Luego de aquel 11 de abril de 2002, nunca escribí mi experiencia estando en Puente Llaguno, tan fatídica fecha. Hoy, a mas de 14 años de sucedido quiero compartir por primera vez esta experiencia que quise borrar de mi disco duro toda la vida; pero ante la inminencia de una aterradora repetición de los hechos narrare brevemente lo vivido.
Ese día 11 de abril de 2002, la Directiva Nacional de la Fuerza de Profesionales del MVR, de la cual formaba parte, fuimos invitados a una entrevista en Venezolana de Televisión (VTV), a cuya cita acudimos el amigo Erick Rodríguez y este servidor; por cierto Erick fue Ministro de Salud en el 2007, donde estuvo por muy breve tiempo. La entrevista estuvo dirigida a las acciones que los profesionales estábamos realizando en pro del proceso revolucionario y tocamos el punto de la marcha que se realizaba en ese momento por parte de la oposición, por supuesto sin tener conocimiento a esa hora de lo que estaban planeado. De VTV nos fuimos a una entrevista en el diario Ultimas Noticias; al salir no encontramos taxi ni buses, presumíamos por la tranca de la marcha que ya había llegado al centro de Caracas. Nos fuimos caminando hasta la avenida Urdaneta, al pasar el edificio del Ministerio de Educación comenzamos a escuchar disparos y la gente corriendo como loca, no veíamos de donde venían los disparos, nos fuimos corriendo hasta Puente Llaguno donde nos refugiamos pegados a la pared contigua, y vimos caer el primer muerto cerca del Palacio de Miraflores, nadie sabía de dónde venían los tiros, solo veíamos hacia lo alto de los edificios pero no se observaba a nadie; inmediatamente llame a mi familia y les dije "nos están matando". Nuestra única protección era la pared al lado del puente, donde estaban repeliendo el tiroteo los camaradas mal llamados "pistoleros de Puente Llaguno".
Desde allí, observábamos como cerca de nosotros caían los cuerpos inertes de camaradas. Vimos, finalizando la tarde, corriendo en apoyo a la revolución desde Miraflores hacia la plaza Bolívar, una y otra vez, al amigo Freddy Bernal; por quien sentimos una gran admiración por luchar en la calle al lado de su pueblo y socorriendo los heridos.
Caída la noche, cuando había poca gente en la calle; nos dijeron los camaradas que estaban armados, váyanse y escóndanse que al que agarren de nosotros lo matan. Salí desde allí solo, corriendo hasta la casa de mi hermana detrás de Miraflores, pasando al lado del Palacio, en cuya cercanía se seguían escuchando las detonaciones, y me preguntaba: ¿cuándo me darán un tiro?. Al llegar me entere con detalles de lo que estaba pasando y que gracias a Dios corrí con la fortuna de llegar a salvo.
Esa experiencia no es nada alentadora y hago el llamado al gobierno de Nicolás Maduro y al noble pueblo Chavista a que estemos atentos y prevenidos para contrarrestar situación similar este 01 de Septiembre.