Ataques contra Venezuela, Constituyente y lo que pudiera venir

Para entender cualquier proceso político de un país del mundo actual, hay que abordarlo integralmente por las complejas inter-relaciones entre ellos que se determinan mutuamente, en un complejo movimiento de ordenamientos y reordenamientos de fuerzas, de cambios, continuidades y puntos de inflexión en el proceso global.

Vivimos una coyuntura histórica dinamizada por un haz de contradicciones de las cuales, coyunturalmente, son tres las que tienen mayor incidencia en la situación global. 1) la contradicción entre la supervivencia del imperialismo norteamericano como hegemón del planeta versus los pueblos soberanos que luchan por mantener su autonomía y resguardo de sus riquezas naturales y sociales; 2) como derivación de la anterior, la contradicción entre el neo-liberalismo como proyecto económico-social-histórico del capitalismo versus los proyectos progresistas-desarrollistas de los pueblos que luchan por ser soberanos y 3) una contradicción que si bien es estructural, tiene expresiones concretas en la coyuntura histórica, como es: el desarrollismo en cualquiera de sus formas(capitalismo, socialismo desarrollista, otras), versus la sobrevivencia del planeta.

En las inter-relaciones de estas contradicciones y sus cambios, está Venezuela. No obstante, de las tres contradicciones, la que afecta más a nuestro país en la coyuntura es: la supervivencia del imperialismo norteamericano como hegemón del planeta versus los pueblos soberanos que luchan por mantener su autonomía y resguardo de sus riquezas naturales y sociales.

Esta contradicción si bien se empezó a configurar después de la II Guerra Mundial, sus expresiones más claras afloraron a partir de la puesta en práctica de la política exterior definida por los Estados Unidos en 1997, después de la guerra del golfo Pérsico (1991-1992) y la lucha por el control del petróleo del medio Oriente y otras partes del mundo. Algunos de estos elementos se conocen pero es necesario refrescarlo por cuanto forman parte de un contexto global complejo a tomar en cuenta en el análisis, pero que no se está haciendo de esta manera.

Esto es importante porque de la manera cómo se haga este análisis, dependerá la orientación política derivada a asumir por los sujetos sociales y políticos en la actual coyuntura en Venezuela. Por ello, si el análisis es fragmentado, estático y unilateral, percibiendo el todo como una sumatoria de partes desarticuladas, las posibles explicaciones de la actual crisis política en Venezuela, las encontraremos en el ámbito nacional o son solo externas; por el contrario, si el análisis es integral viendo el todo articulado y con una visión pluridimensional, las explicaciones posiblemente estén más allá del ámbito nacional incluyéndolo; y ello nos llevaría a tener otra mirada más amplia del problema y, por supuesto, a asumir otra posición política

Hagamos un intento por reconstruir buena parte de los principales elementos internacionales que, por formar parte de la contradicción señalada, tienen un peso significativo en la actual coyuntura e influyen en la crisis política venezolana, la cual es una síntesis histórica que conjuga factores externos e internos, diversos.

Ajustes de la política exterior de los Estados Unidos de los años 90’ en adelante

A partir de los años noventa del siglo XX, Estados Unidos realizó ajustes a su política exterior en lo que se llamó Plan del Nuevo Siglo Americano (PNSA). Por ello:

  • Reiteramos, el PNSA es una propuesta de ajuste estructural de la política exterior de los EEUU en el nuevo contexto histórico y surge desde las perspectivas de los centros de control de las Universidades y Corporaciones de poder.

  • Buscaba ajustar la política exterior de los EEUU a las nuevas condiciones del sistema-mundo a finales del siglo XX y principios del siglo XXI.

  • Se propone, con esa política, establecer en todo el planeta lo que sus integrantes llaman Pax Americana.

  • El objetivo esencial del Plan: Transformar a Estados Unidos, en la única superpotencia en este momento, en un imperio planetario por la fuerza de las armas.

  • En un informe del año 2000 denominado: "La reconstrucción de las defensas de Estados Unidos", se señala que el plan requiere un aumento del gasto en defensa y varios escenarios de guerra a fin de establecer el dominio global estadounidense.

  • Lo primero, se logró con el primer plan presupuestal de Bush, que destinó al sector de Defensa el monto pedido en el informe de 2000, y se establecieron varios acuerdos respecto de las guerras a llevar adelante.

  • Los hombres del PNSA estaban en posición ventajosa, para el momento, para ver cómo sus planes de política exterior, se hacían realidad: Controlaban la Casa Blanca y el Departamento de Defensa, y dominaban a las fuerzas armadas y al servicio de inteligencia. El Congreso, de mayoría republicana, estaba dispuesto a aprobar casi cualquier cosa que propusieran.

  • El objetivo subyacente definido fue triple: 1) obtener el control sobre los yacimientos de petróleo para financiar todo el proyecto; 2) enviar una advertencia a todos los líderes religiosos y políticos de Medio Oriente; y 3) establecer un área de entrenamiento militar en Irak para posibilitar futuras invasiones y derrocamientos de gobiernos de la región, incluso de algunos que hoy son aliados de Estados Unidos.

  • El primer paso para establecer la Pax Americana fue sacar a Saddam Hussein de Irak y crear un protectorado estadounidense.

  • Otro firmante del PNSA, el periodista Norman Podhoretz, en publicación en periódico Commentary, septiembre de 2002, señaló que los gobiernos que "realmente merecen ser derrocados y cambiados no se limitan a los tres miembros del 'Eje del Mal' (Irak, Irán, Corea del Norte). Dicho eje debería extenderse hasta Siria, Líbano y Libia, así como hasta los 'amigos' de Estados Unidos: la familia real saudita y Hosni Mubarak, de Egipto, junto con la Autoridad Nacional Palestina, ya sea (Yasser) Arafat o cualquiera de sus secuaces". Según Podhorotz, ésta era la base para lograr "la reforma interna del Islam y su modernización, algo necesario desde hace mucho tiempo", para imponer una sola religión universal: el protestantismo, hoy en franco crecimiento en Venezuela. En este contexto, desde 1980, se venía desarrollando el Plan definido por el Club Bilderberg, extensivo hasta el 2050.

  • Poner en práctica esta política implicó que los imperialismos territoriales, se unieran en uno solo para conformar el imperialismo colectivo; el cual realiza invasiones más allá de sus territorios actuando como una banda delincuencial de cualquier barrio venezolano.

Por la forma histórico-concreta que asume hoy el imperialismo en el mundo, hace pensar que estamos en presencia de un imperialismo colectivo delincuencial que invade países y desestabiliza gobiernos elegidos democráticamente, contratando bandas mercenarias (seres formados mentalmente para matar; leer La Guerra como Negocio de Rolf Uesseler) en el mercado de la guerra, que "siembran" en los países invadidos, los cuales generan una violencia sin límites humanos hasta derrocar a sus presidentes. Eso ya se hizo en Afganistán, Irak, Libia, Ucrania y lo practican en Siria y está en pleno apogeo en Venezuela en donde el neofascismo contrata paramilitares y a la delincuencia común, para que acaben con la infraestructura del país y realicen asesinatos selectivos para provocar una guerra civil en Venezuela que justifique una intervención directa o indirecta de los Estados Unidos, a los fines de acabar con la Revolución Bolivariana. Detrás de la élite que domina a los Estados Unidos, están miembros de gran poder de decisión que forman parte del Club Bilderberg quienes son realmente los que toman las decisiones y orientan estas políticas al resto del mundo. Con Donald Trump son las élites del petróleo quienes dicen la última palabra en la Casa Blanca.

Las políticas del Club Bilderberg para el mundo.

Con la internacionalización, concentración y centralización del capital, más visible hacia los años ochenta y noventa del siglo XX, se fue conformando un gobierno planetario ejercido a través de la ONU y su Consejo de Seguridad actuando como Estado supranacional, la OTAN como el ejército de ese gobierno mundial, la UNESCO como el Ministerio de educación grande para establecer las nuevas orientaciones de la ciencia y la cultura a los fines de fortalecer la sociedad liberal de ese nuevo gobierno; y el FMI, como el banco prestamista de aquellos socios que se alinean con las políticas de dicho gobierno planetario; dirigido por las élites de poder del mundo:

"(…) Asistimos (…) a una transición del colonialismo moderno a la colonialidad global, proceso que ciertamente ha transformado las formas de dominación desplegadas por la modernidad, pero no la estructura de las relaciones centro-periferia a escala mundial. Las nuevas instituciones del capital global, tales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), así como organizaciones militares como la OTAN, las agencias de inteligencia y el Pentágono, la ONU y la UNESCO, todas conformadas después de la Segunda Guerra Mundial y del supuesto fin del colonialismo, mantienen a la periferia en una posición subordinada. El fin de la guerra fría terminó con el colonialismo de la modernidad, pero dio inicio al proceso de la colonialidad global. (Grosfoguel, 2005: 13).

Hacia los años ’80 se fue materializando lo que hoy llamamos recolonización a través de dicho gobierno planetario dirigido por las élites de poder mundial entre las que destaca el Club Bilderberg, que se constituyó en 1954 y agrupa a aproximadamente 139 magnates del mundo y se plantea dentro de sus planes hasta el 2050, políticas separatistas (dividir países), fraccionar fuerzas políticas, sociales y culturales, controlar territorios, extender la dominación y la explotación de los pueblos de todos los continentes, y lograr, además, los siguientes objetivos entre 1989 y 2050:

  1. Establecer un solo gobierno planetario (ONU) con un único mercado globalizado, un solo ejército (OTAN) y una única moneda regulada por un Banco Mundial, (BM); en proceso avanzado. Hoy buscan las monedas más fuertes del planeta para resolver la crisis que viven.

  2. Imponer una Iglesia Universal (la iglesia protestante) que canalizará a la gente hacia los deseos del Nuevo Orden Mundial (NOM); el resto de las religiones serán destruidas o subalternizadas. Este proceso está avanzado en Medio Oriente y en Venezuela.

  3. Implantar servicios internacionales que destruyan la identidad nacional y la diversidad cultural. Aquí las transnacionales de la información juegan un papel determinante con la conformación del denominado soldado-masa.

  4. Imponer los valores universales por encima de los regionales (locales y nacionales) para acabar con la identidad de la gente de los territorios sociales.

  5. Crear medios de manipulación mental (tecnotrónica). Dictadura mediática.

  6. Desaparecer la "clase media", proyectando solo sirvientes y gobernantes (hombre-masa). En Venezuela este proceso está avanzado sobre todo con la población joven y el uso de teléfonos celulares táctil.

  7. Implantar planes genocidas para despoblar al mundo (guerras, hambrunas y creación enfermedades en laboratorios).

  8. Provocar crisis artificiales para mantener a la población humana en continuo estado de desequilibrio físico, mental y emocional; en zozobra permanente hasta producir situación de neurosis y psicosis colectiva.

  9. Desmoralizar y confundir a las personas para evitar que tomen decisiones sobre su propio destino, con excesivas posibilidades de elección generando apatía masiva.

  10. Destruir la educación controlando a los niños y jóvenes para que ignoren por completo la historia, el significando de la libertad, para así garantizar dominar a los individuos sin principios éticos y valores, sin pensamiento crítico. Sobre el particular borran el sentido de verdad que tiene la gente e imponen el "todo vale".

  11. Expandir la Corte Internacional con un único sistema legal que desprecia y niega el sistema jurídico de los países. ( Estulin; 2005)

Estas políticas se ejecutan a través de las instituciones ya mencionadas. Desde aquí los dueños del capital emanan las directrices políticas, económicas, sociales, jurídicas, culturales; patrones de consumo, entre otros, universalizadas por dichas instituciones a través de las grandes corporaciones transnacionales de medios, películas, novelas, comedias, entre otras. Hollywood, como siempre, juega un papel fundamental con sus obras en las que convierte verdades en mentiras (guerra de Vietnam, y la película: Mentiras que Matan, por ejemplo) y viceversa. Particular mención tiene el papel de la UNESCO que modela la educación y la cultura de los países con políticas educativas en arreglo a los intereses del gran capital transnacional impuestas en los planes de estudios de los Sistemas Educativos de los países a todos los niveles; pero particularmente en los países que buscan autonomizarse de los grandes centros de poder.

Estas son las políticas estratégicas colectivas de los imperialismos; pero para el imperialismo norteamericano sobrevivir como hegemón del planeta, requiere de:

  • Apropiarse de las riquezas naturales y financieras de los países, particularmente, necesita acumular petróleo como fuente de energía para mantener su modelo de desarrollo, su industria militar y su maquinaria de guerra. Venezuela tiene las reservas probadas de petróleo más grande del mundo, el cual le llega a Estados Unidos en 4 días mientras dura meses traerlos de los países árabes. La apropiación del petróleo del mundo, es un proceso que está avanzado: se han apropiado del petróleo de Afganistán, Irak, Libia y hoy intentan apropiarse del petróleo de Siria, previamente declararlos como miembros del "eje del mal" en los que también incluye a Irán y a Venezuela; países que no se han dejado doblegar.

  • Minerales estratégicos para viajar a los planetas en los que han encontrado vida, en virtud de la destrucción de la tierra. Estados Unidos necesita 17 minerales de este tipo y Venezuela tiene 15:¿nuestro pecado capital?.

  • Nuestro oro para superar su crisis financiera y su deuda externa de más de 2 billones de dólares que amenaza con quebrar el Sistema Financiero Internacional. A China le debían para el 2015 una cantidad aproximada a los 2017 billones de dólares.

  • Territorios para instalar bases militares y desde allí agredir a los países que ellos consideran son sus enemigos o miembros de "el eje del mal".

  • Tener gobiernos y líderes lacayos en todos los continentes. Además de pueblos pasivos que no piensen ni disciernan sino que consuman y obedezcan las órdenes que circulan por las redes sociales para profundizar el proceso de recolonización del mundo. Por ello ejercen la guerra psicológica en Venezuela y otros países del mundo para formar soldados-masas. Los sectores medios de la sociedad son su base social

  • Acabar con la Revolución Bolivariana por ser una referencia en el mundo, independientemente de las críticas que podamos hacerle; y promotora de un bloque histórico contrario a las políticas norteamericanas en el continente y el mundo.

  • Contrarrestar la presencia y avances de China y Rusia en el continente. China, primera potencia económica mundial, actualmente es el segundo socio comercial de Latinoamérica y se proyecta que antes del 2030 pasaría a ser el primero en virtud de su participación en los principales mega-proyectos de infraestructura que se adelantan en el continente. Esto, aunado a que es en el continente donde los pueblos vienen generando procesos nacionalistas que han llevado a una relativa autonomía de los Estados Unidos, presagia la pérdida de Latinoamérica como su traspatio. Ello explica la expansión de la OTAN hacia nuestro continente para reforzar el poderío militar de estados Unidos en su alianza estratégica y el papel de gendarme que juega Colombia en el continente.

  • Apropiarse del pulmón vegetal y las reservas de agua del planeta. Las más grandes están en el Amazonía. En su nuevo mapa con el que enseñan a sus niños, contemplan que la Amazonía es de ellos porque los "latinoamericanos son irresponsables".

  • Venezuela, además de ser un país situado en la cabeza de América del Sur, garantiza una salida muy amplia y rápida al mar y es conexión con las islas del Caribe. Posee sol y vientos regulares que pudieran formar parte de fuentes de energía alternativas al petróleo hacia el 2060 aproximadamente.

¿Cómo se ejecutan los ataques contra Venezuela?

También es necesario recordar que:

  • El eje de ataque es Madrid, Miami y Bogotá. A los gobiernos de estos países se han agregado los de Argentina (Macri) y Brasil (Temer), quien llegó al poder por un golpe de Estado a un gobierno legítimo y elegido por más de 50 millones de brasileros. También colaboran en este ataque los gobiernos de los países que se prestaron para transitar la posibilidad de aplicarle la Carta Democrática a Venezuela por parte de la OEA; proceso liderado por su Secretario General: Luis Almagro.

La estrategia de ataque es múltiple, veamos:

  • Propagan la mentira a través de su imperio mediático: las empresas transnacionales de la información; pero las verdades la convierten en mentiras. Como dice Vattimo: "el mapa no se corresponde con el territorio". Insisto en ver y analizar la película Las Mentiras que Matan, con Robert Deniro

  • Calificaron a Venezuela como un país de "amenaza extraordinaria e inusual" y sancionaron a militares y personalidades venezolanos.

  • Desde la OEA se ha emprendido una ofensiva de gobiernos títeres de los Estados Unidos para aplicar la Carta Democrática a Venezuela.

  • Manipulan el Dólar Today desde Miami y el cambio monetario desde Colombia para debilitar nuestra moneda, lo que generó una inflación artificial inducida. Hoy el dólar del mercado negro está cercano a los 9000 Bs.

  • Promovieron la fuga de capitales de Venezuela para disminuir la masa monetaria venezolana y la capacidad de importación del gobierno (aquí el gobierno tiene una cuota de responsabilidad en el sentido de no detener este proceso. Y no ha publicado el nombre de las empresas incursas en este fraude)

  • Aplican un bloqueo económico inusual y no declarado a Venezuela, desde los países amigos y subalternizados a los Estados Unidos.

  • Desacreditan al Presidente Nicolás Maduro al punto que le han calificado de "burro". Ya se lo hicieron a Chávez calificándolo de loco. Asimismo, descalifican e inventan patrañas contra los principales líderes del proceso y miembros de las Fuerzas Armadas Bolivarianas (FABN) para intentar socavar su moral.

  • Acaparan y contrabandean los alimentos desviándolos hacia Colombia e islas del Caribe, para desabastecer el mercado y aumente la inflación.

  • Especulan con los alimentos. A cada aumento salarial del gobierno, le corresponde un aumento de los alimentos por parte de los empresarios. Desaparecieron la comida y las medicinas; y el bachaquerismo infla los costos de los productos.

A este conjunto de elementos se agregan:

  • La violencia neo-fascista emprendida por la oposición en alianza con la delincuencia común y utilizando a niños y jóvenes provenientes, mayormente, de sectores medios de la sociedad a los cuales los han manipulado mentalmente y hoy, esos jóvenes, sufren de neurosis y psicosis colectiva. Con ello buscan una guerra civil entre los venezolanos para justificar una intervención foránea directa o indirecta.

  • Han pretendido imponer en el plano internacional una matriz que Venezuela vive una "crisis humanitaria" para intentar "ayudar" e ingresar al país para luego no salir, como lo hicieron en Haití.

  • Se ha producido una lucha entre los poderes del Estado desde el momento en que la Asamblea Nacional, mayoritariamente opositora, pretendió asumir competencias de otros poderes, expresadas en incorporación a la AN tres diputados del estado Amazonas que habían ganado con fraudes y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), máximo tribunal de la república, ordenó su desincorporación. No lo hicieron y el TSJ declaró a la AN en desacato. A partir de allí, con los tres Diputados electos ilegalmente tomando decisiones, el TSJ decretó ilegales todos los actos que de allí en adelante realizara la AN.

  • Igualmente, la AN pretendió dar un golpe de Estado parlamentario declarando al presidente Maduro de "abandono de Cargo", cuando el presidente permanecía en el país y al frente de sus responsabilidades.

  • Existe un abandono por parte del poder Público del cumplimiento de sus funciones y declarar por parte de su Presidenta Luisa Ortega Díaz, ruptura del hilo constitucional. Ello exacerbó la impunidad pero también los actos terroristas de los grupos de derecha extremista en Venezuela que se sienten apoyados por la Fiscal del Ministerio Público.

  • A todo esto se suma, un gobierno debilitado por la ofensiva criminal descomunal del paramilitarismo colombiano ejecutando muertes selectivas en alianza con la delincuencia común organizada, al mejor estilo colombiano.

  • Una grosera corrupción por parte de algunos funcionarios del gobierno que han quedado impune.

  • Una ineficiencia manifiesta tanto en el aparato del Estado como de algunas áreas del gobierno, las cuales se han reflejado en el incumplimiento de demandas del pueblo, lo que ha generado descontento en su seno.

Todos estos elementos, internos y externos, en su conjunto, generaron una crisis política en el país y, como derivación de ello, una lucha por el control del poder. El gobierno ha insistido en llamar al diálogo incluyendo a ex-presidentes latinoamericanos y europeos; incluso al Papa Francisco como mediadores pero la oposición abandonó sus quehaceres en la AN y se ha obcecado en tomar el poder por la vía de la violencia, ha truncado vidas humanas, destruido la infraestructura urbana y usa el estiércol como arma subversiva. La oposición desconoce las instituciones del Estado Social de Derecho y de Justicia, y sus "estudiantes pacíficos", han atacado centros infantiles y queman personas con cara de pobre o por usar prendas de vestir roja.

Cierto es que por los ataques multilaterales internacionales dirigidos por la élite mundial y el imperialismo colectivo delincuencial desde la ONU, OEA ejecutado, entre otros, por países como España, E.E.U.U y Colombia; la violencia interna, la corrupción e ineficiencia de funcionarios del gobierno, la desaparición de los alimentos y las medicinas por parte de las mafias acaparadoras y contrabandistas, la especulación con los productos de primera necesidad, estamos en presencia de un gobierno aún debilitado, que hace pensar a algunos sectores políticos que estamos frente al fin del chavismo en Venezuela y a algunos sectores de derecha con la moral baja, algunos, mientras otros juegan a la caída de Maduro.

La crisis política y las salidas

Ante esta crisis política y agotada la vía del diálogo, el gobierno hizo la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), para destrancar un juego que se había cerrado. Este llamado ha sido acogido por más de 10 organizaciones de derecha que no comparten la salida violenta, otras de Centro izquierda y otras de izquierda, movimientos sociales, sindicatos, intelectuales, personalidades, otras. Y ha sido rechazada por algunos movimientos de izquierda, otros movimientos sociales, algunos intelectuales y la ultra-derecha que continua haciendo uso de la violencia, destrozando instituciones, obras gubernamentales, universidades, utilizando a niños y menores de edad; linchando y quemando a gente con cara de pobre y simpatizantes del chavismo, entre otras cosas; situación ante la cual el Ministerio Público, representado en la persona de Luisa Ortega Díaz, ha mantenido una posición cómplice con estas prácticas terroristas nunca antes vistas en la historia política de Venezuela. No obstante, hay que decir, que el llamado del gobierno a la Constituyente, ha debilitado la estrategia, externa e interna, de salir del gobierno por la vía violenta. La Constituyente, poco a poco, se ha convertido en el centro de la atención política en el país.

Ante la situación antes descrita, la ultra-derecha continúa insistiendo en la hasta ahora disminuida estrategia de generalizar la violencia con miras a provocar una guerra civil entre los venezolanos. Esta estrategia está condenada al fracaso en nuestro país porque el pueblo venezolano ha alcanzado un nivel de conciencia política que le permite no caer en las provocaciones de la ultraderecha neo-fascista. Pese a las carencias y al alto costo que ha alcanzado la vida, está claro que la violencia no es el camino a emprender por las mayorías. Y, además, porque la base social que moviliza esa ultraderecha lo conforma una franja de los sectores medios de la sociedad que no las mueve un proyecto político ni un ideal de transformación, sino los mueve el odio inoculado por las redes sociales y han concentrado su razón de ser en sacar a Maduro, su dirigencia está dividida y ha perdido credibilidad internacional por fundar su acción política sobre la mentira y el engaño. Esta estrategia probablemente pudiera conducir a una nueva frustración de los sectores políticos y la base social que la practica porque está condenada al fracaso.

Llama poderosamente la atención, la posición tomada en esta coyuntura histórica por algunos movimientos de izquierda, algunos intelectuales y personalidades, quienes han concentrado la mayor parte de su ataque al gobierno; equiparando la violencia neo-fascista de los grupos terroristas que han quemado vivo a ciudadanos (caso de Altamira), atacado dos veces pre-escolares (Chacao) y un hospital materno-infantil (El Valle- Caracas) con niños adentro, con las acciones de contención ejercidas por la GNB y la PNB contra los violentos. Además, han criminalizado el uso de las bombas lacrimógenas asociándola a la violación de Derechos Humanos cuando éstas son del uso común de casi todos los países del mundo, más aún cuando no se está enfrentando a "manifestantes pacíficos" cualquiera, sino a sectores (no todos) que, con un apropiado entrenamiento previo, han hecho armas contra el Estado y segado la vida de ciudadanos, Guardias Nacionales y Policías. Inclusive, han atacado a Destacamentos Militares, no porque los infiltran sino porque su estrategia es tomar el poder por la vía violenta y destruir la Revolución Bolivariana, lo que los obliga al uso de armas de guerra. Lo contrario, sería un contrasentido porque el componente de guerra psicológica utilizado, por sí solo, no da resultados a corto plazo. Hasta ahora ha servido para generar psicosis en los jóvenes violentos que hasta sueñan con ser héroes con su muerte, propio de los kamisaki árabes. ¿Esta cultura es nuestra o será inducida como parte de sus entrenamientos en el exterior?

Cierta izquierda perdió la brújula

Con todo el respeto que se merecen los actores que asumen la posición de concentrar su centro de ataque en el gobierno en la actual coyuntura, debo decir que perdieron transitoriamente la brújula. Y es verdad lo que sostiene el Prof. Edgardo Lander cuando señala que la izquierda latinoamericana y venezolana, agrego yo, tiene que revisarse porque estamos en presencia de una izquierda liberal-iluminista y desarrollista, que ha perdido su sentido histórico y le es más fácil coincidir con los proyectos de la derecha socialdemócrata y socialcristiana que armar proyectos verdaderamente revolucionarios para que el pueblo ejerza el poder directamente y sin cooptación de los poderes constituidos en cualquiera de sus formas. Ahora bien, ¿por qué considero que estos movimientos, intelectuales y personalidades de izquierda perdieron la brújula en esta coyuntura?. Porque convertir al gobierno en el centro de ataque actualmente, es profundizar la crisis política existente y en el marco de la actual correlación de fuerzas vistas internacionalmente, eso pudiera contribuir a que el gobierno se derrumbe, lo que pudiera provocar que lo asuma una Junta de Gobierno con mayoría de sectores de derecha. Pero en el caso de un supuesto escenario de renuncia del Presidente, habría que llamar a elecciones para elegir al nuevo Presidente. En un escenario como éste nadie garantiza, por la debilidad del gobierno y los tiros en el ala de algunos de sus líderes más visibles, que el nuevo mandatario, sea un revolucionario que retome el legado de Chávez y le dé continuidad a la Revolución Bolivariana. Eso no lo garantiza nadie en la actual coyuntura porque lo social es impredecible; pero también pudiera ser un personaje de derecha el nuevo presidente.

De asumir un presidente de Derecha, que es otro escenario nada despreciable, con seguridad que se reeditarían las experiencias ya conocidas de Argentina y Brasil pero con el agregado que se abriría un proceso de persecución y muerte por parte del neo-fascismo tendiente a exterminar a los revolucionarios incluyendo al chavismo y a todo lo que huela a izquierda. Se pudiera emprender una razzia quizás más sangrienta que la chilena en tiempos de Pinochet porque sin ser gobierno, ya vienen cometiendo asesinatos selectivos.

De suceder este escenario, pudiera advenir la derrota de la Revolución Bolivariana y un largo proceso de escepticismo e indiferencia del pueblo hacia la política; y de una nueva etapa de dominación de la derecha en el país y se apagaría momentáneamente esta luz que nos dejó Chávez y que los pueblos del mundo necesitan se mantenga encendida en medio de la oscuridad construida por el imperialismo colectivo delincuencial y sus políticas neoliberales. Esto de alguna manera ya sucedió en Nicaragua en la que el sandinismo fue sustituido por la Chamorro, la candidata del imperialismo norteamericano para el momento. ¿Será que los compañeros han pensado en este escenario?, ¿o es que tienen plena seguridad de quién asumiría en un supuesto escenario como el que estamos planteando?.

Se pueden tener las críticas más severas contra el gobierno y su dirigencia, pero centrar el ataque en su contra, en este momento, es peligroso y quizás suicida. Se corre el riesgo de perder los avances logrados por el pueblo en estos 18 años, como parte de la obra de Chávez; pero también, y es lo más importante, la posibilidad estratégica de construir nuevas condiciones históricas que favorezcan la construcción de una sociedad al servicio de las mayorías, autogestionaria y autodeterminada políticamente y de respeto de la tierra y la naturaleza. Eso jamás lo permitiría un gobierno de derecha en estos tiempos. En política, no se puede jugar a todo o nada. Atacar a Maduro y su gobierno en este momento y soslayar la política de la derecha neo-fascista, igualando a ambos en materia de violencia, por ejemplo, es a todas luces equivocado y favorece los planes de la derecha neofascista internacional de sacar a Maduro del gobierno para imponer el proyecto neoliberal en Venezuela, ya fracasado en Europa.

Siento que los compañeros están perdiendo la mirada estrategia y una visión cortoplacista, pragmática e inmediatista los ha llevado a anclarse en lo meramente táctico. Y esto hay que decirlo porque estamos en presencia de una crisis de percepción motivada por un aparato analítico fundado en una lógica cartesiana y newtoniana de la vida que mira el todo como una sumatoria desarticulada de sus partes y unidimensionalmente. Esta visión hace ver que, en su expresión fenoménica, el problema de Venezuela se resuelve sacando a Maduro y poniendo a otra persona. Esta mirada superficial y localista pierde de vista que se trata de la supervivencia del imperialismo colectivo delincuencial que necesita de nuestros recursos, ya señalados arriba. Por ello, nuestro adversario político real está fuera de las fronteras de nuestro país y nuestra política debe desarrollarse tanto en el plano nacional, como en el internacional.

No se trata de un hombre. Se trata de una lucha larga por lograr la autodeterminación y la soberanía de Venezuela de los acechos de los grandes centros de poder mundiales para su sobrevivencia. En esa transición tenemos que aprender a maniobrar para mantener vivo el proyecto político y su recreación en el tiempo. Entiendo que los proyectos políticos necesitan de hombres o mujeres que, a un mismo tenor, lo viabilicen; pero este no es el momento para hacer este necesario debate. Hoy se trata de ganar tiempo para crear las condiciones de viabilizar el proyecto Bolivariano y, coyunturalmente, esto lo resuelve el proceso Constituyente aún cuando ésta, como un fin en sí mismo, es insuficiente para superar la crisis política por la que atravesamos pero tampoco podemos hacer ejercicio de futurología al señalar que la nueva Constitución plasmaría la entrega de nuestros recursos al imperialismo y las transnacionales. Amanecerá y veremos.

También es falso eso que he escuchado decir que "este gobierno está técnicamente caído". Refiriéndose a lo que llamó Crisis Revolucionaria, Lenin señaló: una Crisis Revolucionaria es: "Cuando los de arriba no pueden seguir gobernando como lo venían haciendo y los de abajo no se dejan gobernar como antes". Se cumple la primera parte de la afirmación "(…) los de arriba no pueden seguir gobernando como lo venían haciendo (…)". Si lo hacen es por miopía política; pero la segunda parte no se cumple: "(…) y los de abajo no se dejan gobernar como antes" porque la mayoría de este país todavía mantiene la esperanza que la crisis política se pueda superar, así como también los problemas que tenemos. No olvidemos que el fantasma de Chávez sigue presente, como el sol de todos los días, en el corazón del pueblo venezolano. Nuestro pueblo, sobre todo, las franjas más pobres de nuestra población -pueblo valiente e inteligente- confían que saldremos airosos de esta contienda porque está consciente lo que está en juego. Una mirada es la que tiene el pueblo y otra es la que tienen los intelectuales que hablan a nombre del pueblo. Pienso que tenemos que aprender a leer la calle. Los sectores medios de la sociedad hoy movilizados pero disminuidos, no tienen la fuerza suficiente como para derrotar a Maduro. Esta situación le da fuerza al posible escenario de una intervención militar, directa o indirectamente, más abierta. Hay que trabajar mejor este escenario.

La Constituyente por si sola es insuficiente

En este contexto, hay que hacer referencia obligada a la constituyente, sobre la cual el debate no es jurídico sino político, sin hacerle apología a la violación de la Constitución. Al respecto hay que decir que es lamentable que la maquinaria partidista termine capitalizando un proceso que pudo incorporar un conjunto de hombres y mujeres líderes de todos los ámbitos de la vida nacional, a este espacio de elaboración y decisión; y pudo además, renovar una dirigencia que luce desgastada ante la ineficiencia, burocratismo, la corrupción; las posiciones reactivas, el pragmatismo político y las dinastías políticas existentes en algunos estados que no han cumplido con las urgentes necesidades del pueblo pobre venezolano y el encausamiento del proceso revolucionario hacia los senderos del socialismo.

Es cierto que necesitamos una Constitución que recoja el interesante y amplio camino andado por el pueblo común y corriente haciendo revolución desde sus territorios sociales: tomando decisiones para mejorar sus condiciones de existencia, produciendo lo que consume, organizándose en Consejos Comunales y Comunas, entre otras cosas; lo que debe recogerse en el texto Constitucional que emane de la Asamblea nacional Constituyente, refrendada por la consulta al pueblo para legitimarla, pero ella por si sola sólo establece el piso jurídico-político que ampliaría la acción política hacia adelante. Sin embargo, es necesario que al momento de aprobarse la nueva Constitución, inmediatamente sea complementada por un conjunto de medidas dirigidas a resolver, en lo inmediato, el problema de los alimentos, las medicinas; acometer el problema de la seguridad, entre otros. Pero en términos mediatos y a largo plazo, se debería presentar un plan dirigido a la producción agrícola con sentido ecológico, el impulso del turismo, pechar con impuestos a las importaciones de productos suntuosos, de licores, cigarrillos y al gran capital. Es decir, pensar un plan a corto, mediano y largo plazo que apunte, en el tiempo, a depender cada vez menos del petróleo.

Este Plan debería diseñarse desde ya con la participación de sectores económicos y políticos diversos que vayan más allá del gobierno, a los fines de consensuarlo y darle un mayor piso político. Este Plan junto con la nueva Constitución, sería arrancar con buen pie el nuevo ciclo político post-constituyente. Sin embargo, tenemos que estar claros que mientras no se resuelva la contradicción señalada en las primeras líneas de este artículo como es: la contradicción entre la supervivencia del imperialismo norteamericano como hegemón del planeta versus los pueblos soberanos que luchan por mantener su autonomía y resguardo de sus riquezas naturales y sociales, los conflictos se mantendrán, cuidado sino con mayor dosis de violencia, y para lo cual hay que hacer los preparativos necesarios desde ya para que no nos tomen de sorpresa. En definitiva, llamo a sumar fuerzas y voluntades; y a poner en tensión todas las fuerzas del pueblo para salvar el proyecto político que nos legó Chávez y delegó en el presidente Maduro. Las diferencias coyunturales y estructurales que siempre habrá, vamos a congelarlas momentáneamente y en un momento más favorable al Proyecto Político podemos dirimirlas. Como dijera Chávez: ¡¡madurez política y más na’!!!.



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Ángel Custodio Velásquez


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