4 años después de Chávez

Mi ingenuidad de cuando fue anunciada la muerte del Comandante Chávez se ha disipado. Es el momento de admitir los errores del Eterno Presidente Chávez, por más que muchos no quieran, como si nunca hubiera sido humano.

Para reconstruir a Venezuela, hacía falta gente joven y honesta pero, el Comandante Chávez no llamó a esa gran masa popular llena de profesionales valiosos para incorporarlos a esa tarea. Como en la Cuarta República, llegaron advenedizos, supuestos luchadores sociales y arribistas dispuestos a hacer y deshacer. Así, Chávez comenzó a traicionar sus ideas iniciales, al ratificar a un personaje como Maritza Izaguirre en el Ministerio de Finanzas y designar como "padre político" a un sindicalero taimado, como Luis Miquilena. A ello, sumo a quienes traicionaron desde un comienzo como Jesús Urdaneta Hernández y Virginia Contreras, quien defendió a Chávez mientras estuvo preso, y creyó que eso era suficiente para ser nombrada embajadora de Venezuela ante la OEA, pasando por quienes traicionaron al final como Leamsy Salazar, Rafael Isea (ambos protegidos por la DEA), por los "entronizados" hoy apartados, que buscaron negociados y destruyeron nuestra economía y por quienes se dicen herederos de sus ideas y que solo esperaban que un "milagro", les quitara para siempre al estorbo que representaba Chávez para sus ambiciones torcidas y neoliberales. ¿Que decir de quienes le traicionaron durante el fallido golpe de estado del 11A como Francisco Arias Cárdenas,
Francisco Rangel Gómez y Didalco Bolívar, a quienes admitió nuevamente en la Revolución?.

Luego del 11-A, Chávez alzó un crucifijo para dialogar con quienes solo buscan la violencia y la venta de la Patria, pero desoyó a quienes lealmente advertían de los peligros que corría la Revolución Bolivariana como Luis Tascón, el General Alberto Müller Rojas y hasta al mismo Comandante Fidel Castro, quien le aconsejó no nacionalizar empresas y no pretender ser el Alcalde de Venezuela. No blindó suficientemente a la Patria y prueba de ello, fue el sabotaje petrolero, de nefastas consecuencias.

Su lealtad a toda prueba hacia el Gobierno de Cuba, le hizo caer en un error garrafal, a propósito del extraño cáncer que acabó con su vida, pues existiendo centros especializados en Brasil para su exitoso tratamiento, se marchó tardíamente después de su última proclama para no volver a ser visto en público, lo que llevó a diversas especulaciones, que continúan hasta el sol de hoy, y que vinculan al propio gobierno de Cuba y a quienes se dicen sus herederos respecto a su desaparición forzada, tal como planteó el periodista Miguel Salazar.

Evo Morales y Rafael Correa fueron mucho más inteligentes que Chávez, Cristina de Kirchner y Dilma Rouseff pues se dieron cuenta de lo que sucedía y tomaron a tiempo sus previsiones. De hecho, los gobiernos de Ecuador y Bolivia son los únicos progresistas que quedan en Sudamérica y me atrevo a decir que tendrán digna continuidad, a diferencia del nuestro que dejó de ser socialista y se convirtió en desarrollista burgués.

Es tiempo de admitir las verdades: la parálisis de las obras necesarias de infraestructura para construir viviendas, la pérdida de las reservas, las empresas y haciendas sin productividad o desmanteladas, las misiones golpeadas, las exportaciones a todas luces descabelladas de nuestros recursos y una inflación inducida por los grandes empresarios aupados por el Estado y sus contrarios, además de la masa popular que se ha dejado corromper, son, entre otros, los resultados de una Revolución de la que solo quedan el recuerdo y la publicidad machacada una y mil veces en los medios estatales. Esto es lo que lleva a más de uno a no apostarle jamás a la MUD y menos al PSUV, que representó alguna vez una esperanza para el pueblo venezolano, cosa que no siempre menciona Hinterlaces en sus reportes.

Por eso, al ver en que quedó la Revolución Bolivariana, me pregunto, si, con sus defectos acaso el Comandante Chávez, hubiera permitido el via crucis que ahora padecemos. Como nunca podremos tener respuesta a esa pregunta, solo queda la esperanza de que, en algún momento, saldremos adelante con la lección aprendida, como pasó con la Revolución Sandinista. Es mi única certidumbre. No hay mal que dure cien años...

En cada niña, niño, mujer y hombre honesto de la Patria el Comandante y Presidente Chávez sigue viviendo y nadie lo sepulta, ni lo siembra.



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Roberto Arenas


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