Estoy en pleno mediodía en pleno centro citadino cumanés. Cargo un enorme saco de Heineken a cuestas con muchas cosas pesadas. Y hace un calor de mil demonios. Cargo un poquito de efectivo. Y decido jugármela. "No joda, me voy en taxi": ¡Pase lo que pase! ¡Upa, cachete!: *"Un Viejito Valiente Decidido a Todo en La Calcinante Jungla de Concreto"*. Y paro el primer taxi que se aparece. El chofer que es un joven treinta picón,: muy alto, muy fortachón, muy cabezón. De esos a los cuales la cabeza les pega del techo del carro y manejan con medio brazo izquierdo colgando afuera. Y, encima, cuando hablan, gesticulan con ese mismo brazo; por lo que el pobre loquito que viene manejando atrás, se confunde. Un estilacho criollo, un sistema semiótico vernáculo verraco, que no nos han podido copiar en otras ciudades de El Planeta Tierra. Trata de decirme que me va a cobrar 90 palos. Y yo, como decía Tío Lencho "le tiro pa’bajo a ver si le tumbo la vaina". Todos los choferes que están detrás del taxi, con esa paciencia y Don de Caballeros, tan de choferes cumaneses, comienzan a sonar las cornetas. Y uno que otro: ¡Pajúos, apártense, culeros! ¡Vayan a hacé sebo pa’ la orilla del río! No tengo mas remedio, en medio del ruido infernal, que montarme en el taxi. El taxista, arranca picando cauchos, le hace señas a los que están atrás que "pasen por encima". Y le "pinta palomas" con su dedo medio erguido en el límpido cielo cumanés. Y después conmigo: - ¿Cuánto, por fin es que *TÚ* me vas a pagá? -Yo le dije a *USTED* que veinte. ¿Y *TÚ* sabes cuanto cuestan los cauchos, los repuestos, el aceite (…)? Interrumpo La Conferencia de Economía Automotriz en cortas lecciones. Vea *USTED*, yo sí sé: leo los diarios y salgo muy seguido a la calle. Pero no tengo mucho efectivo. ¡Aaah! ¿*TÚ* lees mucho los periódicos? -Mira: yo a ti te voy hacer el favor: paga 30 palos, pues. Pero *TÚ* no te equivoques, ni abuses. Porque yo soy *¡INGENIERO!*. ¿Ah, *USTED* es Ingeniero, Señor? -Sí, *¡INGENIERO!*. Y la "G" la pronunció de manera exageradamente enfática. Y para las dos "íes", "e-es" y la "o", abrió la bocota como quien se va a tragar *un bollo tranca-pecho* entero, de un solo empellón deglutidor; Para mis adentros (gran cosota: que yo sepa los pensa, o pensums, de estudios de Ingeniería no incluyen mucha Teoría Política, Historia, Filosofía, Culturología, (…). ¿Y qué grado de instrucción tienes *TÚ*? Yo joven, tengo sexto grado. ¡Carajo! ¿*TÚ* tienes sexto grado? -Sí, estimado joven; pero de los sextos grados "de antes". Me acordé de Toñito Ledezma, con alma y eterna conducta de Secretario. El también hablo de ese sexto grado de Alfaro Ucero. Un sexto grado *¡de los de antes!*: con lo que la cosa suena memoriosa bordeando, peligrosamente, lo épico-heroico. Canto de Gestas y Tronío de Trompetas. (Para mis adentros: este pobre loquito no sabe con quién se está metiendo). No tengo tantas ganas de discutir, como otras veces. Pero si este joven "me jocha" voy a debatir con gusto. Porque me encanta-canta echarle una buena sacudida a uno de estos chamos con ínfulas "Universitarias". ¿Universitarios? ¡Como que yo no hubiera dado clase en universidades y no supiera de que son y que no son capaces estos impulsivos jóvenes universitarios! Dos o tres interacciones lingüísticas más y el Joven sigue con su benditos *TÚes*. ¿Y *TÚ* eres chavista? ¡*T Ú* tienes cara de chavista!. Ya me está colmando la paciencia. Amén de que el precio justo de la carrera (pagada a una línea de taxis) es 30 palos. Y el es pirata. *No me está haciendo en absoluto ¡ningún favor!*. Y decido "entromparlo". De repente, me sirve para divertirme porque el trayecto es largo. Sí joven: Yo soy chavista (me falto "a mucha honra" o un retador: "sí, ¿y qué" pero el joven, ya dije, es tarajallo, grandullón, y un pelito irascible; y hay que torearlo inteligentemente). *TÚ* y los otros chavistas son los culpables de esta Patria Destrozada. Y se lanza ese discurso melo-mocoso de "La Patria y ¡ay! … La Patria" que a mi me resulta indigesto y no me lo calo ni siquiera de los mismos chavistas. "Le suelto guaral", como me aconsejaban los pescadores de mi pueblo cuando "er péje" es grande. Okey, Señor Ingeniero: vamos a discutir política tú y yo. ¡Estoy es una cuasi-Dictadura! (Caramba: El Señor Ingeniero maneja prefijos cultos de origen latino). ¿Una cuasi… qué, joven? ¡Una semi-Dictadura pa’que entiendas viejo! ¿Casi-Dictadura? ¿O sea que es y no es? ¡Así mismo es! ¿Y qué teórico sustenta ese constructo novedoso, Joven? El *Taxista-¡Ingeniero!*, revira los ojos pa’rriba como revolicheando en el fondo mesmo de su totora, una respuesta. ¡Es una Semi-Dictadura y punto, Chico! Aquí me decido a meterle un pelito al bacilón. Pero pulseadito. Ya se dijo que el joven es irascible. Vulgo medio-arrechoncito. Mire, joven: Una Dictadura es como mujer; o esta preñada o no esta preñada. No puede estar semi-preñada. Me queda viendo serio. Por primera vez siento que duda. Seguramente se ha percatado que no soy un-cómetelo-bicho como otros chavistas marruñecos que ha montado en su carrito un tantito desvencijado. Tú, estás hablando pistoladas (esto es gritado a todo gañote). (Para mis adentros: de aquí pa’lante como que no va a ganar mas ningún round verbal). Jove taxista: no grite porque eso no va a lograr que usted tenga más razón que yo. ¡¡¡Yo no estoy *GRITANDO*!!! (lo dice *gritando*; ya este pobre loquito esta perdiendo los estribos; cosa que ha de evitarse, según La Retorica, dado que se te nubla la mente y se te traspapelan los argumentos) Ponga usted el próximo tema joven. ¡Aquí meten preso a la gente y no la SUELTAN MÁS NUNNNCAAA! Y ratatatata. Cuando pueda opinar yo, me avisa joven. ¡Okey, habla tú, pues! El Señor ExAlcalde Antonio Ledezma (¡ni por el carajo le voy a decir "Toñito") … interrumpe: Ese es un tronco de hombre que está en Europa DEFENDIENDO A LA PATRIA del Comunismo. (¿Le digo que escapó con un glorioso disfraz de vieja? ¿’Tas loco? ¡Capaz de que me empuja del carro a 90 kilómetros por hora: ¡paso agacha’o!). Bueno, El Señor Ex-Alcalde, fue acusado de estar complotando un golpe y… Interrumpe: ¡Él no estaba en ningún golpe de ningún tipo! Bueno, déjame hablar. ¡Habla, pero no te encadenes! (Para mis adentros: que vaina con este carajito: el me grita y cuando respondo estoy "encadena’o"). Bueno, el pasó dos meses y se enfermó y le dieron casa-por-cárcel. Como que se iba a operar una hernia… pero después no. ¡Preso es preso, no joda!. Mire, joven: preso-preso Mandela. Veinte y seis años de prisión. ¿Manguera? ¿Quién es Manguera? Joven: Man-de-la, un líder africano. ¿Africano? ¿Y qué coño tengo yo que ver con africanos? Tú hablaste de Libertad ¿no? ¡Pero es muy distinto! (Me provoca decirle "distinto el que tiene la cara apuntando hacia atrás": pero ¡qué va, ‘mano!: el Joven-Taxista-Ingeniero es irascible). ¡Vamos a discutir de Libertad de Expresión! ¡Dale, le digo! Aquí el que opina va **PRRRRESSSSO!*. Ajá ¿Hablo? Aquí El Nacional tiene 18 años jodiendo (yo también digo groserías; El Señorito Ingeniero empezó con los terminachos de lupanar y muelles, primero). ¿Y le han tocado un pelo? ¡No sé, pana; yo no tengo tiempo de leer mucho periódico; eso es para viejo, yo ando en la calle bregando! ¿Y entonces, joven, lo dejamos hasta ahí? ¡Noooo, Radio Caracas! (Para dentro de mí: ¿Radio Caracas? ¡Ven a mí que tengo flor!) ¡La cerraron! ¡Si, joven, la cerraron! Y participo en el golpe contra Chávez y no le tocaron un pelo a Marcel Granier. ¿A tí te consta esa vaina? Si, Yo lo vi en un programa. Se reunieron en un estudio chiquitico y reconocieron su participación. Pero al poco tiempo estaban detrás Paro Patrona. Mira, Chavista: ¿ese canal era de ellos? Sí era de ellos. Entonces ellos pueden hacer con ese canal lo que les dé su gana. Es como este carro. Yo puedo hacer con él lo que me da la gana. Mira, Chavista, tú hablas mucha pendejá seguida. ¡Dime de las elecciones! Las elecciones … *¡Y NO ME CAMBIES EL TEMA!*. No grites y ve para adelante que vamos a chocar. El que lleva el volante soy yo (*¡grita otra vez!*; definitivamente no se había conseguido la horma de sus zapatitos y de repente siente que le aprietan y las medias le dan calor). Bien, Señor Ingeniero: ¿es verdad que el gobierno tiene 80% de rechazo? ¡Más! (grita) ¿Y que Los Chavistas somos "Cha-BURROS"? ¡De bola que sí! ¿Y que ustedes tienen a todos los rectores con diez doctorados cada uno? ¡No me baciles! Bueno ponle tres doctorados cada uno. El problema es el CNE. ¡Pero ustedes perdieron las gobernaciones gritaron Ffffrrraude y *NO IMPUGNARON*! ¿CNE? Chávez gano con el CNE de su época en contra. ¿Pidió que se lo cambiaran? No. AD y COPEI lo dejaron que ganara. La cosa se va poniendo surrealista: lo dejaron ganar. Eran cuarenta años ¿Y estaban cansados del coroto, no? No me falte el respeto (¡gritado a todo gañote casi en la pata del oído mío). Mira: ¿Tú sabes como es la cosa, viejo del carajo? Afortunadamente vamos llegando al portón de La Urbanización y el vigilante es alto pana mío. ¿Tu sabes como es la vaina, viejo? Yo me voy a Ecuador dentro de diez días. Y voy a ganar como 200 veces lo que a ti te pagan de seguro. Ya estamos frente al portón y el vigilante que ha escuchado la gritadera del taxista se aproxima al taxi. ¿Te vas para Ecuador?, le grito. ¡Y Henry Falcón aquí tiene bastante chance! ¿Me lo vas a dejar echándole bolas solo? ¿No te puedes aguantar unos diiiííítas, jahhh? A todas estas, ya El Vigilante Pana me está abriendo la puerta del taxi. Pero me digo para mis adentros. Ya estoy en mi cuartel. Puedo tirarle un misil demoledor: "¡No joda, vale, Tú lo que eres es un tronco de *TRAIDOR A LA PATRIA*!". El taxista se desconcierta. Se le vienen como veinte groserías a la boca al unísono y ninguna le sale completa. Yo aprovecho para huir. Desde el interior del taxi escucho una suerte de rebuzno revuelto con rugido selvático: *… ADDDDRRRE!* El Vigilante me dice: ¿Discutir política con usted, Profe? No sabe con quien se metió. *¡HASTA BIEN PRONTITO, CIBERLECTORES!*
