Repatriar los capitales fugados y el empleo de calidad: preguntas y respuestas

¿Cómo creen ustedes que el gobierno piensa repatriar 300.0000 millones de dólares del extranjero?

Creando incentivos para la inversión.

¿Cómo se puede incentivar a los empresarios venezolanos y extranjeros para que inviertan sus dólares en Venezuela?

Eliminando aranceles, impuestos, controles de precios, el sueldo mínimo, eliminando la inamovilidad laboral, eliminando la fiscalización del Estado para la importación y exportación de insumos y de productos acabados, en fin, reduciendo al mínimo la intervención del Estado en la actividad económica industrial y comercial. Y para los capitales extranjeros, facilitando la repatriación a sus países de origen de los capitales invertidos. Esto es que "me pago y me doy los vueltos".

¿Cuáles beneficios aporta al Estado y a la sociedad Venezolana esta repatriación de capitales?

La creación de empleos (si acaso esto es una ventaja para un pueblo rebelde).

En otras palabras, hacer de Venezuela un territorio de "maquilas" para contener los brotes de malestar social. Sin embargo para la revolución, en este momento, no representa ninguna ventaja (Esto memmer: "yo, Guillermo Zuloaga, especulo, pero doy empleo". El empleo es una categoría macroeconómica y una forma de fragmentar y cosificar el trabajo humano dentro del sistema de explotación capitalista. Mientras el capitalista "especula", el trabajador empleado se muere de hambre, enfermedad y cansancio; muere de mengua, fragmentado –aislado- en su individualismo e ignorancia del resto de la sociedad)

¿Cuáles son las desventajas?

1.- La aparición de testaferros de los capitales robados al país por empresarios venezolanos disfrazados de empresas foráneas y capitales foráneos, a fin de beneficiarse de tales incentivos sin poner en riesgo un solo dólar, y la posibilidad de seguir robándole al Estado y a la sociedad.

2.- La toma del control por el capital –es decir, por la empresa privada, es decir, por la oligarquía de siempre- de la explotación de la minera, petrolera y del gas, así como todo lo relativo a las empresas de servicio y comercio de tal producción, lo que resulta muy lucrativo (muy atractivo) al capital privado a expensa de esos incentivos, y de la incapacidad política e intelectual (la falta de voluntad revolucionaria) del gobierno y sus representantes. Tal privatización disimulada no aportaría ninguna riqueza en divisas y de ninguna clase al país, solo empleos mal remunerados, más explotación... Y el "valor agregado" de la idiotización de la población trabajadora, compitiendo ésta de forma individual y egoísta por un empleo miserable y apostando animado a su propio éxito.

3.- La pérdida de la posibilidad de captación de la renta petrolera por el Estado y su eventual manejo para elevar las fuerzas revolucionarias, la conciencia del deber social. Y en un solo movimiento elevar la calidad de vida de la población, de su salud física y mental, sus niveles de educación y formación espiritual y para el trabajo creativo.

4.- Perder la posibilidad de afianzar a la revolución mediante el fortalecimiento de la organización, formación y concientización de la población con miras a vencer al capitalismo como el objetivo fundamental de la nueva sociedad que queremos.

Si de revolución socialista se trata, es preferible que, en este estado de confusión ideológica y política, esos 300.000 millones de dólares robados por la empresa privada, por los capitalistas venezolanos, se queden por allá; hacen menos daño.

Si de empleos se trata, es preferible trabajar para la revolución, para la organización de la sociedad socialista, de las comunas y consejos comunales, consejos de trabajadores, de estudiantes; de las asambleas socialistas, de los congresos socialistas. Es preferible estar desempleado pero organizado y despierto, que empleado y adormilados.

Una cosa es un empleo otra cosa es el trabajo creativo. Y otra cosa –casi que un engendro de una imaginación enferma- un empleo de calidad. Un empleo de calidad es otra forma de fragmentar disimuladamente a la clase trabajadora y a la sociedad. Es potenciar la competencia individual y el egoísmo a ultranza. Es decirle al trabajador "lucha para que mejores, para que progreses tú y tu familia" pero sobre el fracaso del resto de la sociedad.

¿Qué es un empleo de calidad? Un empleo con muchos incentivos al esfuerzo personal, individual, el cual se traduce en explotación y lucro, grandes ganancias para el capitalista, no para la sociedad. ¿Cuáles incentivos? Los que sean necesarios, para facilitar la explotación del trabajador, para estrujar al máximo su fuerza de trabajo, los que sean necesario para hacer que no piense. Que no piense en él y en sus condiciones de vida; que no piense en nada que lo haga sentir identidades, hermandad con sus semejantes, que él forma parte de una clase social explotada. Un empleo de calidad estará lleno de incentivos para que el trabajador no alcance una conciencia de clase, conciencia de clase trabajadora y explotada. Eso en un empleo de calidad.

Otra cosa es el trabajo creativo y socialista. Pero eso, mis queridos amigos, es la otra historia.

 



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Héctor Baíz

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