoapreciaciones. Se violaba con frecuencia el principio de igualdad. Muchos miembros del gobierno que ocupan cargo dirigente se colocaron fuera del control y la crítica, lo cual daba lugar a fallos en el trabajo, a serias infracciones de la ética partidista.

Conjugar los esfuerzos en la esfera de la cultura, la medicina y los derechos humanitarios es una parte más del sistema de seguridad. Uno de ellos es el problema de alimentos, sanidad, seguridad, empleo para el pueblo trabajador y artículos de interés público debe siempre estar en el foco de atención de los órganos de gestión económica. Tampoco se puede silenciar la justa indignación del pueblo ante la conducta de aquellos dirigentes —investidos de poderes y confianza y llamados a defender los intereses del pueblo— que abusa de sus poderes, ahogan la crítica y obtienen beneficios ilícitos. Es más, algunos de ellos se convirtieron en cómplices, e incluso en organizadores de crímenes.

En tales circunstancias, se plantea la necesidad del desarrollo económico. Tal viraje radical es imprescindible, porque no tenemos otro camino, no podemos retroceder ni tenemos hacia donde retroceder. Las críticas al pasado constituyen un importante momento del desarrollo y permiten extraer enseñanzas y hacer deducciones para el presente y el mañana; ayudan a desarrollar una labor constructiva con miras a elegir acertadamente los medios y vías del avance.

La renovación implica librar por completo al pueblo de las tergiversaciones de la moral socialista y aplicar con firmeza los principios de justicia social; asegurar la unidad entre lo que se dice y lo que se hace, entre los derechos y los deberes; enaltecer el trabajo honesto de alta calidad, y acabar con la nivelación de su remuneración y las tendencias consumistas. Renovar a fondo todos los aspectos de la vida del país, conferir las formas más modernas de organización social y revelar a plenitud el carácter humanitario en sus aspectos decisivos: económico, social, político y ético.

"Venezuela debe ser una casa común del pueblo donde estén asegurados para siempre la paz, la libertad, el desarrollo y la riqueza".

¡Chávez Vive, La Lucha sigue!



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Manuel Taibo


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