Durante el penúltimo año de la guerra civil española (1.938), el Jefe del Gobierno, Juan Negrín, puso en ejecución un emergente plan masivo de entrega de lentejas a los soldados republicanos, como una manera de solventar el dramático desabastecimiento de alimentos, generado por las fuerzas fascistas (alemanas e italianas) involucradas en aquel conflicto. Rápidamente el operativo se popularizo como las "lentejas de Negrín", píldoras para mitigar el hambre.
Derrotada la Segunda República Española con el asalto al poder por el dictador Francisco Franco, el dirigente socialista fue sometido por miembros del franquismo y de su propio partido, a una despiadada campaña de descredito y descalificación. Abrumado en la soledad y en medio de una gran penumbra, Juan Negrín murió exiliado en Paris en 1.956.
Lo acusaron falsa e injustamente de ser un agente de la Unión Soviética, de haber conducido al suicidio colectivo a su pueblo, solo por sus ansias de continuar gobernando, y de haber entregado irresponsablemente el Oro español a Rusia. Por todas estas calumnias fue expulsado de las filas de su partido el PSOE, y sometido al mayor ostracismo por el resto de su vida.
El transcurrir del tiempo, aliado indispensable para decantar felonías y barbarás distorsiones históricas, mediante una minuciosa revisión de archivos y documentos, ha colocado los hechos en su justo lugar.
Demostrada la falsedad de tales acusaciones, 62 años después de su muerte, el 37° Congreso Nacional del PSOE, ha reivindicado la figura de Negrin, al reincorporarlo simbólicamente como uno de sus miembros.
Al recordar las "lentejas de Negrín" en el marco de la gran tragedia que vivió el pueblo español, encuentro una enorme similitud, tanto en sus propósitos como en las causas que lo originan, con el programa de las las cajas CLAP, impulsado por el Presidente Nicolás Maduro, para paliar el desabastecimiento alimentario que sufre el pueblo venezolano.
La grave escasez que nos agobia, es provocada fundamentalmente por la interferencia internacional que impide el libre acceso de mercancías, medicinas y otros productos y al mismo tiempo esos interés externos, conjuntamente con factores locales, simultáneamente propician por la amplia frontera venezolana, la fuga de variados rubros alimenticios. Por supuesto que en la actual situación venezolana, también concurren ineficiencias y corruptelas presentes en algunas áreas de la administración pública.
Al igual que el líder socialista español, Maduro ha sido víctima casi idénticamente en los mismos términos como se hizo con Negrín. Se le ha dicho de todo. Lo han tratado de golpear hasta debajo de la cédula. Un desvergonzado prófugo de la justicia por sus desfalcos en PDVSA, dice que estamos entregando el gas a las trasnacionales.
El juicio implacable de la historia, terminará de rehabilitar la figura honorable de Juan Negrín, por partida doble, cuando dentro de pocos días, sean exhumados los restos del temerario dictador Francisco Franco, del mausoleo "El Valle de los Caídos", lugar donde nunca debieron estar. Ese memorable y sagrado recinto fue construido mediante trabajo forzado, durante la dictadura franquista, por prisioneros republicanos de la guerra civil española.
Concluyo este comentario utilizando frases célebres que utilizaron los socialistas y comunistas y el propio Negrin, en la etapa final de aquel trágico conflicto, tratando de salvar la II República con sus anhelos de transformación social y que son perfectamente aplicables a la actual situación económica y política que vivimos los venezolanos: "Resistir es Vencer", "No pasaran".
*ALIRIO ALMAO, Abogado memorialista.
alirioalmao@hotmail.com
