Gobierno y Oposición ¿la misma vaina son?

Tropiezo en los pasillos del Instituto con un colega trotamundos y, por tanto, de amplios conocimientos de sociedades y culturas diferentes, de Estados Unidos a Europa; y me contó que hasta estuvo 17 días en Cuba socialista luego del período especial y su asombro es que en todo ese periplo nunca había tenido la experiencia de vivir lo precario que se ha vuelto la cosa en Venezuela post Chávez, a quien adversara siempre ¡pero Maduro le supera! Tanto en dificultades de gobernanza como en el despliegue infernal de condiciones paupérrimas en que vivimos hoy, según palabras por culpa de la oposición especuladora, la inacción del gobierno y la corrupción de civiles y militares; le atajo y dijo que Lorenzo Mendoza arrugó, porque alias El Pelucón, Bachaco Fundillúo y demás adjetivos ad homini, dizque abría como una esperanza (Esperanza inútil, como aquella vieja canción) aún deshoja la margarita o ha aprendido el arte de combinar el sí con el no (Ricardo Bulmez,dixit) o tiene una estrategia publicitaria de crear expectativas y así medir su nivel de aceptación hasta que las masas lo llamen y tal.

- ¿Por qué? ¿Tú tenías esperanzas en él? Contesto que ¡nooo! -Ah, ¿tú volverías a votar a Maduro? Le dijo que no, porque la cosa está muy fea y debe haber un cambio en el modelo económico pero sabiendo que siempre he sido chavista no queda convencido de mi declarada incierta opción electoral (y de hecho, por dentro me digo, ¿por qué mentiría, si sé que voy es con Maduro? Como cuando gritábamos aquella consigna un gentío aglomerados en la Universidad Militar de Venezuela el 7 u 8 de marzo de 2013: -¡Chávez, lo juro mí voto es por Maduro!).

Volvemos al punto inicial de la conversa y le digo yo tenía alguna esperanza en que alcanzaran firmar los acuerdos ya hablados entre revolucionarios y neoliberales, allá en la Cancillería de República Dominicana; porque bien podrían haber consensuado un programa común, unos puntos que aglutinan la voluntad general que pide a gritos una reingeniería económica, garantías electorales, transparencia, observadores internacionales, fechas de elecciones (como si ya nolas hubiera y con creces).

Imposible. La oposición quiere más tiempo hasta tener mayor claridad en cuanto a quién sea su candidato presidencial, más cohesión y que la Embajada USA como la Conferencia Episcopal Venezolana le dé la bendición; es allí donde disparidad en los puntos de vista político o visiones sobre cómo organizar la sociedad venezolana y sus instituciones rompe cualquier programa mínimo, semejante al Programa de Febrero de 1936; porque, claro, como agregaba el amigo allí en el pasillo, que por cierto es de la ultraderecha, radical que apoyara al menos moralmente a los de la "Resistencia" con sus "Libertadores", si una de las salidas propuestas por la MUD y sus adláteres es la invasión directa, manu militari "para salir de esto ya" u oblicua por vía de la supuesta "ayuda humanitaria", mediante la cual Estados Unidos va minando las estructuras fundamentales del Estado-Nación y romper la soberanía y el orgullo nacional; sobre la que ya se tienen otras experiencias como en Libia, Haití, Panamá y otros; ello con fines de comparar y predecir lo que sucederá aquí si entran los marines, se comprende por qué el gobierno revolucionario y la mayoría de los venezolanos de bien rechazan semejante humillación, aunque después de esta conversación incidental que se comenta parece que hay también paisanos que creen que cualquier cosa es mejor que lo que ahora padecemos, porque al final: gobierno y oposición la misma vaina son.

Más allá de la anécdota, que se dice no es moneda dela historia sino que se debe tender a comprender la dinámica de historia actual, por demás un ejercicio siempre tan arduo, la no firma de los acuerdos en República Dominicana es indicador que tales sectores político-partidistas no solo es que no seden en sus posicionamientos tácticos y estratégicos, sino que la revolución no va a entregar lo más preciado que se ha ganado hasta ahora: la soberanía e independencia nacional y seguiremos resistiendo; Maduro, que prometido transformar el actual modelo económico después de su segura victoria de abril de 2018, debe cumplir esa oferta: no vaya a seguir pasando como en el chiste de aquella promesa suya, realizada por intermedio del Vicepresidente Tarek El Aisami, que iban a bajar os precios a los de diciembre de 2017 y ¡qué va! Estos han seguido su escalada demoniaca, hasta hacer nuestros vecinos, gente humilde y trabajadora se haya marchado a Perú y otros están preparando maletas.



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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