El Criticón 7: Filipica contra las colas en Venezuela

La mitad del mundo tiene algo que decir, pero no puede;

la otra mitad no tiene nada que decir, pero no calla.

Robert Frost (1874-1963)

Han pasado ya cuatro meses desde que la revolución sufrió la mayor y contundente derrota electoral en diecisiete años, y aún persisten las largas colas para que el pueblo pueda consumir los productos regulados y no regulados de la canasta básica alimentaria. Sobre todo para la compra de harina de maíz precocida, arroz, azúcar, pasta, papel sanitario, salsa de tomate, mayonesa, huevo, aceite, harina de trigo, café, jabón de baño, detergente para lavar ropa, pollo y carne regulada.

Básicamente las colas se forman cuando aparecen algunos de estos catorce (14) productos en los anaqueles de algún comercio público o privada. Sobre todo la hacen los más pobres de la sociedad (Clase E y F, y los bachaqueros), porque lo estratos sociales A, B, C y D han resuelto, por dignidad, no hacer colas y aceptar pagarlos más caro o bachaqueados.

No se sabe a quién echarle la culpa, y no voy cometer el error de acusar de manera general los o el causante de esta problemática porque evidentemente se ha convertido en una falla más del sistema económico venezolano, que pareciera difícil de superar en las condiciones actuales políticas y económicas actuales.

  • De que han caído los precios del petróleo desde junio de 2014 en más del 80%, y ahora los recursos no alcanzan para seguir importando comida o insumos para producirlas en el país. ¡Eso es cierto!

  • De que se ha desmontado una red de corrupción que involucra a todo el equipo directivo que puso el exministro de Alimentación, el general Carlos Osorio. ¡Sí, es cierto!

  • De que la oposición y sus sectores empresariales aliados en Fedecámaras, Consecomercio, Venanchamp, Fedenaga, entre otros, no cumplieron con su oferta electoral de acabar con las colas. ¡También es cierto!

  • De que los empresarios productores de comida necesitan dólares para producir alimentos y medicinas, que denotan el fracaso de la economía rentista venezolana, que se ha vuelta cada vez más parasitaria !Es más que cierto!

  • De que la población ha crecido, el empleo ha disminuido, tienen más dinero que antes, la demanda de bienes y servicios ha aumentado, que la capacidad instalada se ha estancado y que los productores no acompañan el ritmo de crecimiento de la demanda. ¡Okey¡

  • De que el 24 de enero de este año, el Vicepresidente en entrevista con José Vicente Hoy, reconoció que el gobierno nacional no "ha sido capaz" de acabar con las colas, el desabastecimiento, la inflación, entre otros factores que afectan la economía y calidad de vida en el país. ¡Es bien cierto!

Y como que no hay a quien más echarle la culpa, entonces, por medio de este escrito no tengo más remedio que culpar por esa situación y sus efectos perniciosos en la sociedad a las mismas colas. Porque por el simple hecho de ser, de existir y permanecer, hacen daño.

Consciente estamos, que desde un plano político electoral, ese daño, que es consecuencia de la falta de recursos económicos, por la escasez de alimentos y su mala distribución pública y privada, afecta más al gobierno revolucionario que a la misma oposición. Porque esta última se ha montado sobre ella para desacreditar de manera sigiloso al gobierno de Nicolás Maduro y como un efecto corrosivo, ha venido afectando su popularidad.

Es por esto este artículo. Dirigido a los estudiosos de la Teoría de las colas, de los sistemas complejos, de las ciencias políticas y económicas emergentes; para los analistas y críticos del sistema capitalista y socialista, para los indiferentes e insensibles de ambos bandos; finalmente para los empresarios públicos y privados responsables directos e indirectos de esta situación.

Uno de los grandes y radicales pensadores de la historia fue Carlos Marx, que insistía en que el hombre es capaz de hacer el mundo una realidad objetivo, y por lo tanto ser él al mismo tiempo un objeto. Diríamos: un objeto de su propia destrucción.

Con mucha pena ajena, desde una perspectiva crítica, describo lo que padecen muchos de nuestros compatriotas día a día en la llamada por muchos: la primera potencia petrolera del mundo. La he denominado FILIPICA CONTRA LAS COLAS EN VENEZUELA, que no son más que reflexiones y preguntas sobre los rasgos esenciales del comportamiento social ante esa realidad concreta:

1- No hay algo más agresivo que estar en una cola de seis horas para adquirir, por ejemplo, dos kilos de harina de maíz precocida y un arroz; o dos kilos de azúcar y un frasco de mayonesa. A tres meses de la derrota revolucionaria, ¿Por qué no se ha hecho nada al respecto?

2- No hay algo más demagogo que ofrecer que se acabarían las colas si votaban por la oposición. ¿Por qué no se les aplica la ley electoral y se les ataca políticamente con fuerza por no haber resuelto lo que ofrecieron, y ahora se hacen los locos?

3- No hay nada más humillante que alguien se pare a las 3 a.m. para hacer una larga cola, para que a las 10 am pueda comprar un pollo de 2,5 kilogramos y dos litros de aceite vegetal regulados. ¿Por qué no se compra lo que haya que comprarse para que les llegue lo suficiente a los distintos puntos de distribución de alimentos?

4- No hay algo más indiferente e ineficaz gerencialmente que permitir que los distribuidores de alimentos de primera necesidad entreguen toneladas de mercancías a un solo comercio de un sector o comunidad para que se formen largas colas. En el marco del Decreto de Emergencia Económica ¿Por qué no se planifica la distribución sectorial de alimentos de fabricación pública o privada en diferentes puntos de abastecimiento de comida a la vez, para que se reduzca el tiempo que permanece una persona para adquirir sus alimentos?

5- No hay algo más conspirativo que un alcalde permita que vendedores informales vendan en las calles productos de primera bachaqueados de manera impune. ¿Por qué no se les aplica la ley por conspiración y desestabilización a los alcaldes que impunemente permiten eso?

6- No hay nada más indignante escuchar que la comadre e hija de un exministro vinculado con el tema alimenticio sean puestas presas por contrabando, bachaqueo y corrupción en el manejo de la política pública y distributiva de alimentos. ¿Por qué ese exministro aún sigue libre como si no hubiese hecho nada? ¿O es que acaso como máximo jefe no sabía que su gestión no estaba dando los resultados sociales que permanentemente se alertaba?

7- No hay nada más que se parezca a un campo de concentración que las largas colas que se hacen en las ferias populares y mercados abiertos que distribuyen productos de primera necesidad. ¿Hasta cuándo el venezolano debe soportar ese tipo de barbarie o indolencia social?

8- No hay nada que destruya más a un gobierno que colocar a efectivos de la Guardia Nacional uniformados a custodiar las largas colas que se forman producto de la indiferencia. Por la mala fama, todos en la cola dirán que ellos son los culpables de la situación y del bachaqueo existente. ¿Por qué no se colocan vestidos de civil y apoyados por los Consejos Comunales u organizaciones comunitarias?

9- No hay nada que alimente más la matriz de opinión internacional de la "supuesta" crisis alimentaria venezolana, que las imágenes y videos que se envían por las redes sociales de las largas colas para comprar productos regulados. ¿Hasta cuándo la miopía política muchos de los que están al frente de la dirección política de la revolución?

10- No hay nada más publicitario de la situación problemática de la distribución de alimentos en el país que hacer jornadas en plena Avenida Baralt ubicada en el centro de la capital de Venezuela, donde acuden más de 10.000 personas a comprar alimentos. ¿Por qué no se planifican esas actividades en otros sitios más amplios, o se buscan otras estrategias de distribución más efectiva política y socialmente?

11- No hay nada más desesperante que ver como tu sociedad se destruye sin poder hacer nada contundente, sistémico y reivindicativo para la mayoría de los venezolanos que sufren esa calamidad a diario. ¿Por qué los actores sociales responsables de esta situación (gobierno y empresarios opositores) buscan puntos de entendimiento y se ponen de acuerdo para acabar con esa lamentable situación?

12- No hay nada más estratégico políticamente para destruir a un gobierno adverso que mandar a un grupo de provocadores e incitadores a esas largas colas a hablarles mal a la gente y culpar a ese gobierno por las dificultades que están padeciendo. ¿Por qué la Dirección Nacional del Psuv no da la orden a sus líderes comunitarios para que afronte esa triste realidad y acompañen a sus mismos vecinos y moralicen constantemente?

13- No hay nada que te genera más impotencia el ver como en tu propia cara ocurren vicios humanos como el tráfico de influencia, coleones y peleas por las colas; además de escuchar abiertamente que una parte de la población compra las dos harinas y dos pastas para quedarse con una de cada una y vender la otra, de tal forma justifique los malos ratos y la letanía padecida. ¿Por qué no se hace una campaña comunicacional contra este tipo de antivalores sociales?

14- No hay nada más peligroso para la estabilidad y la paz social que miles de personas estén parados por más de seis horas en una cola, sin comer, sin agua que beber, acompañados de sus niños, y que estén siendo provocados constantemente por los medios de comunicación que la única forma de acabar con sus problemas cotidianos es que hay que calentar las calles y motivar un rebelión social. ¿Por qué no se le pone un "parao" a las colas sea como sea, gástese lo que se gaste, contrólese lo que haya que controlar y métase preso al que hay que meter?

15- No hay nada frustrante para un ser humano que llegar a la puerta del comercio luego de seis horas de espera, parado o sentado en el piso, para que te digan que se acabó lo poco que había. ¿Por qué no se hace un esfuerzo para invertir, comprar y distribuir de manera prioritaria en los 14 productos de la cesta básica alimentaria mencionados anteriormente?

16- No hay nada más desesperante que tener dolor de cabeza, de estómago o ganas de orinar, luego de tener varias horas en una cola, y que no tengas un baño cerca donde pueda satisfacer tus necesidades fisiológicas. ¿Por qué tanta indiferencia hacia el problema de la colas?

17- No hay nada más triste ver como un joven, con su bolsa en mano que le costó menos de Bs. 120,00, te diga que no importa que duró siete horas haciendo la cola, porque ya la tiene vendida por Bs. 1.000 y que le servirán para pagar la pensión esta noche. ¿Hasta cuándo nuestro país seguirá subsumido en el subdesarrollo?

18- No hay nada más retrógrado que el trueque que se está dando entre las familias venezolanas por bienes de primera necesidad: se cambian un jabón azul por dos harina de maíz. ¿Por qué hemos permitido que la situación social se haya deteriorado tanto en los últimos tres años, y no hay un culpable directo de esta triste situación? ¿Hasta cuándo perdonamos a los que nos ofenden?

19- No hay nada más triste para un niño que ver como su padres duran tanto tiempo frustrados, quejándose de la "revolución bolivariana", haciendo todo el tiempo lo mismo para poder alimentarlos y viendo lo malo que es ser pobre. De seguro esos niños serán adversos a la revolución, a Bolívar y de ultraderecha cuando sean adolescentes, al igual que hoy día son de izquierda la mayoría que padecían las mismas penurias en los tiempos que gobernaba la derecha en Venezuela.

REFLEXIÓN CONTRA EL AVANCE DE LA DERECHA

A manera de reflexión: Hay que ser radicalmente comprometido con los pueblos, defendiendo la vida, la dignidad y su futuro. Recuerdo que siempre Hugo Chávez Frías insistía que había que ponerse la mano en el corazón y trabajar por el más pobre, por el poder popular, el obrero, el campesino… La derecha avanza en América Latina y lamentablemente vemos que en Venezuela por la indiferencia, omisión, falta de decisiones contundentes, que sean verdaderamente revolucionarias contra el status quo que aun libremente hace estragos en la sociedad, y nos liberen de esa opresión que aún nos mantienen Fedecámaras, Consecomercio, Venanchamp y Fedenaga, entre otros.

Tenemos que pararnos frente a esa dura realidad de las colas y no buscar culpables en otra parte. El chavismo no es corrupción, no es el sálvese quien pueda. La tarea del gobierno revolucionario era destruir o exterminar de nuestra sociedad a esos parásitos… Diecisiete años después aún siguen vivitos y coleando y cada vez más acercándose conquistando más poder político y gubernamental… Eso pone en peligro la avanzada política revolucionario que como legado dejó Hugo Chávez, pero pareciera que estamos en franco proceso involutivo, producto de desaciertos, conspiraciones, corrupción o por la baja en el precio del petróleo…

En diciembre de 2015 le alerté al Presidente Maduro, casi rogándole, que haga algo contundente para detener a la derecha internacional que avanza con su espada bien alta por América Latina, porque aún hay un pueblo que lo respalda y está esperando acciones contundentes… ¡No podemos dejar que nos arrebaten la revolución!

Hay que ser radical para combatir los problemas que verdaderamente aquejan a los de a pie... Los libertadores están sufriendo... Triste es ver como en la caravana de conmemoración al máximo líder Hugo Chávez del 5 de marzo de este año, el mismo pueblo revolucionario le decía al exministro de alimentación que se bajara del jeep que conducía Diosdado Cabello, junto al Vicepresidente Isturíz y otros altos dirigentes de la revolución. Una señora de unos 65 años que iba caminando al lado del Jeep le decía a uno de ellos: ¡Fulanito de tal, no te pongas al lado de Osorio que es una raya! Todos coreaban: Chávez ¡Vive, Vive, la lucha sigue, sigue! Pero al mismo tiempo comentaban que hacía ese ex ministro allí, por qué no sentía vergüenza de estar allí junto al pueblo revolucionario que padece día a día las largas colas por su mala y corrupta gestión.

Para finalizar, una frase del radical humanista Carlos Marx en su introducción a la crítica a la Filosofía del Derecho de Hegel, dice: que ser radical es ir a la raíz de aquello que importa, y si lo que importa es el ser humano, entonces habría que indagar cual es la raíz de su triste padecimiento para superarlo...



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Andrés Giussepe

Doctor en Gerencia, Especialista en Política y Comercio Petrolero Internacional y Economista de la Universidad Central de Venezuela. Secretario Nacional del Movimiento Profesionales de Venezuela.

 agiussepe@gmail.com

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